EXPERIENCIAS O EMOCIONES «MANIPULACIÓN RELIGIOSA»
Mario E. Fumero
Las técnicas persuasivas dominan el mercado, apoyadas por la sociología de la información. Son los factores que usan las empresas, gobiernos y políticos para obtener aquello que desean de la mayoría de la gente, los cuales, como borregos, hacen lo que no desean hacer. El manejar las masas, psicológicamente, es todo un arte o ciencia en nuestros tiempos. Para lograrlo se hacen encuestas que miden las tendencias sociales de la mayoría, en base a ello, se elaboran los planes estratégicos de información y propaganda.
Los grandes dictadores de la historia usaron estos métodos disfrazado de patriotismo o ideologías exóticas.El «YO» debe ser formado, y en ciertos casos «atenuado», por medio del procedimiento de la formación disciplinaria en el hogar. Cuando hay formación, hay criterios, y entonces aparecen los valores y principios. ¿Qué son los principios? Murallas que sostienen nuestra moral en alto. Pero a veces somos víctimas de un bombardeo de ideas y consignas que lentamente desmoronan ese muro, y hacen que caigamos bajo unas influencias permisivas que nos llevan a actuar contra los valores que poseíamos de antemano. Cuando el “YO” no está atenuado o sojuzgado a un poder superior, como es DIOS, entonces podemos debilitarnos, y ser presa de las ideas huecas de este siglo. Es ahí cuando caemos víctimas de la manipulación de aquello que, tomando nuestra vulnerabilidad, flaqueza, sinceridad excesiva y buena fe, nos llevan a hacer cosas que van contra nuestros propios deseos o convicciones. Es por ello que los movimientos radicales programan incluso a las personas a inmolarse como bombas humanas o kamikaze. El fanatismo y la programación mental llevan a cometer acciones incoherentes para una persona normal.
EL DIOS QUE RESPETA TU «YO»
Es importante entender que jamás Dios anula nuestro libre albedrío, por lo que no puede imponernos su voluntad de forma automática y mecánica. Él deja que nosotros escojamos, nos llama a la obediencia de forma voluntaria. Dice Josué 24:15: «Venid, pues, dice Jehová; y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana» (Isaías 1:18). «Pero si os parece mal servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis: si a los dioses a los cuales servían vuestros padres cuando estaban al otro lado del Río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis. Pero yo y mi casa serviremos a Jehová» .
En estos textos podemos ver la decisión voluntaria del hombre para someterse o revelarse. Cuando Jesús estuvo en la tierra nunca forzó nada en sus discípulos. Él apeló a la voluntad de sus seguidores. Su evangelio no era un evangelio de persuasión, sino de confrontación, por eso dijo: «El que cree en él no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.» (Juan 3:18). El siempre presentó dos alternativas; «servir a Dios o a riquezas» (Mateo 6:24, Lucas 16:13) «la puerta ancha o estrecha» (Mateo 7:13) «hijos del diablo o hijos de Dios«(Juan 8:44) y nos llama a ser sus amigos; «si hacéis lo que yo os mando» (Juan 15:14).
¿SE PUEDE ANULAR LA VOLUNTAD?
La acción de manipular a una persona se puede interpretar como una manera de anular la voluntad de las personas. Esta acción no solo es un atentado a la naturaleza divina, sino que origina y causa serios problemas de conducta, por lo que la persona no es dueña de su vida, ni de su destino, haciéndose esclavo de las personas que los manejan a su antojo.
¿Qué es la voluntad? Ya hemos explicado sobre ella en capítulos anteriores, pero no está de más remachar su sentido en el contexto de la Palabra. Es la capacidad de actuar con el libre albedrío, decidiendo por mí mismo lo que debo o no hacer. Es una característica fundamental, presente en todos los seres humanos con inteligencia. Según las Sagradas Escrituras es una cualidad importante dada por Dios en la «Imago Dei» (La imagen de Dios en nosotros)[1].
En el campo de la teología se ha debatido mucho sobre hasta donde el hombre tiene libertad y voluntad. Algunos teólogos, como San Agustín, han tratado de enfatizar el hecho de que la naturaleza global del ser humano está subyugada al designio divino, por lo que todo depende de la gracia y la soberanía de Dios, punto en el cual se apoyan los que defienden la doctrina de la predestinación[2].
