(TEGUCIGALPA.-<Tomado del diario la tribuna 8 de dicmembre 2011)   Después de haber señalado durante varios años la corrupción policial y la infiltración de grupos del narcotráfico, y llevar la voz cantante a favor de la depuración al interior de las filas uniformadas, Alfredo Landaverde (71) fue acribillado ayer a balazos, por dos sujetos que iban a bordo de una motocicleta, en la intersección de la colonia 21 de octubre con la San Miguel, al noreste de la capital hondureña.)

Mario E. Fumero

La muerte del amigo Alfredo Landaverde entristeció mi corazón, porque desde hace muchos años nos unía un vinculo de amistas entrañable. Sus visitas al Proyecto Victoria, donándonos arboles y enseñándonos como sembrarlos, revelo su interés por la rehabilitación del drogadicto. Él nos asesoro en la mejora del ornato de la finca, pues era apasionado con la agricultura ornamental y frutal, siendo esta su principal característica.

Le conocí en mi trabajo con la rehabilitación de drogadictos, cuando él era director de la Comisión Nacional contra la lucha del narcotráfico, y por cierto, me invito a un evento en relación con el mismo, como exponente en Miami, Florida, patrocinado por la embajada de los Estados Unidos.

Su honestidad e interés por resolver el problema vinculado al narcotráfico lo convirtió en un guerrero de la lucha contra el consumo de drogas, y por esa razón que le pusieron precio a su cabeza. Hace unas dos semanas le escuche por televisión dando declaraciones sobre la situación de la corrupción dentro de la policía, y de cómo el narcotráfico se había infiltrado en muchas esperas de la misma, e incluso de los otros poderes del estado. Le aconseje que tuviera cuidado, porque no podemos negar que el crimen organizado tiene fuertes tentáculos y el hablar mucho podría originarle problemas y quizás la muerte, y como es típico de él, me dijo con firmeza; “aquí tenemos que ir por lo claro, y debemos enfrentarlo sin temor, porque de lo contrario Honduras será otro México”.

Anoche cuando me disponía a descansar me puse a ver el noticiero del canal 5 y en eso salió Alfredo dando declaraciones, y sentí en mi interior un terrible sentimiento, sentí que sus declaraciones estaban sellando su muerte, porque los que viven del negocio del narcotráfico y en la corrupción trataría de callar su voz denunciante. Alfredo no le tenía miedo a la muerte, era un hombre de valor, y denunciaba el mal, aunque con ello se jugara la vida, y por eso murió, por decir la verdad, sin temor ni temblor.

Hoy su  voz se apago, como la de otros muchos periodistas, pero sus palabras y denuncias permanecen grabadas. Esos muertos que denunciaban una triste realidad seguirán viviendo en el corazón de aquellos que les conocimos. Su lucha y su muerte no serán en vano, porque tarde o temprano el Dios todopoderoso traerá toda verdad a luz, y juzgara a los que sin compasión, segaron vidas inocentes a cambio de un puñado de dólares sucios.

Es escalofriante ver como tirotean un periódico como La Tribuna, que solo publica la realidad social, y ver como matan a periodistas por condenar la corrupción, y de esta forma tratan de silencian su voz, para evitar sanear la sociedad. Pido a Dios por la vida de esos hombres y mujeres que luchan contra un mal enquistado en la sociedad. Ruego a Dios por la Dra. Julieta Castellano, y su dolor y lucha contra la corrupción que le arrebato un hijo. Le pido a Dios por la esposa de Alfredo Landaverde, mi querida Gilda, que siendo de Venezuela, ha hecho de Honduras su segunda patria, y por todos los que sentimos la partida de ese gran hombre que por no callar la verdad, fue víctima de una muerte anunciada. Nuestro homenaje a don Alfredo Landaverde. Adiós Alfredo, tu muerte no será en vano.