Por Sugel Michelén
En el texto de Efesios 5:18ss Pablo nos dice que los creyentes llenos del Espíritu adoran a Dios con una alabanza gozosa y edificante, y que son agradecidos. Pero Pablo añade otro resultado de la llenura, y es el que encontramos en el vers. 21 de Ef. 5: la sumisión mutua. En el original la palabra “someterse” es un participio que concuerda con los otros participios que Pablo ha venido usando en el texto. “Sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros… cantando y alabando… dando siempre gracias… sometiéndonos unos a otros en el temor de Dios”. La sumisión es un fruto de la llenura.
Pero al tocar este punto Pablo abre delante de nosotros una ventana que nos introduce en la próxima sección de la carta a los Efesios. Luego de considerar el andar del cristiano en la Iglesia y el andar del cristiano en el mundo, a partir del cap. 5:21 comenzamos a ver el andar del cristiano en el seno de su hogar.
Y el primer aspecto que Pablo toca es el de la sumisión. Ninguna comunidad de individuos podrá funcionar adecuadamente sin un claro entendimiento de la sumisión que debemos a todos aquellos que están en autoridad. Pero ¿en qué consiste la sumisión bíblica?
Muchas personas rechazan de plano el concepto de sumisión porque la asocian de inmediato con la idea de debilidad o inferioridad. Una persona sumisa es débil, o tiene un bajo concepto de sí mismo; se siente inferior y por eso permite que lo esclavicen. Pero la verdadera sumisión no tiene nada que ver con la debilidad de carácter, no significa esclavitud ni tampoco inferioridad.
La Biblia enseña que todos los seres humanos son igualmente dignos, porque todos fueron creados a la imagen de Dios. Y todos son iguales en naturaleza porque todos comparten la misma humanidad.
Dios no ha dado al hombre superioridad por encima de la mujer, ni promueve en Su Palabra que la mujer sea denigrada de ningún modo o tratada como un ciudadano de segunda categoría. El machismo no tiene lugar en la enseñanza de las Escrituras.
Sin embargo, aunque el hombre y la mujer son iguales en dignidad y en naturaleza, ambos son distintos en género. Iguales pero diferentes. Dios hizo al hombre y a la mujer con ciertas características físicas y emocionales que distinguen la masculinidad de la femineidad.
La gloria de un hombre está en ser hombre. “Portaos varonilmente”, dice Pablo a los hombres de Corinto; y la gloria de la mujer está en ser mujer. El hecho de que sean iguales no elimina las diferencias.
Por otra parte, Dios ha asignado al hombre y a la mujer roles distintos en la sociedad, y es aquí donde entra en juego la idea de sumisión. Esta palabra que Pablo usa en nuestro texto es un término militar que conlleva la idea “subordinarse”, “colocarse bajo el rango de autoridad correspondiente”, “someterse voluntariamente al liderazgo de otro”.
El concepto de sumisión presupone el reconocimiento de que algunos han sido colocados en una posición de autoridad, y que aquellos que están dentro de su esfera de liderazgo deben someterse a dicha autoridad. Eso no quiere decir que los que se someten son inferiores, o menos inteligentes, o menos espirituales. No.
En un regimiento militar puede darse el caso de que un soldado raso sea más inteligente y más capaz que un sargento. Pero el sargento posee un rango mayor, y el raso debe someterse.
En 1Cor. 11 Pablo nos dice que así como Cristo es cabeza de todo varón, y el varón es cabeza de la mujer, así también el Padre es la cabeza de Cristo. Dios el Hijo se somete voluntariamente a la autoridad de Dios el Padre, y eso no hace al Hijo menos Dios, ni menos digno, ni menos glorioso.
Más aun, cuando el Hijo de Dios se hizo Hombre se sometió a la autoridad de Sus padres terrenales, dice en Lc. 2:51. En ese caso, el que era evidentemente más grande, más inteligente y más sabio se sometió a los que eran muchísimo menos que él. Sumisión no significa inferioridad, sino el reconocimiento de un orden establecido por Dios.
Cristo se sujetó a la autoridad de Sus padres. Él decidió hacerlo. La verdadera sumisión es voluntaria. No se trata de alguien que es sometido, sino más bien de alguien que se somete, que voluntariamente decide ceder y colocarse bajo el liderazgo de otro.
Esta sumisión contiene dos componentes básicos: obediencia y honra. En 1P. 3:1-6 Pedro establece cuál es el deber fundamental de las esposas cristianas. Hablando de la sumisión de Sara, Pedro nos dice que ella obedecía a Abraham llamándole “señor”.
Ahora bien, hay un solo pasaje de las Escrituras en donde vemos a Sara llamando “señor” a Abraham. Dice en Gn. 18:12 que en el momento en que Dios le revela a Abraham que tendría un hijo de su esposa, Sara estaba escondida detrás de la puerta de la tienda; y dice el texto que al escuchar la noticia, Sara se ríe y dice dentro de sí: “¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?”
Sara no estaba hablando con Abraham, ella estaba hablando consigo misma. Pero tenía una clara perspectiva en su corazón de la autoridad que Dios le había conferido a su marido.
