Mario E. Fumero

Estamos abocado a una crisis de valores en nuestra sociedad occidental, que dice ser cristiana. Es por ello que en los próximos días estaremos publicando una serie de artículo sobre las influencias del secularismo dentro de la sociedad latinoamericana, en donde todo lo incorrecto se vuelve correcto. Vamos irreversiblemente a una crisis familiar con la creación del “tercer sexo” y las nuevas legislaciones humanista que convierten las familias en un caos sin estructura ninguna.

Este es un fenómeno sociológico en los  países de fe cristiana, mientras que en los países orientales, ocurre todo lo contrario, hay una regresión al Estado religioso del Islamismo radical. Mientras los países del Medio Oriente imponen los valores de Corán en la política, y tratan de  hacer religioso el Estado, en los países occidentales se han dado a  la tara de borrar todo vestigio de Dios y de los valores Cristianos, para caer en un estado tan secularizado que la mención a un término religioso puede ser causa de condena, pues estos estados han pasado de laico a profanos.

Esta secularización es parte de la evolución del post modernismo en la sociedad. En Estados Unidos, y en la década del 60, se borro de los centros educativos todo rastro de Dios, oración y mandamientos bíblicos. En la pared donde antes había la tabla de los 10 mandamientos del Pentateuco, hoy hay una propaganda del SIDA, de como usar el condón,  o una referencia a buscar ayuda para abortar. Hay propuestas para suprimir de los edificios públicos todo rastro de Dios, símbolos religiosos, referencia a la Biblia, etc. y algunos van mas lejos todavía, pidiendo que se le cambie el nombre a las ciudades que se refiere a normes religioso, como por ejemplo Los Ángeles, San Francisco, etc. También se ha elaborado una  propuesta de eliminar la Biblia de las cortes (tribunales), el   nombre de “En dios confió” de las monedas norteamericana y  prohibir las referencias de religión en todo los discursos y documentos público.

Por otro lado, La Comunidad Económica Europea (CEE) esta diseñando una constitución en donde se excluye toda referencia a los valores cristianos y algunos van mas allá, promueven un laicismo de estado que anula por completo la referencia a las herencias religiosa de los pueblos.

En contraste con esta actitud occidental, los países islámicos se radicalizan e imponen la religión como influencia política y de Estado, proclamando una moral  impositiva que atrae a muchos frustrados cristianos del tercer mundo. El tratar de romper los vínculos sociales por medio de una secularización impositiva en occidente puede ser tan peligroso como la imposición del Corán y el Islamismo en los países  orientales. Frente a la frustración del materialismo y el post-modernismo el occidental que ha eliminado a Dios se encuentra a la deriva, sin esperanza, hundido en la desesperación y exclamara cono afirmo el escéptico Voltaire cuando en el lecho de muerte exclamo “S no hay Dios, hay que crearlo”.

Los países industrializados, prósperos y presa del materialismo práctico han colocado a Dios en el trastero de lo que ya no sirve, y como consecuencia ven la destrucción de su juventud victima de la violencia, el suicidio, las drogas y  sobre todo, de la decadencia moral que amenaza hacer sucumbir el tan cacareado postmodernismo, o lo que igual, la famosa sociedad del bienestar. Porque en una sociedad sin valores cristianos el sexo es sinónimo de placer y no de felicidad mutua, el tener es más importante que el amor, la vida no es sagrada, sino valorada por el poder del dinero, el hombre vale por lo que tiene o produce, la conciencia individual se guía por los deseos propios y no por los valores bíblicos, el homosexualismo es un derecho, lo que hace lo contra natura normal. Las autoridades desaparecen frente al género y los derechos de todos, sin estructura familiar. El Estado  libera todo y da gracia al libertinaje anulando la intimidad y el derecho a las restricciones morales. Y es que en este proceso de secularización estamos quitándole frenos a los habitantes de la nación para lanzarlos al desenfreno y la corrupción, en donde el deseo de tener y gozar rompe la regla de oro dadas por Jesús en sus evangelios, llegando a un anarquismo moral y social. Bien dice el  Dr. Antonio Cruz en su libro “Post-Modernidad” al afirmar que “la secularización es la transposición de creencias y actividades desde el ámbito de lo divino al de lo puramente humano” por lo que la sociedad asume todas aquellas actividades que antes realizaba la iglesia, eliminando a Dios y su Palabra de en medio. Es entonces cuando la política ofrece un mundo maravilloso en donde el Estado es un dios y las nuevas leyes, un código de aparente moral impregnado de inmoralidad.

Este fenómeno de la secularización de la sociedad no nos lleva aun estado laico, sino a un estado profano en donde el dios Eros (placer) y Mamon (riqueza)  reinan sobre los principios bíblicos establecidos. Todo ello nos lleva a lo que ya hoy es una realidad, una sociedad anarquizada, hedonismo y violenta.