No es mi intención discutir o definir el aspecto de ¿Hasta dónde está el hombre sojuzgado o anulado por Dios? O si ¿Puede el Creador, en su Soberanía o designio, manipular el derecho de decisión y acción de los seres humanos? No podemos ignorar la importancia que tiene libre albedrío en el quehacer humano, ni tampoco podemos obviar que nacemos con una naturaleza viciada por el pecado edénico.
TÉCNICAS DE PROGRAMACIÓN PSICOLÓGICAS
Existen organizaciones religiosas y seculares cuya especialidad es la manipulación de la voluntad del hombre. Para lograr esto aplican métodos psicológicos de persuasión, repetición y sugestión, obteniendo un resultado efectivo en algunos tipos de conducta. Actualmente se ha desarrollado lo que se denomina «programación psicológica» y cuando una persona es víctima de esta programación, cae en una pérdida de su propia identidad, por lo que se ha creado una rama de la psicología que maneja a las víctimas de sectas programadoras, y han desarrollado una terapia denominada «desprogramación psicológica». Para entender mejor esto lo explicaré así: Una persona educada desde niño en cierta forma, se le somete a una disciplina que trata de reeducarla de nuevo para modificar su primera educación, y por último, tenemos que deshacer la pre-educación para devolver a su estado original, lo que se vuelve bastante complejo.
Para tener una idea de cómo se reprograma a una persona, afirmaremos que casi todas las sectas o empresas programadoras recurren a una metodología que sigue más o menos un principio común:
PRIMERO: Afianzan la incapacidad de las personas para resolver por sí mismos los problemas y de esta forma, le hacen sentir que no pueden actuar por sí mismo frente a la realidad que les afecta. Crean una sensación de inutilidad, incapacidad o fracaso, que les lleva a ver que la opción ofrecida por la secta o grupo es la única solución, y por arte de magia, le ofrecen todo lo que él necesita para así someter su voluntad, de forma incondicional, a los dictámenes de ellos (los programadores). Cuando esta metodología se aplica a sectas «espiritualistas» se induce a las personas a tener experiencias extra sensoriales. Para ello se usa una gama variada de métodos: La autosugestión, la repetición continua de una frase a la cual se le da «poderes mágicos”, el usar el poder mental para entrar al sub-consciente y descubrir el mundo oculto del sexto sentido, el uso de fetiche o amuletos etc. Algunos grupos emplean el hipnotismo, relajamiento, proyecciones imaginativas de visualización, uso de algunos alucinógenos o yerbas afrodisíacas, etc. Dentro del movimiento de la Nueva Era se han desarrollado una gama de métodos para producir efectos programadores y manipulativos en las vidas de los que se adentran dentro de esta corriente demoníaca[3].
SEGUNDO: La saturación y manipulación de cierto tipo de información que trata de modificar, de forma sutil, la conducta normal de las personas. Para ello se le suministra un determinado material por medio del cual se les lava el cerebro, haciéndole ver que lo allí expresado es la única y absoluta verdad. Este patrón es usado por la secta «Testigos de Jehová» que a través de las publicaciones de su revista «Atalaya» y «Despertad» condicionan a las personas a creer lo que ellos (sus escritores) quieren que crean. Hay un sin número de sectas que manipulan con escritos, visiones e interpretaciones de sus líderes o caudillos al incauto, los cuales se proclaman profetas, iluminados o portadores de una verdad absoluta.
También existen empresas mercantiles transnacionales que como AMWAY usan una metodología parecida a la de las sectas dentro de su sistema piramidal de mercadeo. Estos grupos se apoyan en revistas, libros, casetes, videos, seminarios y convenciones. Potencian la explotación de las debilidades humanas: La ambición, la inseguridad, el deseo de ser grande, el deseo de prosperar, el evadir los problemas, sufrimiento etc. para llevarlos a una anulación de su capacidad de razonar y someterlos a los designios del grupo.
