Alec Engler.

Hechos 20 : 17-38

Pablo, en franco viaje hacia mas sufrimiento, en lugar de preocuparse por su persona, se centra en advertir a la congregación por el tan amada. Pablo alerta desesperadamente, insistentemente, es su última posibilidad de avisar, utiliza las palabras del atalaya, es fuerte decir “yo estoy libre de la sangre de ustedes”, yo les avisé.

No quiere que el enemigo les engañe. Ese engaño es sutil, viene con apariencia de piedad, disfrazado, proviene del padre de mentiras.

Los insta a tener cuidado, a no desviarse, a no dejar la senda correcta.

Pero no es menos importante notar que les dice que les predicó un evangelio completo, TODO el consejo  ( “gnome” : su conocimiento, su mente, su razón, su opinión sobre lo que se debe hacer )

Predicar y vivir un evangelio parcial es tan peligroso como una doctrina errada.

No tenemos permiso para vivir la parte del evangelio que nos parezca, solo lo que nos mostraron, solo lo que nos conviene, aquel evangelio donde nos sentimos cómodos, en “posición segura” donde retenemos cierto manejo de la situación.

Ni tampoco que en nombre de la llenura, de la plenitud, le demos entrada a fábulas, o a cosas que ensalcen al hombre en lugar de glorificar a Dios.

Se va en búsqueda de lo “nuevo”, y a veces ( casi siempre ) lo nuevo no es cristalino, no es sana doctrina.

Vivir en novedad de vida ( Romanos 6 ) no trata de cosas novedosas que en general endulzan los sentidos. Esa novedad se refiere a muerte del viejo hombre, muy por el contrario de modas que alejan de la cruz. Esa “novedad” de vida, es en realidad “una senda antigua”. Hay multiples alertas al desvio . 2ª Pedro Cap 2   Mateo 7: 15-23   2ª Timoteo 4:3-4  etc

Pero el riesgo puede estar en que , ante el miedo a desviarnos, limitemos el accionar soberano del Espiritu Santo, privando a los demás y a nosotros mismos de disfrutar de la plenitud de Cristo.

Como evitar caer en un extremo o en el otro?  Con unidad entre las partes del cuerpo, bien concertadas. La cabeza es Cristo y las partes deben estar unidas, todas, pero cuanto mas el equipo ministerial, los que han de guiar al pueblo.

Juntos, de rodillas, buscando la voz del Señor. No es tarea de un iluminado, que actuando fuera del consejo de sabios, puede torcerse fácilmente. Pablo llamó al conjunto de ancianos, los movilizó a todos, puso a todos de sobreaviso.

Romanos 12: 1-18   Empieza hablando de nuestro cuerpo individual, de nuestro ser ofrecido en sacrificio, como verdadero culto, verdadera adoración.

Como individuo, buscar su voluntad. Pero enseguida, inmediatamente, pasa a referirse a nuestra posición dentro del cuerpo, la iglesia ¡! Humildad, considerando al otro, unánimes ( no uniformes )

Esa unanimidad vendrá solo con oración, amor no fingido, reconocimiento de los diversos dones en los hermanos y su utilidad.

En las grietas de nuestra altivez y de nuestra pretendida sabiduría, el enemigo entrará fácilmente, casi sin necesidad de disfraz. En la competencia de egos y posiciones, el único ganador es satanás.

En la humildad y en la unidad se frenará el levantamiento de los hombres ( de adentro y de afuera )  que traten de arrastrar a los discípulos al error.

Multiplicidad de dones, sin amor, sin guía clara del Señor, no son el camino de excelencia de 1ª Corintios 12 y 13

Apocalipsis 2 comienza con la situación postrera de la iglesia en Éfeso. Aborrecían lo malo, trabajaron pacientemente, de eso no hay duda. Tambien aclara que PROBARON a los falsos apóstoles, pero no es muy buena noticia. Porque ese “probaron” es “epeirasas”, significa luego de dejarlos accionar, significa que probaron en su propia carne, con amargura, con aflicción. Sufrieron consecuencias. Seamos ovejas atentas a la voz del Pastor, que sabemos reconocer su voz y le seguimos.

Que al final de los tiempos se diga de nosotros que predicamos y vivimos un evangelio completo, que “dokimazo” , que probamos sometiendo a prueba antes de aprobar.

Y que no dejamos el primer amor ¡!