LO QUE YO CREO -II-

JESUCRISTO;  SEÑOR Y REDENTOR

Mario E. Fumero

Cuando Dios le prometió a Adán y Eva un descendiente que destruiría las obras del maligno, le estaba reafirmando su plan de redención. Tanto en Génesis 3:15 como en 12:1 Dios ya determino la venida de un redentor.

REDENTOR

Es bueno analizar dos términos importante en la persona de Jesucristo, y es la palabra EXPIACIÓN y REDENCIÓN. Si estudiamos bien en el pentateuco estos conceptos, veremos que ratifican, desde Génesis hasta la edificación del templo de Salomón, la necesidad de expiar el pecado por medio del sacrificio de una víctima inocente (el cordero). Según la enciclopedia Wikipedia: La expiación es aquella forma de satisfacción por la culpa del pecado en la que el culpable queda absuelto al cargar con su pena. La palabra viene del hebreo kipper, equivalente al arameo de borrar o la raíz de cubrir. El concepto básico parece ser el de eliminar el obstáculo que impide la bendición de Dios”. Otra definición es Pago o reparación de las culpas mediante la realización de algún sacrificio” [1]Esta acción consistía en traspasar a una víctima inocente la culpa del que peco, para que esta pagará con su sangre derramada el pecado del victimario. Es ahí en donde con la muerte del inocente, el culpable encontraba redención, de ahí viene el principio que la paga del pecado es muerte (Rom 6:23).

¿QUE ES REDIMIR?

El otro término que define la obra de Jesús es el hecho de que por su muerte en la cruz tenemos redención del pecado. Redimir es la acción de; “el acto de liberar o rescatar a una persona o una cosa de una situación gravosa a cambio del pago de un precio” (Lev 25:25”[2]). Esta acción de redención fue ofrecida voluntariamente por Jesús, al aceptar su papel de enviado como el cordero de Dios (Jn 1:36) y así lo afirmó  Mateo 20:28 al expresar: “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Noten el término “dar” lo cual fue un acto voluntario y pre determinado desde las profecías del antiguo testamento.

En el A.T. la redención era temporal y especifica. El culpable (o pecador) ponía sus manos sobre un cordero inocente y depositaba en él sus culpas (o pecados) y entonces el sacerdote lo inmolaba, y su sangre era esparcida en el tabernáculo para expiación (Hb 9:26). Al venir Jesucristo como cordero perfecto, sin mancha ni contaminación, su sacrificio nos dio el perdón perfecto mediante su sangre derramada (1 Pedro 1:36). Este sacrificio fue una sola vez y tiene valor para siempre, de manera que no necesitamos estar ofreciendo cada rato sacrificios, porque la redención de Jesús es perfecta (Hebreos 10:12).

DEIDAD Y SEÑORIO DE JESUCRISTO

Uno de los principios básicos de Jesús, es que además de habitar en él la Deidad corporalmente (Col 2:9) y haber existido desde la eternidad en el Padre (Jn 1:1), al convertirse en siervo (Fil 2:5-8), se despojo de su gloria eterna para dar su vida por nosotros, y al resucitar y consumar su plan de redención, recibe el titulo de Señor y Cristo. Estas dos palabras tienen una tremenda connotación teológica que tristemente pierde brillantes al traducirse al castellano. En ingles el término Señor esta mejor expresado porque para esta palabra existen tres terminología: “Mister”, un señor cualquiera, “Sir”  una persona respetable o mayor  y “Lord”  un título de nobleza o de reinado sobre un feudo o territorio.

La Palabra “Señor” aparece un promedio de 731 veces en el N.T. y procede del griego “KYRIOS”[3] que indicaba el dominio y reinado de Jesús sobre sus seguidores, por lo que él establece el principio de un reino dentro de otro reino. Este reino cuyo soberano es Jesucristo forma parte de toda la proclama del los evangelio, pues aparece más de 161 veces en el N.T. Es por ello que cuando Jesús se entrevista con Poncio Pilatos para ser condenado a muerte, este le pregunta: “eres tu rey” (Jn 18:33) a lo que Jesús responde: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí” Jn 18:38. Dejando en evidencia los principios básicos de ese reino que es la Iglesia de Jesucristo, pues sus seguidores están en el mundo, pero no son del mundo (Jn 17:16).