COMO SE FORMA UNA VIDA ESPIRITUAL
Aunque muchas iglesias evangélicas no usan la programación psicológica con sus miembros, algunas, inconscientemente, introducen dentro de sus cultos acciones que tratan de manipular a las personas a obtener ciertas supuestas «experiencias espirituales». Lo primero que debemos aclarar es que las congregaciones deben formar en sus miembros principios que les gobiernen, pues el sometimiento arbitrario y absoluto a una autoridad vertical nos puede llevar al avasallamiento y dictadura espiritual (tiranía de lo santos). Cuando en una iglesia evangélica sus miembros tengan que consultarlo todo, y no puedan tomar decisiones por sí mismos una vez que alcanzan madurez, están bajo las influencias de una manipulación sectaria que no necesariamente puede tener doctrinas heréticas.
Mi deber es discipular a los nuevos convertidos y enseñarles la Palabra, para que sea ella la que les guíe y les revele lo que tienen que hacer en cada situación de la vida una vez que hayan alcanzado madurez. San Pablo[4] expresa en hebreos 5:15 la meta del crecimiento del cristiano en una congregación, y la define como «alcanzar madurez» que equivale a tener criterio propio en lo que he de hacer: «Pero el alimento sólido es para los maduros, para los que por la práctica tienen los sentidos entrenados para discernir entre el bien y el mal».
Él estableció discípulos y creo en ellos un criterio formativo basado en el ejemplo y la doctrina apostólica, por ello le escribe a su hijo Timoteo: «Lo que oíste de parte mía mediante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Timoteo 2:2).
Y aunque Pablo tenía autoridad como apóstol, él se limitó a aconsejar cuando sus discípulos le planteaban algunos problemas (1 Corintios 3:1-6, 5:1-7). El apóstol advierte el peligro de seguir a maestros manipuladores, que saliéndose de las normas escritas, traten de formular metodologías no bíblicas y afirma: «Si alguien enseña algo diferente y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, se ha llenado de orgullo y no sabe nada. Más bien, delira acerca de controversias y contiendas de palabras, de las cuales vienen envidia, discordia, calumnias, sospechas perversas, y necias rencillas entre hombres de mente corrompida y privados de la verdad, que tienen la piedad como fuente de ganancia» (1 Timoteo 6:3-5).
COMO SE MANIPULA UNA PERSONA
Aunque en algunas congregaciones no se anula el «YO» mediante una programación determinada, estamos viendo, con asombro, como últimamente se está adoptando métodos que tratan de convertir el culto en espectáculo, y a los predicadores en «actores», provocando acciones que a veces ronda lo estrambótico y absurdo.
Quiero dejar por sentado, como pentecostal que soy, que creo en las manifestaciones del Espíritu Santo. Creo en la multiforme gracia del Señor y de que él hace lo que quiere, cuando quiere y con quien quiere. No podemos hacer un cajón para determinar, por medio de un cuadro teológico, la forma en que Dios puede obrar en una vida, limitando su poder y manifestación. Pero no debemos imponer nuestras experiencias como dogma de fe y revelación divina para todos.
Existen actitudes que pueden llevar a las personas a una falsa experiencia. Todo lo provocado por mecanismos humanos no es producto del Espíritu. El deber nuestro es enseñar la Palabra y dejar que ésta penetre para que pueda producir una obra completa porque; «… la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios». (Romanos 10:17 RVR).
Todas las experiencias que vienen de adentro producen efectos externos positivos y nos llevan a una emoción que brota de la convicción. Somos seres emotivos, y no podemos evitar que frente a experiencias espirituales, expresemos una euforia y unas reacciones físicas visibles. Esto es normal y aun natural, por lo que no «debemos impedir el Espíritu«, aunque si hay que educarlo para aprender a controlar nuestras emociones y reconocer que «los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; (1 Corintios 14:32).
LAS EXPRESIONES EMOCIONALES
Recuerdo cuando el Señor me bautizó con el Espíritu Santo, sentí un fuego que me impulsó incluso a causar mucho desorden externo. Una vez la directora del Instituto Bíblico donde estudiaba en Puerto Rico me llamó a la oficina y me exhortó, enseñándome que toda experiencia y expresión emotiva debe ser controlada, para que el Señor pueda hacer una obra profunda y completa en nosotros.
