Todos los que trabajamos con la juventud; consejeros, pastores, maestros, líderes sociales, psicólogos, sociólogos etc. estamos convencido de que vivimos una etapa en donde la violencia juvenil se ha disparado a proporciones alarmantes. Hemos visto como estudiantes en diversos lugares son presa de la delincuencia principalmente en los centros educativos, principalmente de los Estados Unidos de Norteamérica, en donde un menor entra al plantel, y sin explicación, matan a sus compañeros, previo a su anuncio en las páginas de facebook.
En los países pobres contemplamos que los estudiantes en las manifestaciones callejeras adoptan actitudes violentas y destructivas. Un alto porcentaje de los muertos en Honduras son jóvenes, y la gran mayoría menores de 18 años. Nos alarmamos cuando escuchamos que un adolecente asesina a sus padres, como son usados por los narcotraficantes para practicar el sicariato, y como actúan fríamente con horrendos crímenes. Muchos maestros tienen miedo de dar clases, porque son víctima del chantaje y amenaza de sus alumnos, y un 40% de los padres actuales han perdido el control disciplinario sobre sus hijos que no les respetan.
Las estadísticas hablan por sí solo. Por ejemplo en “México entre los años 2006 al 2011 han sido detenidos 26 mil 856 menores de edad por delitos federales, según la PGR. Además, buena parte de ellos han sido procesados por otros delitos: 11,548 niños y adolescentes, de hecho, afrontan juicios por asesinato[1]”. Esto revela una terrible realidad latinoamericana. En los Estados Unidos de Norteamérica las estadísticas de la delincuencia juvenil señalan que 2,3 millones de menores de edad fueron detenidos en el año 2002. This accounts for 17 percent of all arrests and 15 to 25 percent of all violent crimes.“Esto representa un 17% de todos los arrestos y de 15 a 25 por ciento de todos los crímenes violentos. According to juvenile crime statistics, murder accounted for five percent of violent crimes committed by juveniles, 12 percent for rape, 14 percent for robbery, and 12 percent for aggravated assault. Según las estadísticas de delincuencia juvenil, el asesinato representó el cinco por ciento de los crímenes violentos cometidos por menores, el 12 por ciento por violación, 14 por ciento por robo, y 12 por ciento de asalto agravado”. Between 1993 and 2002, juvenile crime statistics rates for drunk driving offenses increased by 46 percent, with a very dramatic increase for female offenders (an increase of 94 percent versus 37 percent for male offenders). Según informe de la policía “entre 1993 y 2002, las estadísticas de delitos de menores por conducir ebrio incrementó en un 46 por ciento, con un aumento muy importante de las mujeres delincuentes (un aumento del 94 por ciento frente al 37 por ciento para los delincuentes de sexo”.
Entre 1987 y 1994 la nación norteamericana experimento una tasa de arrestos que aumentó de forma alarmante. El Aggravated assault rates doubled, as did murder rateEmpeoramiento de los asalto se duplicó, al igual que la tasa de homicidios. Estas son las cifras escalofriantes:
“Since 1994 most arrest rates have been in steady decline. Desde 1994 la mayoría de las tasas de paro han estado en constante disminución. Murder arrest rates, for example, were 74% lower in 2000 than they were in 1993. Las tasas de asesinatos de arresto, por ejemplo, fueron un 74% menor en 2000 que en 1993.
- · Males drove the 1987-1994 spike in the murder arrest rate, and the increases were seen in acts committed with firearmsLos hombres llevaron el pico de 1987-1994 en la tasa de paro asesinato, y los aumentos se observaron en los actos cometidos con armas de fuego. Drug abuse arrest rates rose steadily through the ’90s and have not yet dropped significant
- · “El abuso de Drogas aumentó de manera constante a través de los años 90 y todavía no han disminuido significativamente. La problemática entre las mujeres no es tan grande como en los hombres, pero siguen en aumento a partir de los años 90. The arrest rate among females did not experience the sharp rise and fall that occurred with males during the ’90s.Las tasas de arrestos entre las mujeres delincuentes, en cambio, han seguido aumentando en forma sostenida desde la década de 1980[2]”.
Podíamos dar una larga lista que evidencia el incremento de la violencia juvenil, pero mi interés no es señalar lo que a toda vista se hace evidente, sino buscar las causas por la cual la violencia inunda a nuestros niños y adolecentes, y tratar de encontrar alternativas para detener un mal endémico que nos sumejer5 en una inseguridad que va desde los hogares hasta los centros educativos y las calles de las ciudades.
En Honduras nos enfrentamos a una proporción de delincuencia juvenil en aumento alarmante. Esta violencia juvenil se manifiesta en formas de mara, barras agresivas, drogas, violencia callejera y robo. lo peor de todo es que los menores son instrumentalización para ser los ejecutores del crimen en mano del narcotráfico. Para terminar este capítulo les podre una estadística. En la década del 80 los casos atendidos en el Proyecto Victoria por drogas ilegales (catalogadas blandas) como la marihuana, floricunda y pastillas era de un 50% y por alcohol un 30%. Con antecedentes de robo y asalto solo había un 20%, y por crímenes un 1%. Actualmente, por consumo de drogas ilegales como la cocaína y crack (narcóticos) ingresan un 90%, por Alcohol 10%, y han cometido robo y asalto un 75%, y por crímenes o asesinatos un 40%. Entonces, ¿Por qué este terrible deterioro en la juventud? Lo analizaremos en el próximo artículo.