El título dado a Jesús es de Señor (Kyrios o soberano) y por lo tanto todos los que le reciban tienen que aceptar su señorío sobre sus vidas. No existe una invitación a confesar a Jesús como salvador, sanados, o abogado. El aceptar a Jesús es proclamarle y estar dispuesto a aceptar todas sus demandas como Señor. La proclama de los apóstoles (Hch 2:36) era de  que para ser cristiano debía confesar y aceptar a Jesús como Señor y Cristo (Fil 2:11), porque Dios le hizo Señor de todas las cosas, y su soberanía debe ser parte de nuestro estilo de vida.

EL PORQUE LOS CRISTIANOS EN ROMA FUERON PERSEGUIDOS

La proclama de Jesús como Señor (KYRIOS) trajo problema a los cristianos en Roma. El título de Kyrios o soberano era solo prerrogativa del emperador romano. Este se consideraba divino y supremo, por lo cual imponía su  gobierno como un rey. Fue el Emperador Nerón (54 al 68 d.C) el que más persiguió a los cristianos. La causa de su indignación contra los seguidores de Jesús se origino cuando supo que había otro Señor que no era él. Es por esta razón que desato su furia contra los discípulos, ordenando su martirio, e incendiando Roma para poder tener peso en su lucha contra los seguidores del otro “Señor” que no era él[4]. Su brutalidad lo llevó a iluminar su palacio con antorchas humanas de cristianos, y en su narcisismo, ordenó el exterminio de hombres, mujeres y niños que proclamaran al Señor Jesús como único Kyrios.

LA DINIVIDAD DE JESÚS

Pero el aspecto más escabroso para muchos cristianos es la definición de un Jesús en el cual operaban las dos naturalezas, la humana y la divina. ¿Era Jesús hombre o Dios? La respuesta la da Pablo en Filipenses 2:6-8 cuando dice: el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. En otra parte cuando se enfrenta al gnosticismo griego en la epístola a los Colosenses 2: 8-11 afirma que: Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo”.

Pero, ¿es posible que Jesús estuviera solo reflejando la autoridad de Dios y no estaba declarando que él era el verdadero Creador? A primera vista parece creíble este concepto. Sin embargo Jesús afirmaba tener toda autoridad, y esto tiene sentido si él es el Creador del universo, y así parece expresarlo Juan 1:1. La palabra “toda” abarca todo, incluyendo la creación misma.

En la vida de Jesús lo vemos actuando con una autoridad poderosa, dominando la misma naturaleza la cual le obedecía, pues calmo los vientos y la tempestad (Lc 8:25), camino sobre el agua (Mt 14:26, Mr 6:49), transformar el agua en vino,  además tenía el poder sobre la vida y la muerte, pues dio vida a los muertos en varias ocasiones (Jn 11:43, Lc 8:49-56 etc.) Por otro lado, los demonios se le sujetaban y la adoraban, y Tomás el incrédulo, cuando se le apareció, después de resucitar, exclamó: “Señor mío y Dios mío” (Jn 20:28).

Además de las referencias ya expuestas, Jesús en algunas expresiones se presento a sí mismo como “Dios”, dando a entender su deidad. Veamos algunas de sus afirmaciones:

  • ·         “Yo soy la resurrección y la vida.” (Juan 11:25)
  • ·         “Yo soy la luz del mundo.” (Juan 8:12)
  • ·         “Yo y mi padre somos uno.” (Juan 10:30)
  • ·         “Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin.” (Apocalipsis 22:13)”.
  • ·         “Yo soy el camino, la verdad, y la vida.” (Juan 14:6)
  • ·         “Yo soy el único camino al Padre [Dios].” (Juan 14:6)
  • ·         “Si me has visto, has visto al Padre.” (Juan 14:9)

Recordemos que una de las expresiones mas común en el A.T es la referencia a Dios proclamándose el “YO SOY.” Por lo que le estaba diciendo a Moisés que Él es el único Creador, eterno y trascendente en el tiempo. “Desde el tiempo de Moisés, ningún judío practicante se referiría a sí mismo o ningún otro por el “Yo Soy.” Como resultado, la afirmación del “YO SOY” de Jesús enfureció a los líderes judíos. Una vez, por ejemplo, algunos líderes le explicaron a Jesús porque ellos estaban tratando de matarlo: <Porque usted, un simple hombre, se ha llamado a usted mismo Dios>” (Juan 10:33).

