TOMADO DEL LIBRO “EL ROMPECABEZAS PROFETICO” PUBLICADO EN EL 2009  Ó

Mario  E. Fumero

¿Quien alguna vez no ha armado un rompecabezas? Lo más lógico es comenzarlo a armar por una esquina y tener una idea de el objeto que queremos armar, puede ser un paisaje, un cuadro famoso, o un objeto determinado. Sea lo que sea, necesitamos tener una idea de lo que es y comenzar por la parte más fácil hasta colocar el último puzle. Al definir el tema profético como un rompecabezas, estoy indicando que tenemos la idea de lo que vamos a armar, y sabemos que es, pero necesitamos unir las piezas para formar el objeto deseado. En este caso, nos referimos al quehacer escatológico de los elementos que se representa con la “Segunda Venida de Jesús” y con la Biblia en mano podemos saber las piezas que formaran todo el rompecabezas para que tal hecho ocurra.

Las bases sobre la cual se envuelve el mismo radica en la restauración de Israel, y la profecía de Isaías respecto al reinado del Mesías como príncipe de paz. Los detalles que rodean este hecho son los elementos circundantes que podemos investigar para que el hecho sea cumplido. Nadie sabe el día, ni la hora en que todos los acontecimientos descritos en la Palabra ocurrirán, pero nos da un preaviso de su cercanía, con el fin de prepararnos. No podemos especular de lo que no es evidencia, pero si podemos descubrir lo que se hace evidente.

Lo difícil de las profecías respecto al final de los tiempo radica en que no podemos entender muchas aspectos hasta que este cercano su cumplimiento, y podamos armar el rompecabezas, porque el mapa total de los hechos esta inconcluso en algunos puntos, que tristemente son oscuros, pero en la medida que se dan las condiciones, podemos vislumbrar la fichas que faltan para que el juego termine. Es por ello que en este libro me dispondré a ordenar lo que ya es evidente, para discernir lo cercano o lejano en que estamos respecto a la manifestación del anticristo y de la Segunda Venida de Jesucristo.

En el escrito de este libro empleo muchas citas bíblicas, pero omito ponerlas para que el lector pueda acudir a su Biblia e investigue por sí mismo el texto y el contexto de lo que afirmó, además, con ello disminuimos espacio para dar más cabida a los comentarios y hacer menos voluminoso el libro. Es necesario que investiguemos directamente todas las afirmaciones vertidas, y no aceptemos lo  dicho así como así, pues ciertamente algunos textos pueden ser manipulados si no consideramos algunos elementos exegético como son por ejemplo:¿Quién escribe? ¿Por qué? ¿Para qué escribe? Así como los contextos anteriores citados. Es necesaria hacer una interpretación correcta de las Escrituras aplicando las leyes de la hermenéutica, enmarcándolo dentro de la historia de la época en que se escribe.

Dado a que actualmente se estila la descontextualización y manipulación de la Palabra de Dios, acudo a que el lector investigue directamente en su versión bíblica para ver si lo expresado coincide con lo que la Palabra de Dios afirmó. Sobre toda opinión personal o teológica que proclamemos, tenemos la supremacía y evidencia de lo que dicen las Sagradas Escrituras, que es el fundamento de nuestra fe, y de más peso que lo que uno pueda afirmar. No podemos sobreponer nuestras apreciaciones o revelaciones sobre lo que dice la Biblia.

Un libro que no fundamente sus opiniones en la Palabra de Dios se convierte en un libro sin valor absoluto, e incluso, especulativo y hasta herético. Ninguna revelación o profecía  tiene peso o valor a menos que cuente en el respaldo de las Escrituras de forma doctrinal, y si no fuera así, debemos desecharlas, sin temor a pecar por incrédulo o rebelde.

Otros elementos usados en este libro,  que publicare cada día un capítulo, son las referencias dadas de información obtenida del Internet, para apoyar algunos aspecto, ya que al hacer referencias a libros, muchos lectores carecerán de los mismos, para verificar lo dicho. Con las páginas Web podemos tener acceso a mucha información, y respaldar algunas explicaciones, para que se pueda verificar lo expresado, y sustentar, con  bases solidas, lo expresado y reducir el volumen de lo escrito. También puede haber referencia a videos que respaldan puntos de vistas que parecerán absurdos, pero que son reales y palpables si investigamos a través del  maravilloso mundo de la informática e Internet. Toda afirmación debe tener su respectivo respaldo, de lo contrario, puede ser una calumnia o mentira. Estas referencias estarán al pie de página, para que sea accesible a la investigación del lector.

