Mario E. Fumero

La crisis económico mundial y el endeudamiento de Estados Unidos, junto a la agobiante situación de algunos países de la Comunidad Económica Europea, como Grecia, España y Portugal, nos dejan ver un panorama sombrío a nivel mundial en relación a una inminente recesión económica que complicaría y agudizaría los problemas sociales ya existentes, como son el desempleo, la violencia y el hambre.

El endeudamiento de los Estados Unidos y de las personas es la causa de la crisis actual en el plano económico. Norteamérica está  al borde del colapso, y estuvo a punto de entrar en una bancarrota, al no poder compensar su déficit que este año alcanzo US$1.8 billones una cifrar inimaginables. Muchas economías viven artificialmente. Esto significa que están resolviendo sus problemas con préstamos o impresión de papel moneda, sin contar con un respaldo productivo que les dé solides a su moneda (PIB). El dólar americano, patrón de referencia mundial para casi todas las transacciones mercantiles, está debilitado a una dimensión que alarma a las grandes potencias que dependen del mismo. Estamos entrando, sin lugar a duda, a una mayor recesión económica de la cual saldremos muy mal parados, pues es de todo sabido que si la economía norteamericana padece de resfriado, la nuestra caerá con tuberculosis.

Pero ¿Qué significa esto de recesión? Una recesión es un decrecimiento de la economía, de la producción, del producto interno bruto de un país, lo que genera pérdida de empleo, falta de consumo, baja producción. Cuando una economía deja de crecer,  se presenta una crisis social y política y por lo tanto, hay una disminución sustancial en la producción. Cuando esto ocurre estamos ante una recesión económica, que si es muy prolongada, se considera una depresión. Esta situación lleva alcierre de empresas y al despido masivo de trabajadores, acrecentando más la crisis. Nadie querrá invertir, ni gastar más de lo necesario. Muchas personas no podrán pagar sus créditos,  perdiendo sus casas, y los bancos no aceptaran nuevos créditos, por lo que el sector financiero, que es uno de los elementos que mueve la economía, podrá colapsar. La moneda se debilita, y el producto interior bruto decae a niveles que no pueden sostener al Estado en su burocracia. Es entonces que  la desconfianza se generalizada, pues la gente pierde la confianza en le economía. Es ahí cuando la situación pasa de gris a oscura, y de la cual es muy difícil salir.

¿Cómo se puede resolver esta crisis? Es ahí en donde aparece la alternativa a solucionar el problema, que es establecer a nivel mundial un nuevo sistema monetario, quizás fundamentados en el único principio que puede resolver la escases, el hambre y la violencia desatada por la misma crisis económica, para lo cual se creara un control mundial de la economía. Esta solución aparece anunciada en la Biblia en el libro de Apocalipsis capitulo 13:16-17 “Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre”. Esta referencia habla del famoso “sello de la bestia”, que significa un método con el cual se puede controlar todo lo que uno compre, venda o adquiera desde el punto de vista mercantil. La Biblia habla de un sello en la frente, de forma simbólica, pero puede ser cualquier método que permita al gobierno mundial globalizado, detener el endeudamiento, la quiebra y los escases producida por la misma crisis económica. Si el dólar se derrumba, y el Euro se tambalea por la  quiebra de varios estados Europeo ¿Qué alternativas quedan? Muchos economistas ven un futuro sombrío respecto a la economía mundial, y estamos al borde no de una recesión económica, sino a un derrumbe de todo el sistema capitalista y mercantil conocido, lo que dará paso al cumplimiento profético de la Palabra de Dios, proclamado hace más de dos mil años, y esta realidad está al doblar de la esquina.

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