Casi todos los teólogos que han profundizado el tema establecen la misma conclusión: Jesús es Dios, todos los hechos, proclamas, profecías y mensaje así lo afirman, porque “Antes de que Jesús tomara la forma de hombre, se nos dice que co-existía eternamente con su Padre, y que Dios le había dado toda autoridad. Pero Filipenses 2:6-11 nos dice que aunque Jesús había existido en forma de Dios, se “vació” de los poderes de Dios para ser hecho un ser humano. Sin embargo, el mismo pasaje nos dice que después de su resurrección Jesús fue restaurado a su gloria anterior, y que un día “toda rodilla se doblara ante él como Señor”[5].

JESUS EL CRISTO

También se presenta a Jesús como el “Cristo” lo que se traduce al castellano como “ungido”, término procedente del griego “críos”[6] que indica el advenimiento del Mesías anunciado por los profetas en el A.T. él es el supremo ungido o enviado por Dios para salvar al hombres.  Después de su ascensión al cielo envío al Espíritu Santo para santificarnos, porque al fin y al cabo, el concepto griego y hebreo de “cristo” es esencialmente referente a Jesús: Gramaticalmente se traduce como “unción” es (a) “lo que se unta” (así B. F. Westcott, The Epistles of John, 1892); o (b) “la acción de ungir (así A. E. Brooke, ICC, 1912); pero en cualquier caso la palabra se refiere al don del Espíritu Santo, del que el bautismo es la señal exterior, y cuya recepción sensible, que conduce a la conciencia de peligros para la iglesia, es la consecuencia de la verdadera fe encarnacional. Esta exégesis es compatible con la creencia de que el ungimiento del Espíritu lleva a la profecía oral en el seno de la iglesia, aunque no la prueba necesariamente”[7]. Y el termino mesías, Cristo o ungido se refiera a la obra de Jesús y su presencia en nosotros por medio del Espíritu Santo (1 Jn 2:20,27).

Sin embargo, la Palabra advierte que en los últimos tiempos aparecerían muchos “cristos” o ungidos que llevarían a los discípulos a la perdición, incluso haciendo milagros y señales (Mt 24:24)  de lo cual tenemos que tener cuidado. Actualmente la Palabra unción se explota mercantilmente para acentuar el poder de los llamados super ministros, que proclamándose apóstoles tratan de dar una nueva revelación que anula la revelación bíblica fundamental.

EL TÉRMINO “UNGIDO” EN EL A.T.

Si leemos detenidamente las variantes de unción, como es: Ungir, ungido, etc. veremos que según el hebreo “suk” indica la acción de derramar aceite con un fin determinado. Se ungían los cuerpos para obtener un refrigerio físico (Rut 3:3,  2 Sam 12:20, Dn 10:3, Mi 6:15) o impartir autoridad a los sacerdotes, profetas y reyes[8], como una forma de reconocimiento público de una autoridad conferida por Dios[9] (Ex 30:30, 40:15, Num 3:3, Sal 105:15)[10]. Según se registra en los escritos antiguos: “mediante la unción (a reyes) se otorgaba por fuerza de derecho al nuevo rey la realeza sobre Israel, esto se hacía derramando, de una vasija especial, el aceite se guardaba en el templo (1 Rey 1:39,  1 Sam 10:1)[11] o la unción se usaba como una fórmula para dar honra a un huésped.

“NO TOQUÉIS A MIS UNGIDOS”

En el Salmo 105:15 aparece una expresión muy explotada por aquellos que desean avasallar y abusar de la autoridad espiritual con los santos. El Salmo dice “No toquéis, a mis ungidos, ni hagáis mal a los profetas”. El término ungido ratifica la función profética de los hombres puestos por Dios y el no tocarle hace alusión a  hacerle daño a su vida, como agredirles, matarles o hacerle algún mal físico. Sin embargo, los defensores del poder absoluto lo toman para demandar una sujeción ciega, indicando que oponerse a sus deseos es atentar contra el “ungido” que da a entender como “el intocable”[12]. No debemos ignorar que “la palabra ungido se refería a persona apartada para una tarea especial (Lev 16:32, 1 Samuel 16:6-13, 2 Samuel 1:14,  Is 61:1[13]). 

