¿QUÉ NOS DEPARA EL FUTURO POLÍTICO?

Mario E. Fumero
El panorama político no presenta grandes cambios según indican las elecciones efectuadas en Estados Unidos y Venezuela. Tal parece que los movimientos de izquierdas ganan terreno frente al fracaso de las políticas neo liberales adoptadas por muchas naciones. Según indica algunos parámetros los presidentes de Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua parecen querer permanecer más tiempo en el poder, y para ello algunos proponen cambios constitucionales parecidos a los de Venezuela. En realidad, la crisis económica tiende a convertir el panorama político muy volátil, porque la recesión y los altos precios de los carburantes tienden a pasarle factura al gobierno de turno, aunque este no tenga la culpa, ya que la mayoría de los países pobres dependen de las transnacionales y los poderosos, que son los que manejan los mercados bursátiles.
El futuro político que se avecina es incierto. La tendencia divisionista en algunos lugares pone en peligro la estabilidad democrática. La proliferación de partidos, mas la corrupción existentes y los intereses creados, nos llevan a una situación un tanto caótica. El poder del narcotráfico toma posición en muchos países, por medio del soborno a políticos corruptos que son comprados, y es que los carteles de las drogas manejan tantos millones de dólares que pueden sobornar y comprar conciencias y recursos tecnológicos más que los países mismos.
Es un hecho que la división es el arma preferida del diablo para destruir una familia o una sociedad. Bien lo dijo Jesús cuando afirmó: “Y si algún reino contra sí mismo fuere dividido, no puede permanecer el tal reino” Marcos 3:24. Quizás el peor mal que nos amenaza sea esa división que radicaliza la sociedad y la pone en contienda unos contra otro para crear factores de ingobernabilidad.
Cualquier gobierno que tomé el control del Estado tendrá que enfrentar dos grandes crisis. La primera es la crisis económica, que genera convulsión y desencadena muchas veces violencia, porque nadie quiere perder los beneficios adquiridos en el pasado. La segunda es la inseguridad, producto de la misma crisis económica, que genera más delincuencia y hace proliferar los carteles de las drogas y el secuestro que han hecho de estas acciones ilegales una empresa poderosa y rentable. El hambre y la extrema pobreza, mas la falta de un trabajo honrado abre la puerta al trabajo sucio como es el robo la extorsión el secuestro, venta de drogas y el contrabando, los cuales generan corrupción, mal endémico que azota todas las áreas de la sociedad.
Quizás el peor de todos los males a nivel mundial sea el aumento de la violencia, que nos lleva a una terrible inseguridad ciudadana. Esta inseguridad es inducida no solo por la injusticia y vulnerabilidad de los sistemas judiciales, sino por la apología que se hace a violencia. Se consume videojuegos, películas y armas que estimulan la violencia. Tal parece que para poder vivir normal se necesita recurrir a actos violentos; gritos, fuerza, amenazas y acciones violentas. Esto nos recuerda la descripción que Dios Jesús de los tiempos del fin al compararlo con los tiempos de Noé (Mateo 24:37) en donde la tierra de aquel entonces estaba llena de violencia y corrupción.
Tener la esperanza de elegir un gobierno que resuelva las crisis actuales es ilusorio. Tristemente los problema se agudizan, y lo es suficiente los buenos deseos de un partido o gobernante para poder evitar lo que ya es una realidad mundial. Vivimos en un mundo volátil, con una economía en quiebra y una naturaleza descontrolada. Así que gane quien gane, y gobierne quien gobierne, vendrán tiempos tormentosos, en donde veremos revueltas, huelgas, protestas y violencia en todo el planeta. Si un buen gobernante desea poner orden en las crisis existentes encontrara la oposición de los que no quieren perder sus privilegios, y aceptar que vamos mal. En fin, veremos cada vez más la ingobernabilidad, y la inseguridad, la cual estará latente en todos lados, porque la Biblia ratifica que se volvería reino contra reino (región contra regiones en un mismo país) y nación contra nación (Mateo 24:7) hasta que aparezca el gran dictador mundial que surgirá en medio de una crisis generalizad. Así que no tengamos esperanza en un futuro político mejor, porque el panorama mundial nos muestra todo lo contrario.

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1 Response to ¿QUÉ NOS DEPARA EL FUTURO POLÍTICO?

  1. Avatar de silver price silver price dice:

    La quiebra de la Bolsa de Nueva York fue el momento más dramático de una crisis sin precedentes; de todos modos, el derrumbamiento de Wall Street no fue el prólogo ni la causa de la crisis económica mundial, fue solo su mas espectacular síntoma. La desmedida producción no planificada, la brutal competencia que acarreó, supuso un rápido aumento de productos que no hallaban mercado, a la par de una acumulación monopolística de capitales en unas cuantas manos de grandes propietarios – «vejez de la industria» se la denominó -, sistema de una peligrosa concentración de capitales.

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