En los primeros capítulos analizo algunas situaciones relacionadas con la historia de la problemática en América Latina como enlace a la evolución historia de la política y economía. La lógica profética determina los elementos básicos que establecen el panorama de la Segunda Venida del Señor. Los hechos más importantes que trataré de describir en este libro serán los siguientes.

1. 1.    La restauración de Israel como nación. Este es el punto de partida a todo el     ajedrez profético.
2. 2.    La crisis ecológica, que desencadena los factores subyacentes del hambre y las calamidades que son parte de las señales naturales.
3. 3.    La decadencia moral, que condiciona a la aparición del hombre de pecado, y a su vez desencadena la persecución a los verdaderos cristianos.
4. 4.    El aumento de la ciencia, que crea las condiciones para que se imponga el orden mundial en la economía, mediante el control de las personas.
5. 5.    La crisis económica que prepara la antesala para la unidad económica mundial, previo al establecimiento del mecanismo de control.
6. 6.    La crisis religiosa en el cristianismo, que hace manifiesta la apostasía, elemento que dominará y amenazará la existencia de la misma iglesia.
7. 7.    Las medidas a tomar como cristiano para enfrentar la terrible realidad social que enfrentará la iglesia verdadera.
8. 8.    Los pronósticos del fin del mundo entre el 2012 al 2025 según afirman los científicos.

Estos elementos, y otros colaterales, serán analizados con la Palabra en mano, para formar el rompecabezas en donde colocaremos la última ficha para completar el total cumplimiento profético de los últimos tiempos, que concluye con la Venida de Jesús y el establecimiento del Milenio con su pueblo Israel, y con aquellos que le acepten, hecho vital para la consumación de los tiempos. Este enfoque se cataloga escatológico. Al hablar de “escatología” hacemos referencia a los acontecimientos que están por ocurrir, referente a las últimas cosas que pasaran previa la venida de Jesús. Este término procede del griego “eschata” y envuelve un amplio sentido en relación al ser humano en lo que comprende no solo a lo que vendrá, en el aspecto profético y bíblico, sino también en su muerte, resurrección y juicio venidero. Su término hebreo “bé ahárít hayyámim” hace alusión a los días finales o el futuro terminal de todas las cosas.

Según coinciden todos los exegetas bíblicos la escatología del A.T. se define por el concepto de “el día del juicio del Señor” (Jeremías 25:31, Miqueas 3:8). Es por ello que Amos reprende a los de su nación, por desear con tanta vehemencia ese día (Amos 5:18-20)[1]. Es bueno señalar que las profecías del A.T. giran en torno a dos verdades fundamentales, la restauración del reinado de David mediante el Mesías y el día grande y terrible de Jehová cuando venga a reinar en la tierra.

En el N.T. se consolida la escatología con la manifestación de Jesús semejante al “hijo del hombre”, al cual se refirió Daniel en su visión (Daniel 7:13). El aspecto profético de Isaías 53 se cristaliza en la persona de Jesús, el cual nos lleva más allá de los tiempos, hacia su gloriosa venida y el juicio final, acompañada por una serie de acontecimientos y señales que nos darían una pista de la cercanía de los tiempos. Estos nos dejan ver que si la tribulación ocurriera hoy, faltarían 1,007 años para que ocurra plenamente el fin del mundo.

Nadie puede precisar el día, ni la hora de tales hechos proféticos, pero al menos tenemos alguna referencia, para entender lo cercano de este tiempo[2] y estar preparado para que no nos ocurra el error de vivir esperando un milenio sin Jesús, como proclaman algunos predicadores del concepto errado del “Reino Ahora”, lo cual lleva a la Iglesia a intervenir en los negocios de este siglo.

Espero despertar la inquietud al pueblo de Dios por darle importancia a la profecía, y no durmamos, creyendo que vienen tiempos maravillosos, como proclaman los falsos predicadores de la mentira, que pululan por las iglesias, y son usados por el mismo Satanás para establecer su reino de terror y pecado en la tierra, sin que se haya un arrebatamiento ni se establezca el milenio con Cristo.

No podemos vivir ignorando el peligro existente en los últimos tiempos, confundido por la falsas esperanza de los que proclaman tiempos de prosperidad, avivamiento y paz mundial. La Iglesia no debe olvidar las advertencias del mismo Señor que nos dijo que “cuando veamos esta  señales, alcemos nuestras cabezas por que la redención esta cerca” (Lucas 21:28).

El Señor nos ayude. CONTINUARA.