En el Nuevo Testamento la unción se extendió también a los enfermos como un medio para impartir sanidad[14] (Mt 6:13, Sgt 5:14), principio éste que se interpretó en la teología católica como la forma de preparar al enfermo para la muerte, llamado el sacramento de la extremaunción[15].Los cadáveres se preparaban para su entierro con aceite mezclado con especies aromáticas (Mr 14:8, 16:1).

La palabra “unción” aparece también (Hebreo; “Meshiach”) como referencia profética del Mesías, el Cristo “Christos”, que se traduce “Su Ungido”, o “el Ungido de Jehová”, (1 Sam 12:3, 26:9,11,  2 Cr 6:42,  Is 45:1).

Tengamos por lo tanto presente es-te sentido a la hora de usar el término en la teología del N.T. y buscar una hermenéutica que tomé las palabras y la analicé dentro del principio léxico-sintático, y no permitir que hombre alguno hable como que el Espíritu habla por él sin el correcto apoyo bíblico y exegético.

Pasemos ahora a describir el correcto sentido bíblico de la Palabra “unción” según el Nuevo Testamento. Son pocos los textos que registran esta expresión en el N.T. pero analiza-remos sus diferentes variantes y busca-remos ver si hay sentido a la aplicación que actualmente se le da a este vocablo.

DEFINICIÓN ETIMOLÓGICA DE “UNCIÓN”

La palabra “Unción” tiene varias connotaciones en el N.T. usándose los siguientes términos griegos:

ALEIPÔ (aleijw): Es usada para referirse a cualquier tipo de unción relacionada con una acción de refrigerio; como lavarse, bañarse etc. (Luc 7:38 Jn 11:2), o también para referirse a la unción de los enfermos o de un cuerpo muerto (Mr 6:13,  Stg 5:14,  Mr 16:1). Aparece 8 veces en el N.T. (Jn 11:2,  12:3, Mt 6:17).

CHRIÔ (criw): Se refiere a toda acción de unción sagrada y simbólica, como la de Cristo como el Ungido (Luc 4:8, Hch 4:27, 2 Cor 1:21, Hb 1:9). Esta expresión era la que se usaba en el A.T. para referirse a la un-ción hecha a reyes, sacerdotes y profetas. Algunos expertos afirman que mientras “aleiphô” es una expresión mundana,“chriô” es sagrada, pero las evidencias no apoyan esta tesis[16]. Aparece unas 60 veces en las Escrituras y su equivalente hebreo era “mâšah”.

ENCHIRIÔ (egcriw): Se refiere a la acción de untar o frotar con ungüento de aceite un objeto, cosa o persona. Aparece en Apocalipsis 3:18 y Jeremías 4:30. Puede usarse para hacer referencia a la acción de embellecer o pintarse los ojos.

MURIZÔ (murizw): Se refiere a perfume, ungüento puesto en el cuerpo para la sepultura (Mr 14:8).

Estos son los significados de todas las palabras usadas para referirse a unción como acción en el Nuevo Testamento. Hay otra que es más referente a un nombre. Aparece en la primera epístola de San Juan capítulo 2:20,27, es la palabra CHRISMA (crisma), y aunque puede indicar un ungüento preparado, en este pasaje es una expresión metafórica por metonimia, que hace referencia al Espíritu Santo[17]. Se puede aplicar a la operación de milagros manifestados por medio de los dones del Espíritu Santo, aunque este no es su sentido fuerte, sin embargo es aquí, en este punto, donde más se ha explotado la expresión “unción”, encerrándola en esta acción, sin considerar las demás. Tal pa-rece que la “unción de los cristianos” hacía referencia a la presencia de Cristo en sus vidas, de ahí el vocablo con el cual se referían a ellos: “Christianós” (art  cristianóz)[18]. El apóstol Juan cita esta palabra, CHRISMA (crisma), y vale la pena su análisis exegético.