Las emociones pueden ser controladas, principalmente aquellas que proceden de un temperamento impetuoso. Otros tienen emociones muy eufóricas, y reaccionan frente a las experiencias con expresiones exageradas, pero es parte de su forma de ser. Algunos tienen expresiones emotivas que llegan a lo histérico, por lo que se descontrolan. Los tales tienen serios problemas emocionales y no han sabido desarrollar la capacidad del dominio propio. Son personas manejables y aunque parecen muy emotivos, gran parte de las veces sus emociones son pasajeras. Son como el fuego en un pajar, o como metal que resuena y címbalo que retiñe. Cuando estamos viendo un partido deportivo y nuestro equipo gana, cada cual expresa su júbilo con una reacción emotiva, y es normal. Sentimos, y porque sentimos, vivimos, y porque vivimos nos expresamos emotivamente. ¿Por qué reaccionamos y nos emocionarnos frente a un equipo deportivo, o un artista, o una película y no podemos hacer lo mismo cuando tenemos una experiencia con Dios o el Espíritu Santo? Siempre que haya una experiencia espiritual, tiene que haber una expresión emotiva, y ésta se ajustará a nuestro temperamento.
Existe una diferencia entre expresar lo que ciento, a que me hagan sentir lo que no siento. Muchos super-evangelistas, usando una metodología persuasiva y manipulativa, llevan a la gente a experimentar cosas que no proceden de una expresión espontánea del Espíritu, sino a una predisposición del predicador y de los participantes. Es por ello que aunque hay «conversiones masivas», de la misma forma, hay «deserciones masivas». Recuerdo cuando una vez fui a predicar a una Iglesia a la cual muchos hermanos iban con una almo-hada, por lo que le pregunté al pastor para que llevaban almohadas al culto, y me contestó: “Es porque al orar, el <Espíritu> los tumba al piso y la usamos para prevenir un golpe”. Esta medida fue promovida por el pastor que aconsejó venir preparado «para recibir la bendición” ya que días anteriores alguien se golpeó la cabeza al caer.
Me gusta ser analítico de lo que ocurre a mí alrededor. Cierta vez me dieron un video de una campaña de un famoso evangelista. Me puse a ver el espectáculo de las caídas. Observé que los primeros que comenzaron a caerse, cuando éste sacudía la chaqueta, eran sus colaboradores, aquellos que después iban a ponerse detrás de la gente que pasaba al frente. Observé como una misma persona se cayó ocho veces, y siempre con el mismo estilo y en la misma forma. Después lo vi ayudando a aguantar a los demás que se caían. Todo se miraba tan bien montado y programado que estaba mirando una réplica en versión hispana de Benny Hinn. Este evangelista confesó que su unción la recibió cuando fue a Orlando, Florida a visitar a Benny Hinn, el cual le impartió «su espíritu». De igual forma, Benny Hinn recibió su unción frente a la tumba de Katheryn Kuhlman[5].
No pongo en tela de juicio lo que Dios hace, siempre y cuando muchas de estas acciones obedezcan a una espontaneidad, y no se haga liturgia, programación o manipulación colectiva. Creo que Dios puede derribar a cualquiera, lo hizo con Pablo, ¿Y por qué no lo puede hacer en tu vida? Sin embargo, debemos saber discernir cuando una caída o manifestación es producto de una experiencia personal y profunda, o cuando es el producto de una sugestión o manipulación colectiva. Además cualquier manifestación espiritual debe tener un fin, producir un cambio en la vida, y no para montar un espectáculo público que llame la atención y exalte a un hombre llamado “ungido”[6].
LAS ONDAS QUE SE IMPONEN
Muchas acciones manipulativas son «efectos de inducción», provocadas por la repetición de un principio que se impone, o por el manejar psicológicamente ciertas acciones que se adhieren al grupo de forma pegadiza y estereotipada, y que llevan a «una histeria colectiva». Un predicador afirmó antes de su debut en el púlpito que «hoy los voy a llevar al pueblo de Dios a dar gritos de guerra para que descienda la bendición». Una vez en escena, mezcla la Palabra de Dios con ideas humanas, Recibidas del mundo secular; “Acaso no gritan los mundanos a sus ídolos, y ¿por qué no hacerlo nosotros?” y comenzó a provocar los gritos afirmando: “Demos un grito de guerra, un grito de victoria, un grito de gozo” y así se produce una euforia colectiva que arrastra los ánimos a las emociones. Después algunos de los presentes toman esta acción, la etiqueta y fabrica un molde que lo lleva a sus iglesias.
