EL ARTE DE MANIPULAR LA MENTE

Mario E. Fumero

El Dr Salomón Asch, especialista en psicología social demostró, en el año 1965, con una serie de experimentos que el 76% de los individuos normales pueden ser modificados en su forma de pensar de acuerdo a una serie de metodologías grupales. En sus experimentos colocó a un cómplice (señuelo) bien entrenado dentro del grupo para que interviniera en la actividad y pudieran influenciar en el resto de los participantes, para llevarlos a caer en opiniones erradas contra sus propios criterios. Este cómplice manipuló el grupo de tal forma que todos se equivocaron pese a que razonaron bien al principio[1]. El Dr Asch realizó este experimento en múltiples ocasiones y sus conclusiones siempre fueron las mismas, una persona bien entrenada puede manipular a un grupo  en su manera de pensar  y su forma de ser fácilmente.

LOS SEÑUELOS INFLUYENTES

En nuestro medio existen muchos cómplices infiltrados en las iglesias que como señuelos del enemigo, les tienden trampas a seres inteligentes para que puedan ser engañados fácilmente. Por ejemplo, hemos visto a esos que mueven con tres chapas, un grano de maíz, entonces aparece uno (el cómplice), apuesta dinero, y gana. Después la gente que pasa empieza a hacer lo mismo, y los manipulan hasta que la gente apuesta mucho, haciendole caer en la trampa. O aquel que es entrenado para montar un “show”, y atraer a los incautos creyentes a las ofertas maravillosas de un adivino o milagrero.

Recuerdo, hace mucho tiempo (1965), que estando en Nicaragua llegó un falso evangelista que entrenó a uno de sus ayudantes para que en la campaña fuera como invalido y afirmara haber recibido un milagro que no ocurrió. Esta manipulación produjo un efecto sugestivo en los asistentes, y terminó atrayendo a muchas personas. No dudo del poder de Dios, pero tampoco dudo del poder manipulador de las personas que con espectáculos montados, previo diseño de sus programadores psicológicos, pueden producir efectos emocionales que no vienen del Espíritu, sino del ingenio humano. Esto es lo que denomina la sugestión masiva, y en el mundo del marketing se denomina psicología publicitaria, envueltas de falsas ofertas y motivaciones que alientan la ambición y el deseo de poder.

Pero además de los instrumentos de manipulación colectiva, existen los de “palabras persuasivas”, que van acompañadas de engañosas promesas. Falsos testigos confiesan, por ejemplo, que gracias a tal persona obtuvo una fortuna, o tuvo éxito en sus negocios etc., y después entra a escena el engañador, el cual les dice a los presentes:  “Hermanos, tu puedes hacerte rico si tan sólo depositas en este recipiente un billete de 100 dólares, cuanto más des, más te multiplicara el Señor tu ofrenda, como dice la Palabra, él da ciento por uno”. No cabe duda, la ambición humana es la causa que lleva a muchos a caer en el engaño de una fácil prosperidad, que sí enriquece al predicador de la prosperidad, mientras frustra  y empobrece a sus oyentes.

FACTORES DE VULNERABILIDAD MENTAL

Existen ciertos condicionantes para ser presa fácil de los manipuladores. Analizaremos algunos de ellos para después analizar otros aspectos de la manipulación mental. Lo primero que tenemos que hacer para manipular una mente es desestabilizar sus pensamientos, y producir inseguridad y confusión mental, lo que desencadenará una tormenta sobre la cual se puede trabajar fácilmente. Sembrar dudas, inseguridad, enfoques incorrectos sobre el entorno, complejo de culpa, confusión y después conducir sus razonamientos, mediante tácticas psicológicas, a una actitud de persuasión coercitiva, es la clave para manipular.

A una persona manipulable se le obliga a hacer cosas bajo presión que no haría si no estuviese bajo una fuerte influencia psíquica. Aquellos que tienen elementos condicionantes (aprensivos)  son  presa  fácil de estas manipulaciones, máxime si está pasando por una situación difícil de la vida. Se consideran factores condicionantes, además de los problemas personales del momento, el resentimiento, la frustración, el odio, las crisis económica o de salud y otros tipos de sentimientos adversos contra la familia, el entorno o la iglesia. No podemos ignorar que el grado de ignorancia que tenga el individuo contribuirá a que el engaño funcione más rápido. A este desajuste lo llamaremos “disonancia cognitiva” y crea las condiciones para que la mente sea manipulada e incluso anulada por completo. Para lograr esto basta con someterlo a un proceso denominado “lavado de cerebro” o  “técnicas de regresión”.