¿QUÉ ES  UNCIÓN SEGÚN  SAN JUAN?

La palabra “unción” usada por Juan aparece en el griego como “chrîsma” (crtsma), y no tiene que ver nada con una determinada manifestación emotiva en la vida del cristiano: como caerse, volar, dan-zar, gritar etc. Para demostrarlo analicemos el texto del verso 20: “Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas”. Esta expresión está relacionada con la capacitación que hace el Espíritu Santo en la vida del cristiano desde el momento en que cree y es bautizado.Algunos teólogos católicos interpretan esta “unción” como el bautismo en agua, pero las evidencias del verso 27 que dice: “Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas…” establecen el concepto, aceptando por todos los exegetas, de que se refiere a la capacitación del cristiano para saber, conocer, juzgar o discernir[19]. San Juan trató de frenar la influencia del misterio gnóstico, al usar el griego “chrîsma” y formular las leyes del conocimiento cristiano a partir de la obra del Espíritu Santo en la vida del creyente.El hecho de que “los creyentes tengan la <unción del Santo>indica que esta unción los hace santos, separándolos para Dios. El pasaje nos enseña que el don del Espíritu Santo es el medio eficiente para capacitar a los creyentes para poseer un conocimiento de la verdad[20]”. Más después declara que “chrîsma” denota el ungido “Cristo”, significando por metonimia, la persona misma, como en 1ª. Juan 2 donde denota al Espíritu Santo[21]”.

DEFINIENDO LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO

La persona del Espíritu Santo tiene un papel  importante a lo largo de la capa-citación de los discípulos de Jesús. Él está operando desde antes de ser salvo, pero una vez que aceptamos a Jesús, Él pasa a guiarnos en todo, por lo que el término “unción” mencionado por San Juan tiene una connotación muy amplia, y no es en sí una acción emotiva determinada.

Para entender esto debemos saber el papel del Espíritu en nuestras vidas y por lo tanto debemos revisar bien la teología sobre la persona del Espíritu Santo:

Nos guía a toda verdad y justicia. Jn 16:13, 15:26
Dirige en elecciones de líderes. Hch 13:2
Ilumina en la solución de proble-mas doctrinales o eclesiásticos Hch 15:28
Nos enseña y recuerda todas las cosas. Jn 14:261 Cor 2:12-13
Nos guía al campo de acción en momentos especiales. Hch 10:20
Evita que hablemos en momentos determinados y en peligros. Hch 16:6
Nos confirma si somos hijos de Dios. Rom 8:14
Convence de pecado al perdido. Jn  16:7,8
Recuerda las palabras de Jesús Jn 14:26

Si aplicamos la dinámica del análisis al contexto, descubrimos que 1ª de San Juan 2 capítulo está hablando del peligro de los últimos tiempos, donde el anticristo promovería el engaño, por lo que muchos que “saldrán de nosotros” (2:19) predicarán mentira, y solo con la unción del Santo podríamos evitar ser víctimas de estos engañadores. ¿Y cómo desmantelar la mentira? Con la verdad recibida con la unción. Esto evidencia vincular la unción al conocimiento de la verdad, y no a una experiencia mística y sobrenatural. Dice un comentarista: “En contraste con los anticristos, están aquellos que siguen a Cristo. De los cristianos dice Juan: vosotros tenéis la unción (chrîsma) del Santo (20)[22]. “Así como el Anticristo tiene sus representantes, el Ungido, el Cristo, tiene los suyos[23]”. No podemos hacer del término “ungido” un principio sobrenatural, sino de capacitación para estar listos con la Palabra, y desmantelar así la mentira del diablo.

Sobre el verso 27, donde se habla de la unción con relación a un conocimiento que viene de arriba, es importante entender que aquí no se descarta el aprendizaje dentro de un esquema eclesiástico de discipulado, como algunos interpretan, sino que pone la iluminación propia y la capacidad de discernir entre la verdad y mentira. Según los expertos“El Espíritu Santo está presente como Maestro, y por lo tanto no tenéis necesidad de que nadie os enseñe. Juan no quiere decir que toda instrucción humana haya de descartarse, o no hubiera escrito esta palabra de instrucción. Más bien está diciendo, en el lenguaje más fuerte, que los cristianos no dependen de una “sabiduría” tal como los gnósticos pretendían poseer. La advertencia de Juan aquí era contra esa filosofía engañosa[24]” ya que no debemos ignorar la amenaza que representaba en aquel entonces las doctrinas gnósticas, así como hoy representa un peligro para la iglesia la corriente de la “Nueva Era” y el humanismo liberal.