Dios da el avivamiento, pero los hombres lo roban, lo etiquetan y lo convierten en ondas u olas. Peter Wagner acuñó el término «la tercera ola»[7] para referirse al avivamiento promovido por John Wimber[8] en el cual aparecieron cosas raras dentro de un mover del Espíritu. Según Wagner hay tres olas: “La primera era la ola del movimiento pentecostal, la segunda, la ola del movimiento carismático y la tercera la ola pro-movida por el movimiento de La Viña«. Después de estas olas, apareció la ola de Toronto y actualmente (1997) la ola de Pensacola, Florida, que a su vez pro-duce la ola de los apóstoles y profetas (2001), también promovida por el Sr. Wagner.
Excluyendo lo que ocurre en Pensacola, que es un mover de confesión, arrepentimiento y humillación, las demás «olas» se han caracterizados por la introducción de acciones manipuladoras en la gente, que les ha llevado a actuar de forma incoherente. Entre las muchas acciones manipuladoras y dominantes en estos tiempos están el repetir, en forma de mantras, consignas proclamadas desde un púlpito. Los “mantras” son equivalentes a la «letanía» que ejecutan los católicos.
Una de las dinámicas del «lavado de cerebro» del comunismo era la implantación de consignas, esto es, estribillos con los cuales se moldeaba la conducta y expresiones de la gente. En la Biblia no se impone ningún molde de repetición programada, aunque eso sí, la enseñanza debe repetirse para que sea parte de nuestra forma de vivir, pero hay que diferenciar principios o enseñanzas respaldados por la vida,[9] a con-signas o estribillos que tratan de manipular las conciencias con patrones estereotipados.
Algunos grupos han implantado el método de expresarse a Dios imitando a los animales. Ellos dicen que de esta forma las personas pueden romper sus complejos y temores. Una vez un hermano se acercó a un predicador para que oraran por él, pero comenzó a articular muecas y sonidos como un orangután, el predicador no pudo contener la risa, y se tuvo que salir del culto. ¿Sobre qué base bíblica fabrican estos disparates? Sin embargo, estas acciones se riegan por medio del espectáculo de un culto, que tiene de todo, menos fundamento bíblico. En otra Iglesias los hermanos iban al culto llevando un biberón y un chupete de bebé. Cuando comenzaba el culto, el pastor afirmaba “Hermanos, ahora preparémonos como niños para poder recibir la palabra del Señor” y todos comenzaban a chupar el biberón, a llorar como bebés y algunos hasta se ponían en cuatro patas, ¿Es lógica tal actitud a la luz de las Escrituras? Hemos olvidado las enseñanzas de Romanos 12:1 «Así que, hermanos, os ruego por la misericordia de Dios que presentéis vuestros cuerpos
Como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es vuestro culto racional“.
Noten el término «culto racional«, esto es hacer las cosas con lógica, pensando y razonando a la luz de las Escrituras y la fe cristiana, lo que estoy haciendo, pero la manipulación nos está llevando a «cultos irracionales» donde hacemos todo lo que nos dicen sin forjar un criterio bíblico.
Cuando llegué a Honduras después de 12 años en España (1994) encontré en muchas de nuestras iglesias una forma de expresión, de adoración que imitaba la actitud profana del mundo secular. En medio de la alabanza no solo había aplausos, cosa aceptable, sino que algunos gritaban, otros aullaban, y gran número chiflaban. Y es que, adonde quiera que fuera, me encontraba el mismo patrón de conducta. Todo era una copia sin base bíblica, que se había convertido en un modelo nuevo de culto. La expresión coherente había desaparecido. Todo el devocional era una manipulación y expresión incoherente hasta que llegaba el mensaje. Nos habíamos liberado de la liturgia del pasado, y habíamos caído en otra más similar al parámetro del mundo, y todo esto nace como producto de una manipulación, porque esas acciones son más el procedimiento de una analítica psicológica, que de una acción bíblica y sistemática. ¿Dónde dice la Biblia que hay que chiflar, aullar, ladrar, reír, etc. para poder expresar adoración? Son ondas que han entrado, se han quedado y no se han analizado teológicamente. ¿Por qué? Porque a la carne le gustan los frutos de la carne. Porque somos imitadores del mundo y hemos perdido nuestros principios originales.