EL ARMA MÁS PODEROSA DE SATANAS

La Biblia enseña que el “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir” y después declara que Jesús vino para “darnos vida, y vida en abundancia” (Juan 10:10). Ese ladrón que destruye es Satanás, y la forma más sutil que usa es sembrar en nosotros una culpa destructiva  sobre la cual trabajan los programadores mentales. Esto nos lleva a sentirnos inseguros, sembranse en la mente de la persona el pánico a cosas que muchas veces son fabricadas por el manipulador. Es ahí cuando aparecen los salvadores, que asaltan nuestra mente confusa para condicionarla a sus pretensiones, y está claro, cuando uno se haya ahogándose, se agarra de lo primero que encuentre.

Robert Lifton analiza esta etapa como la creadora de las condiciones para canalizar la culpa del sujeto a un fin determinado por el manipulador, que lo puede hacer fanático de una idea obsesiva, la cual le ofrece una falsa seguridad que no tenía, siendo asaltada su mente confusa para conducirlo a las pretensiones del manipulador[2]. Esto produce lo que podíamos definir como un  “asalto a la identidad del individuo”, con lo cual se altera la realidad del “YO”. De esta forma se programa su conducta, el cual sin darse cuenta, queda anulada.

Cuando se usan métodos de presión, el cambio de conducta es más rápido que cuando se usan los métodos de persuasión. Un ejemplo de ello lo podemos ver en la empresa mercantil AMWAY[3], que por medio de las ambiciones materiales, inducen a sus socios a la modificación de conducta. Para  los que forman esta transnacional de venta, el ser diamante es la meta, pues podré ser rico sin mucho trabajo, aunque la riqueza de los diamantes en AMWAY está en las famosas conferencias o “rally”, en donde los asistentes tienen que pagarlo todo, hasta los muestrarios de venta. El otro método es el totalitario, impuesto en la China comunista y la extinta Unión Soviética. Este usa la presión política del estado mediante el lavado de cerebro de las personas, usando para ello consignas o la persecución  de los detractores  como fórmula de anulación de opiniones contrarias, y de esta forma programar a las personas bajo un mismo esquema, fuera del cual los demás esta perdidos.

EL LAVADO DE CEREBRO Y LA GUERRA PSICOLOGICA

Pero es bueno analizar lo que es el “lavado de cerebro”, ya que este sistema es el método más brutal entre todas las fórmulas de manipulaciones psicológicas. En el año 1951 se comienza a usar la terminología “lavado de cerebro”, que nace de la palabra inglesa “Brainwashing” como fruto de un artículo publicado por el diario Neoyorquino “Vanguard Press” en el cual aparecía un escrito del periodista Edward Hunter intitulado; “Brainwashing in the Red China[4]”. En él se describían las técnicas de manipulación mental que se ejecutaba en esta nación para condicionar a sus habitantes a las consignas del partido comunista y a su máximo líder, Mao. Estas técnicas ya se venían usando desde mucho antes que se la implantaran en la China de Mao. Durante la época de Stalin (1930) se usó para resistir a los opositores contra éste. De igual forma, en la Alemania nazi, se implantó esta metodología para condicionar al pueblo alemán contra los judíos y potenciar los deseos expansionistas de Hitler. Corea del Norte la utilizó para torturar a sus prisioneros de guerra y obtener información.

Aunque el lavado de cerebro se generalizó en la guerra fría, quien perfeccionó estas técnicas fue la URSS[5]. Sus disidentes eran internados en hospitales psiquiátricos en los cuales empleaban una técnica científica para reeducarlos y re-programarlos ideológicamente a las consignas del régimen. Para lograrlo se les sometía a tratamientos en donde se les desorientaba, para hacerles creer que habían pasado un año, cuando a la verdad sólo habían pasado unos días. Se implementó la repetición de consignas por parlantes, para inducir la mente al sometimiento ideológico. Se buscaba desorientarles y confundirles mentalmente para poderlos después programar de acuerdo a las exigencias del régimen. Se experimentaron drogas  anulantes del “YO”, para hacer más fácil su sometimiento al marxismo.