El punto que Pedro está haciendo aquí no es que las mujeres deben decirle “señor” a sus esposos, sino la actitud interna que debe tener una mujer hacia su marido. Él es digno de respeto porque ocupa una posición legítima de autoridad.
¿Qué es, entonces, la sumisión? Es una actitud interna de respeto a las autoridades establecidas que se manifiesta externamente a través de la obediencia. Obediencia sin honra no es sumisión.
Algunas personas están en autoridad, tienen la última palabra, no porque ellos sean superiores en sí mismos, sino porque han sido colocados en un rango superior. No es la superioridad del individuo lo que lo hace respetable, es la posición que ocupa. Sin ese respeto el hogar no funciona.
De hecho, nada funciona adecuadamente cuando no se toma en cuenta la línea de autoridad. En un equipo de baloncesto hay alguien que dirige al equipo, y dentro de la zona de juego algunos ocupan una posición y otros ocupan otra. ¿Cómo se juega mejor? Cuando cada uno funciona dentro de la coordinación que el capitán ha establecido. Si cada cual hace en la cancha lo que bien le parece, es muy probable que pierdan el juego.
Una guerra no se gana cuando a cada soldado se le ocurre seguir una estrategia personal, porque él piensa que su plan es mejor. No. El soldado debe obedecer, porque para eso están las autoridades, para ser reconocidas y obedecidas.
En las próximas entradas responderemos otras preguntas sobre este tema. Por ahora, no olviden esto: el creyente lleno del Espíritu reconoce las líneas de autoridad establecida y se somete a ellas. El emocionalismo no produce eso. Sólo el poder del Espíritu en nosotros puede capacitarnos a subyugar la rebeldía natural del corazón para someternos gozosa y voluntariamente a quiénes debemos someternos.
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Unidos Contra la Apostasía 
Que tremendo articulo!!! De mucha bendicion! Mucha gente no entiende este concepto.
Esta enseñanza de la autoridad puede dar lugar a todo tipo de abusos. Lo más grave es que el autor hace analogías militares para justificar el autoritarismo en la iglesia y en la familia. Es preocupante.
totalmente de acuerdo contigo Ardegas….
Si esta fuera la regla, seria un total desastre y viviriamos en un oscurantismo eterno.
Por poner un ejemplo, si Martin Lutero no se hubiera atrevido a desafiar a la Iglesia de Roma y al Santo Imperio Romano, solo porque ellos en ese caso eran el poder legitimo, no hubieran sido abiertos los ojos de las aberraciones que hacia esta iglesia en ese tiempo.
Tienes mucha razon. ES GRAVE QUE SE USE EL TEMRMINO MILITAR PARA LA PAREJA CRISTIANA.
Yo soy militar y te digo como es la relacion entre mis superiores y yo:
Mi superior en rango me grita mi apellido y yo salgo corriendo, me paro firme y digo: ORDENE MI…(dependiendo del grado)
Cuando mi superior de da una ORDEN, yo digo: ENTENDIDO mi…(grado o jerarquía).
Un militar NO OPINA, NUNCA SE NIEGA NI SE OFRECE.
Si siento que mi derechos son violados con la orden recibia, DEBO PRIMERO CUMPLIRLA Y LUEGO, redacto una carta al superior del grado inmediato al que abuso de mi, y ellos deciden si se corrije la falta hecha por mi superior o no. Si no la corrijen, me toca callarmarme y actuar como si no hubiera pasado nada.
Los pilares son:
DISIPLINA (ES DECIR, MI SUPERIOR TIENE LA AUTORIDAD DE CASTIGARME Y MANDARME CUANDO QUIERA)
OBEDIENCIA (DEBO OBEDECER TODAS LAS ORDENES SIN QUEJARME NI OPINAR)
SUBORDINACION (SOY INFERIOR EN RANGO DE MIS SUPERIORES) POR LO TANTO ME MUEVEN COMO UNA FICHA DE AJEDREZ.
A TODO LO QUE ME DIGAN DEBO DECIR: CIERTO MI…ENTENDIDO MI…ORDEN CUMPLIDA MI… PERMISO PARA HABLAR CON USTED MI…PERMISO PARA RETIRARME MI…SI NO ME DAN PERMISO OPARA SALIR DEL CUARTEL PUES NO SALGO, DESAYUNO O ALMUERZO CUANDO ELLOS DIGAN, Y DEBE SER RAPIDO VELOZMENTE, SI NO HAY COMIDA ME TOCA AGUANTAR SIN QUEJARME.
SI por el pasillo va caminando un superior, NO PUEDO CAMINAR DE SU LADO porque si lo hago me CASTIGA.
Si mi superior me dice: tu eres /)%/&»!= así me ofenda y no me guste debo decir: CIERTO MI….
Cuando me quieran patear el trasero lo pueden hacer, aunque ypo no haga nada malo.
Si el superior de mi superior lo castiga, el se desquita conmigo y todos mis iguales en rango y mis subalternos.
el comandante manda, los inferiores obedcecen.
