La política es corrupta
Estos comentarios me fueron enviados a mi facebook «mariofumero» y por ser de interés, los copie y los coloco en esta página.
Admiro al pastor Fumero y desde España sigo con atención sus escritos. Si me piden mi opinión, soy partidario convencido de que los cristianos no debieran mezclarse en la política, pero no porque encuentre alguna prohibición en las Escrituras, sino porque en la mayoría de los casos que registra la historia han concluido mal para ellos mismos, peor para la causa cristiana y tampoco pudieron conseguir que sus naciones mejoraran en moralidad.
Los cambios morales y sociales que el evangelio trajo no se trajeron de arriba-abajo, de la parte gobernante al pueblo, sino justamente al revés de abajo-arriba. Desde la transformación del individuo se llega a la transformación de la familia. De las familias transformadas, se transforman los pueblo y de los pueblos transformados salen gobernantes honrados y con valores morales. Pero nunca al revés.
Cada decisión que un político cristiano tome va a ser contestada por sus opositores contra aquello donde más le duela. Así que en este caso contra el cristianismo en general ó contra su iglesia en particular, y debiera pensar que muchas personas serán incluidas, por tanto, en los ataques, a pesar de no tener ninguna responsabilidad en las decisiones, e incluso, que puede ser, ni siquiera compartiéndolas.
Los intereses políticos interrelacionados de este mundo, que no olvidemos que están bajo el poder del Maligno (1 Juan. 5:19), y que el Maligno lo sabe y por ello no dudó en ofrecérselo a Jesús durante la tentación (Mateo. 4:8,9), son tan fuertes que obligan incluso a los mejor-intencionados cristianos a ‘ceder’ a las presiones ‘contra su propia conciencia’. Y ningún cristiano hasta hoy que estuvo en tareas de gobierno ha sido capaz de resistir esas presiones en el plano general, aunque si por supuesto en el personal. Pero para tareas personales no son para las que nadie dice que va a la política, sino para tratar en las generales. Ni siquiera una persona de la integridad de Daniel pudo evitar que se impusieran los edictos idolátricos en el país del que era uno de los principales gobernantes y consejeros, aunque él personalmente los resistiera. Ni Nicodemo, ni José de Arimatea, en su calidad de miembros del Sanedrín, lograron evitar que el Concilio Judío condenara injustamente a Jesús a muerte.
Hay un dicho que dice: En rio revuelto ganancia de pescadores, es una lastima que el ministerio últimamente este moviendo a muchos hombres en dirección totalmente opuesta, digo esto porque muchos ministros «dizque de Dios» aunque pudiéramos darles otro calificativo, en un afán y un deseo desmedido de poder y dinero hoy abiertamente y sin escrúpulos, demuestran que lo que más tienen en sus corazones es un espíritu de avaricia, que cada día los convierte en guías de ciegos, como dice la biblia, y todo esto porque la iglesia no tiene discernimiento, por eso me impacta lo que dice el apóstol Pablo en hechos: 20:29-35 «Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno. Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir«. Si tomamos en cuenta lo que el apóstol pablo declara estoy seguro que las palabras de este hombres se han quedado cortas, porque a la par del crecimiento que algunos ministerios experimentan así crecen también las ambiciones de algunos hombres a los cuales el titulo de pastor o de siervos les incomoda, porque prefieren estar en la lista de los ricos y famosos, o aparecer en la sección de sociales. si leemos cuidadosamente la biblia nos daremos cuenta que esta era la actitud de los fariseos, una actitud altruista, una actitud hipócrita, una actitud de codicia, y una actitud que Jesús cuestionó a tal grado que les llego a llamar sepulcros blanqueados.
Unidos Contra la Apostasía 