Mientras la URSS esquematizaba el “lavado de cerebro”, los Estados Unidos establecieron las técnicas de lo que se dio por llamar «Guerra psicológica«, puesta de moda en Centro América en la lucha contra los grupos de izquierda. Esta técnica usaba como arma la propaganda y la libertad para descalificar y socavar a los grupos que proclamaran una ideología contraria a la del capitalismo. Cualquier idea progresista era catalogada con el fantasma del “comunismo”, lo que desató una guerra sucia. Todo lo que no era conforme al sistema era un atentado contra la libertad, y debía ser reprimido, reinando una censura camufla-da de ideología libertadora. Se usaban métodos represivos y persecutorios que, proclamando la libertad,  cometían exceso de violencia y desapariciones.

LA MANIPULACION PSICOLOGIA DE LOS MEDIOS

En esta etapa de la guerra psicológica bastaba fabricar un fantasma, para desencadenar una persecución o una represión sobre las personas (cazas de brujas). La guerra psicológica se basaba más en la desinformación y manipulación de la verdad que en la programación de la mente, aunque no dejaba de marcar ideológicamente la conducta social de forma global.

De ambas corrientes se ha nutrido la psicología actual, para producir lo que podemos llamar «programación psicológica», que no es otra cosa que un lavado de cerebro solapado, acompañado de una guerra psicológica de persuasión, que induce a los seres humanos a someter su «YO» a los caprichos o deseos de ciertas personas que los manipulan según sus intereses. Es por eso que las empresas mercantiles requieren de psicólogos y sociólogos que les ayuden a presentar una publicidad atrayente y persuasiva, aunque el producto que ofrezcan sea de mala calidad.

No solo se manipula la información y los enfoques, sino que se han introducido mensajes subliminales dentro de ciertas canciones o películas que ejercen un efecto poderoso en la mente de las personas. Se ha dicho que quien controle los medios de comunicación, controla la política y las personas. Nuestro mundo se guía por la información que recibe de los medios. Creemos lo que nos dicen ciegamente, sin razonar. Ellos nos pueden presentar al villano como noble y al noble como villano, y terminamos creyéndolo ciegamente. Recientemente obtuve una foto respecto a la famosa Intifada de los palestinos en su lucha por su autonomía. Se les miraba tirando piedras al poderoso ejército judío, y se les veía heridos y masacrados, pero del otro lado un periodista tomó la misma foto desde otro ángulo, aquí se miraba a los periodistas en formación de fotografiar y a los supuestos palestinos en posición de ataque, y todo era un montaje[6]. ¿Cuántas supuestas informaciones no son sino montaje?  Se afirma que no hubo un tal viaje a la luna, sino que todo fue un engaño bien montado en Hollywood. ¿Será posible esto?

CONTINUARA…

BIBLIOGRAFIA

• [1] – Tomado de la revista “Muy Interesante” Mayo 2002, página 91
• [2] – “Reforma de pensamiento y psicología del totalitarismo” Robeth Lifton.
• [3] – En esto del mercadeo en red los modelos más comunes son dos: la pirámide y el multinivel. Ambas funcionan de la siguiente manera. La persona se afilia a la empresa, previo pago, y es remunerado por las ventas que haga de determinados productos y por las ventas que hagan otras personas que él mismo pueda afiliar. Siendo así, la clave del éxito en estos modelos de negocios no está principalmente en la comercialización de productos, sino en la construcción de una red de afiliados. El esquema de pirámide se base principalmente en la remuneración por referidos, el de multinivel, en la venta de productos. Siendo así, el primero ha tenido problemas legales a los cuales, en parte, puede atribuirse la mala imagen de este tipo de emprendimientos.
  Mucho ojo: Cuando el único objetivo de la red es integrar a otros para seguir ganando, y no se vende el producto, el modelo es insostenible.
• [4] – “Lavado de cerebro en la China Roja”
• [5] – Siglas que identifican la “Unión de Republicas Socialistas Soviéticas”.
• [6] – Ver en Internet:  http://www.prensaveraz.com