Esa es la vida militar. Y no digo esto como queja, pues yo decidi esta carrera, PERO LO QUE NO TOLERO NI ENTIENDO NI PERMITO ES que un hombre apodado «cristiano» por no decirle fariseo legalista, diga que debe existir subordinacion de la mujer al hombre. porque de ser asi, tendria que aplicarse la disiplina militar, si no lo hacen, ellos mismos se contradicen.
No se quien eres Ardegas pero creo que no has entendido ni el espiritu ni la letra del articulo, leelo quitandote los prejuicios.
la autoridad es tan necesaria para llevar un orden en todo,cada uno de nosotros debe someterse a alguien porque asi es el orden y luego yo tengo a otro bajo mi autoridad que DIOS me da y asi sigue la cadena para que haya orden en todo lo hecho por DIOS,el que quiera entender que entienda no a todos se les da el don del entendimiento el articulo este es muy bueno.
Jorge:
Este tipo de argumentación que usas la utilizaban los reyes en la Edad Media para someter a sus súbditos, pero luego vino algo que se llama «democracia». Ahora no nos sometemos a alguien por que asegure ser ungido por Dios, sino por que nosotros así lo hemos elegido. De hecho, el mejor liderazgo es el que guía a las personas, no el que impone algo por el poder de su autoridad. Me parece que esta debería ser la aspiración de un pastor: guiar a sus ovejas en vez de imponerse en base a castigos o a amenazas. Esto se aplica también a la pareja y a la familia. No creo que una autoridad tipo militar sea lo más conveniente para una relación de pareja, en la que el hombre avasalla a la mujer, o viceversa. Para que dos anden juntos, se necesita que se pongan de acuerdo, nos dice Eclesiastés. Esto implica una negociación, un compromiso o pacto entre dos personas, y no una simple imposición en base a una autoridad.
en estos momentos que estoy pasando t0da la autoridad se le he dado a yahwe y en el tengo mi complacencia no olvidemos que cristo nos rescato bajo la autoridad de yahwe //escrito esta mas no se haga mi voluntad si no la tuya esa es la que nos lleva al padre yahwe los ilumine hoy y siempre
Si someterse significa autoridad, donde queda someteos unos a otros…. Efesios 5:21, porque siempre arrancan el versiculo 21 del 22, si ambos estan ligados?
La palabra usada para este versiculo en el griego koine es: hupotassoneoi que significa estar ligados a, conectados a, que es lo mismo que tener el mismo sentir, mision y vision.
Mi pueblo perece por falta de conocimiento, dice el Señor.
NO DIGAN ALGO QUE DIOS NUNCA A DICHO.
A veces este concepto es mal interpretado, un creyente lleno del espiritu santo no se somete a cualquier autoridad, sino a la autoridad de Dios.
Por que a decir verdad, muchos hombres que hoy ejercen ministerio a simple vista denotan su falta de autoridad al imponer metodos y estrategias que no son coherentes con lo que la biblia dice.
Son muchos los ministros y los lideres que actualmente siguen las costumbres de los fariseos, todo el tiempo estan imponiendole a la iglesia una carga tras otra, lo importante es que las pobres ovejas aun sin darles un buen pasto produzcan la leche suficiente para sus pastores.
A veces impresiona la manera ambiciosa y materialista de interpretar la biblia, y que ironico resulta que en los tiempos actuales, cuando las personas urgen de escuchar un mensaje como el que predicó pedro despues del dia de pentecostes o el que predico esteban, muchos hombres solo usen el pulpito para entretener a la gente, fieles a una sola doctrina que lo unico que despierta en los oyentes es un espiritud de avaricia.
Es oportuno decir que alguien que quiera saber de economia y finanzas solo necesita llegar a la iglesia y de repente puede salir hasta con un master.
Que podriamos decir de los apostoles y los profetas de estos tiempos que no salen a la calle sino llevan una escolta a sus espaldas similar a lo que hacen los presidentes y los altos funicionarios del gobierno, podrian estos hombres enseñar a la iglesia a caminar con Dios, en los tiempos tan peligrosos que estamos viviendo, si los mismos estan actuando como gatos en el agua o como el pastor que huye cuando el lobo viene sobre las ovejas.
¿Seran estos hombres un ejemplo de autoridad?
Amén, muchas Gracias hermano; consulta: Siguiendo la linea de sumisión a las autoridades, como quedan entonces todas las «religiones, iglesias y congregaciones», que no están bajo la «autoridad eclesiástica» de la Iglesia Católica? Digo, entonces nuestros hermanos católicos tienen razón y todos los protestantes estamos en desobediencia y rebeldía contra el orden y la autoridad impuesta por Dios en la persona apostólica del Papa y el poder institucional que esto implica. Le agradecería mucho que nos pueda aclarar este punto hermano. En mi entender en el Espíritu, el Señor se refiere a someternos a la AUTORIDAD LEGÍTIMA, caso contrario la ESCRITURA no diría «SALID DE ALLÍ PUEBLO MÍO». GRACIAS Y BENDICIONES HERMANOS!