Todos estos fenómenos han producido una avalancha de libros de hermanos evangélicos que no aceptando el bautismo del Espíritu Santo. Ellos han encontrado en los abusos y desvirtuaciones los argumentos para atacar al mover de Dios, y apoyar su apología contra el pentecostalismo, pues entre el pentecostal clásico y carismático (llamado neopentecostal) hay poca diferencia. Estos extremos descalifican en muchos aspectos el propósito de Dios con su poder, pues el abuso hace que estos maestros de la Palabra, enemigos del mover de Dios, generalicen y coloquen a todos los que creemos en el Poder del Espíritu Santo en el mismo saco[10]. Sin embargo, hay otros que siendo pentecostales, confrontan y señalan los abusos que hacen aquellos mercaderes de «Vendas Mágicas», como dice el hermano David Wilkerson[11].
CONFESIÓN POSITIVA
Entre las muchas formas de manipulación existentes en la iglesia están aquellas que llevan a la persona a adoptar una idea fija, relacionada con objetivos positivistas, emanados de la Nueva Era. En estas dinámicas de supuesta expresión espiritual hay de todo, menos el mover del Espíritu Santo. El nivel de manipulación y montaje ha alcanzado tal dimensión que no está solo en la acción, sino también en la enseñanza. Muchos predicadores y falsos maestros de la Biblia han introducido el «positivismo teológico», que se manifiesta en diversas formas en la vida de la Iglesia. Veamos algunas de estas formas y comencemos a distinguir lo que es de Dios, y lo que viene del diablo:
–La visualización: Es el área fuerte de los movimientos gnósticos y la Nueva Era. Consiste en fabricar (o visualizar) en mi mente aquello que deseo y tomar por medio de una fe posesiva que se vuelve egoísta y materialista. También se puede manifestar como un proceso de regresión, con la cual puedo viajar a mi pasado, e incluso, entrar en las dimensiones del Karma[12] o reencarnación anterior. En algunas dinámicas de consejería cristiana se emplea el método de regresión para encontrar en lo oculto de la mente o del pasado, las causas de mis problemas presentes. Tal acción no tiene base bíblica, sino que emana del ocultismo, e introducida en algunas tendencias de la psicología moderna.
¿Por qué no apruebo este método para encontrar los problemas o pecados ocultos o generacionales? Porque el Espíritu Santo es el que escudriña los corazones y a él le toca sacar a memoria todo lo que estorbe y removerlo mediante la confesión a Dios por medio de Jesucristo. No hay que entrar en un trance hipnótico o relajante o de visualización para que Dios muestre mis defectos o problemas emocionales. ¿Qué mejor ayuda necesitamos que un Espíritu Santo que nos ayuda en nuestras debilidades?
—La confesión positivista: Es el principio que nos lleva a declarar todo lo contrario a la realidad que esté viviendo. Por ejemplo; decir que “aquí no pasa nada”, aunque esté enfermo, pues de lo contrario estoy en derrota. Se enseña de que Dios ha tomado el control de todo y que debo confesar que «estoy sano» aunque me sienta enfermo: «Yo sé que estoy sano porque la Palabra de Dios dice que por sus heridas yo estoy curado»[13]. Declarar lo contrario sería dudar, no tener fe, y por lo tanto, se iría al fracaso por lo que cometemos pecado.
Hay una similitud en lo que proclaman estos predicadores y lo que enseña la Nueva Era y algunos gurús[14], que por medio de la autosugestión tratan de hacer milagros. ¡Qué diferencia!, Cuando Jesús sanó a los diez leprosos, los envió al médico de su época (el sarcedote), para que diera fe del milagro que operaba por el poder de Dios, y no por la persuasión o sugestión (Lucas 17:11-19). Alguien certificaba la sanidad y no era proclamada por uno mismo si no había evidencia de ello. El cojo de la puerta la Hermosa (Hechos 3) proclamó sanidad porque salió caminando y no porque siguió cojeando. Proclamar lo que no es evidente es un engaño y una mentira.
Dios sana, de ello no me cabe la menor duda. La sanidad es un don que opera a través de cualquier miembro de la iglesia que tiene dones de sanidades o usa la fe y la obediencia a la Palabra. La Sanidad es un medio, no un fin. Debemos reconocer que enfermamos y morimos de algo.