BIBLIGRAFIA

  • [1] – WordReference.com  Diccionario de la lengua española. 
  • -[2] Nuevo Diccionario de la Biblia, Editorial a.  página 873 de la  Unilit,  de Alfonso Lockward, año  2003.
  • [3] Otro término respetuoso es Señor (kyrie, forma vocativa de kyrios) que se usaba para dignificar a un rey o soberano.
  • [4] – En julio del 64, dos tercios de Roma ardieron mientras Nerón estaba en Antium. Aunque se creyó que él fue el responsable, los eruditos actuales dudan de la veracidad de aquella acusación. Según algunas informaciones, culpó a los cristianos, y fue el primer emperador que los persiguió. En cualquier caso, reconstruyó la ciudad, tomando medidas que evitaran un nuevo incendio. Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993-2008 Microsoft Corporation 
  • [5] – Ver  http://y-jesus.org/spanish/wwrj/3-ed-jesus-dio/4/
  • [6] – Cristov» ungido, Mesías, Cristo.
  • [7] – Tomado del Nuevo Diccionario Certeza en internet.
  • [8] – Los reyes de Israel fueron ungidos como señal del reconocimiento divino como una autoridad delegada: Saúl, David, Salomón, Joás, Jahú, y Hazael.
  • [9] – Originalmente la unción se usó para conferir consagración al sumo sacerdote (Ex 29:7).Después se extendió a los demás sacerdotes (Ex 40:15). “Diccionario Teológico del Nuevo Testamento” L. Coene, E Beyreuther, H Bietenhad. Ediciones Sígueme. Salamanca, Volumen -IV-  página 305
  • [10] -“Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado”  Vila-Escuain, editorial Clie. 1985. Página 1181.
  • [11] – “Diccionario Teológico del Nuevo Testamento” L. Coene, E Beyreuther, H Bietenhad. Ediciones Sígueme. Salamanca, Volumen -IV-,  página 304.
  • [12] -“El abuso de autoridad” Mario Fumero. Producciones Peniel de Honduras, 1998.
  • [13] -“Iglesia o secta” Jaime Mirón. Editorial Unilit,  1998, pag. 52
  • [14] – “Sickness and Healing in the Church” D. S. Allister. Oxford, 1981.
  • [15] – El nuevo catecismo católico registra este sacramento como “la unción a los enfermos”. Ver “Catecismo de la Iglesia Católi-ca”, Editorial Doubleday, 1995, página 427
  • [16] -“Diccionario expositivo de palabras del N.T.”  W. E. Wine. Editorial Clie, 1984. Tomo S-Z. Página 199.
  • [17] . Idem al anterior, página 200.
  • [18] –  “Diccionario Teológico del Nuevo Testamento” L. Coene, E Beyreuther, H Bietenhad. Ediciones Sígueme. Salamanca, Volumen -IV-,  página 306.
  • [19] – “Diccionario Teológico del N.T.” L. Coenen, E. Beyreuther, H. Bietenhard. Ediciones Sígueme, Salamanca, 1984. Vol 4, página 306.
  • [20] . Tomado del libro “Diccionario expositivo de palabras del N.T.” W. E. Vine. Editorial Clie, Terrassa, Barcelona, 1984. Tomo 4 (S-Z) página 200.
  • [21] – Idem al anterior, página 200.
  • [22] – “Comentario Bíblico Beacon”  Casa Nazarena de Publicaciones, Mo, 1967.  Tomo X  página 385.
  • [23] – “Christian Theology” The Word Puplishing Co. N.Y. 1958 página 13-17.
  • [24] – “Comentario Bíblico Beacon”  Casa Nazarena de Publicaciones, Mo, 1967.  Tomo X  página 386.
Avatar de Desconocido

About unidoscontralaapostasia

Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
Esta entrada fue publicada en Articulo, LO QUE YO CREO, Salvación. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.