El Apóstol Pablo reconoce este hecho cuando declara que el hombre exterior se desgasta; “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. (2 Corintios 4:16). Todos tenemos que morir, y nadie muere “de nada”, siempre hay una causa clínica de defunción. No podemos radicalizar y manipular la sanidad dentro de un positivismo mental absoluto. El mismo Pablo enfermó en varias ocasiones (2 Corintio 11:29, Gálatas 4:13) y lo declaró. En una ocasión le recetó a Timoteo tomar vino en las comidas para su problema digestivo (1 Timoteo 5:23).
¿Dudo de los milagros? De ninguna manera. Los milagros y las señales son la manifestación del poder de Dios. Todas las narraciones bíblicas están llenas de milagros. Dios es un Dios de milagros, esto nadie lo duda, y el que lo dude, no puede creer en el Dios revelado de las Escrituras. El problema es que muchos predicadores le han dado tanta importancia al milagro, en han olvidado el mensaje de la cruz y del sufrimiento, ignorando las enseñanzas de San Pablo en Efesios 6:10-13: “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne,
sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”. Debemos nutrirnos de la Palabra de Dios y no de un positivismo mental que nos saca de la realidad bíblica:
«La palabra de Cristo habite abundantemente en vosotros, enseñándoos y amonestándoos los unos a los otros en toda sabiduría con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando con gracia a Dios en vuestros corazones.» (Colosenses 3:16).
EN BUSCA DE FENÓMENOS PARANORMALES
El otro aspecto es la búsqueda de señales y prodigios. A la gente le encanta todo lo sensacional, estrambótico, y paranormal. Esta tendencia hacia lo desconocido nutre las corrientes ocultistas que se pro-mueven en todos los medios. Podemos decir que lo exotérico está de moda hasta en el cine. Es el mejor aliado de la Nueva Era. Es la causa por la cual vemos florecer la tercera forma del positivismo y las ideas del diablo en el mundo de hoy.
–Los Fenómenos paranormales. Algo muy peligroso está ocurriendo en estos últimos tiempos, se ha despertado una fiebre por buscar fenómenos para-normales, extrasensoriales y espectaculares a grado tal que: «La sociedad hoy en día está obsesionada con lo sobrenatural, al punto que la gente está deseosa de interpretar casi cualquier fenómeno raro como una maravilla sobrenatural. Más y más escuchamos de eventos extravagantes e inusitados que popularmente son mal interpretados como milagros«[15]. Esta credulidad ha dado lugar al aumento de adivinos, videntes, falsos profetas y apóstoles que hacen milagros maravillosos que vemos a cada rato en programas de cine y televisión, donde lo exotérico ocupa la primera plana[16]. Las películas más taquilleras son aquellas que abordan los fenómenos paranormales o de poderes ocultos. Las enfermedades psicosomáticas se curan usando auto-sugestión, unas veces apoyada en una fe depositada en personas con poderes, y otras veces usando medicamentos que son placebos o una mezcla de superchería barata con prácticas espiritistas[17]. El hipnotismo y las prácticas orientales están de moda, incluso en la medicina. Al espiritismo se le llama actualmente “parapsicología. Las nuevas técnicas psicológicas se llaman “regresión” y apoyan las creencias de la reencarnación. En muchas iglesias predicadores acuden a estas técnicas para manipular a los creyentes y llevarle a experiencias que no vienen del Espíritu Santo.
Seamos realistas, reconozcamos que más importante es la obediencia a la Palabra, que caer en estas corrientes positivistas que llevan al fanatismo y conducen a la frustración. Hay que entender que las señales, milagros y prodigios es una forma de abrir puertas, pero no debe ser un medio manipulativo o explotativo, aunque en los últimos tiempos, y según la profecía, estas características dominarán:
«Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y darán grandes señales y maravillas de tal manera que engañarán, de ser posible, aun a los escogidos»
(Mateo 24:24)”. Jesús reprendió la búsqueda de señales de los fariseos, como también hoy reprendería la obsesión de señales que buscan muchos cristianos, olvidando el vivir, para buscar tan solo el ver: El respondió y les dijo: –Una generación malvada y adúltera demanda señal, pero no le será dada ninguna señal,
sino la señal del profeta Jonás– (Mateo 12:39).
Si los milagros glorifican a Dios y conmueven los corazones, ¡AMEN!, Bienvenidos sean. Pero si los milagros son un medio para el protagonismo humano, una búsqueda de curiosidad, y un medio de explotación y manipulación mercantil, ¡lo rechazamos!, por-que ya tenemos el milagro de Jesús y del poder de su Palabra trayendo los corazones a los pies de Cristo. Rechacemos toda manipulación religiosa y proclamemos todo el consejo de Dios.
- [1]– Ver Bibliografía «Diccionario de Teología» Editores Sinclair B. Ferguson, David F Wright. J. I Pacher. Otros libros: «Predestination and Free» D. R. Basinger.( 1986)
- «The Ethics of Freedom» J. Ellul (1957).
- [2]– «The Christian Philosophy of Agustine» E. Gilson, Londres 1961.
- [3] – “El mensaje de Acuario” Aun Weor, S. A.G.E.A.C., Barcelona 1990.
- [4]– Considero que hebreos fue escrita por San Pablo, aunque algunos escritores ponen en tela de juicio esta afirmación.
- [5] -“Cristianismo en Crisis” Han Hanegraaff. Editorial Unilit, 1993 Página 364.
- [6]– Le recomiendo el libro “Que es ser ungido” Mario Fumero, Producciones Peniel, 1998.
- [7]-Del libro de Peter Wagner «The Third Wave of the Holy Spirit» (La tercera Ola del Espiritu). Ann Arbor: Vine, 1988.
- [8]– Fundador de un movimiento tipo «carismático» que se denominó «la viña».
- [9]– La norma judía era enseñarle a los hijos la ley de Dios en el diario vivir, por medio de la vivencia de padres a hijos y en la repetición continua de está todo el tiempo, pero cuando era pequeño:«Estas palabras que yo te mando estarán en tu corazón. 7 Las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas sentado en casa o andando por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes» (Deuteronomio 6:6-7).
- [10]– Es interesante ver autores que con argumentos sólidos en algunas partes generalizan y atacan a los pentecostales. Daré alguna bibliografía:
- «Los Carismáticos; una perspectiva doctrinal» John F. Macarthur,. Casa Bautista de Publicaciones. 1995. «Cristianismo en Crisis» Hank Hanegraakk. Editorial Unilit. 1993. «Temas Candentes de la Biblia…» Domingo Fernández. Unilit. 1993.
- [11]-Entre los que enfocan moderadamente este tema, sin negar el poder de Dios en su mover del Espíritu tenemos a:»El Síndrome de Lucifer» y otros libros de Caio Fabio, del Brasil. Editorial Logos.»Tenemos hambre de Cristo» David Wilkerson. Editorial Vida.
- [12]-Es la ley de causación, o sea toda acción tiene su reacción, por lo tanto nuestras acciones de esta vida provocan el renacimiento o reencarnación.”Diccionario de Orientalismo” Ramiro A. Calle. Editorial EDAF 1992, pág 90.
- [13]– Kenneth E. Haggin «Right and Wrong Thinking» Publicacion K.W.H Ministries, 1966. Página 20-21.
- [14]– Phineas Quimby, uno de los gurú afirma en su libro «El Nuevo Pensamiento» los mismos principios que usan los predicadores del positivisimo.
- [15]– Del libro «Los Carismáticos» John F. Macarthur. Casa Bautista de Publicaciones 1995, página 107.
- [16]– En programas como «Ocurrió Así» y otros informativos de este estilo, se hacen reportajes de apariciones de vírgenes, santos, figuras de Jesús en edificios, espejos, cuadros, manchas, frutas y estigmas. Los fenómenos demoníacos se han vuelto noticias apetecidas por un mundo enfermo de sensacionalismo y fenómenos sobrenaturales.
- [17] – El término adivinar viene del concepto griego <manteia> lo que es el arte o la acción de conocer cosas futuras y ocultas existiendo varios métodos que van desde la quiromancia hasta la astrología pasando por el espiritismo.


Dios le bendiga,excelente articulo. en cuanto al Espiritu Santo,cuando alguien recibe de corazon a Cristo es sellado y bautizado con el Espiritu Santo,no todos hablan en lenguas o tienen dones iguales,porque el Espiritu Santo reparte dones como el quiere. importante decirlo porque muchos cristianos a la fuerza quieren hablar en lenguas y terminan hablando cosas incoherentes,que no son siquiera lenguas.por eso debemos remitirnos al libro de los hechos para saber que lenguas hablaban los apostoles en el dia del pentecostes.