Mario E. Fumero

¿Debemos expresar públicamente nuestros preferencias políticas, deportivas o dar revelaciones en ciertas situaciones sociales o políticas? Veamos: Existe arias y funciones en nuestra labores profesionales que nos vemos limitados y obligados en la forma en que tenemos que expresarnos públicamente en algunas ideas o tendencias. Esto se debe a que debemos ser fiel a la posición que ejecutamos en relación a los acontecimientos sociales, políticos o personales. Ser discreto en algunas áreas es importante, máxime cuando ocupamos un puesto político, jurídico o religioso. Vamos a poner algunos ejemplo de ello.

Comencemos con el caso especifico de los empleados bancarios. Ellos no pueden dar información de ningún cliente a personas ajenas, y no pueden dar información de sus movimientos de cuentas  y operaciones sin permiso del cliente. De igual forma, el médico no debe dar información a otras personas de sus pacientes.

En cuanto a los  periodista, estos tiene el derecho a reservarse el nombre de sus informantes respecto a las investigaciones que hace, siempre y cuando lo investigado sea veraz, a esto se le llama periodismo investigativo. Los jueces y fiscales también deben ser discretos en sus apreciaciones y declaraciones, principalmente en relación a juicios o tendencias políticas. Si por casualidad  algún juez o fiscal cometiera el error de dar declaraciones de los juicios, o de su  inclinaciones políticas, podría ser destituido e incurrir en un delito. De igual forma se demanda a los miembros  del ejército y la policía ser discreción en temas políticos. Esta condición, de ser reservados en sus temas público, es la base de garantizar un sistema de protección a la libra elección de los ciudadanos, sin influir hacia alguna tendencias, tomando partido.

Los sacerdotes deben guardar el llamado secreto de confesión, por lo cualel religioso no puede revelar fuera del confesionario lo dicho por el confesante, aunque el confeso declaré habrr cometido un delito. De igual forma, la Iglesia Católica, dentro de sus normativas internas, le exige a sus prelados abstenerse de expresar inclinaciones políticas desde los pulpitos, e incluso demanda que aquellos religiosos que deseen intervenir en política, pidan permiso y cuelguen los hábitos durante este periodo. ¿Y qué podemos decir de los pastores evangélicos?  Cuando una persona ejerce un ministerio religioso, y proclama el reino de Jesús, debe abstenerse de inmiscuirse en temas seculares que puedan causar división en la congregación. Es por ello que el ministro debe ser discreto en la manifestación de sus preferencia políticas, y no tomar partido por razón de mantener la unidad de la Iglesia. Recordemos que lo político y deportivo es secular, humano y terrenal,  y que no debemos usar la plataforma de la iglesia para promover otros fines ajenos a la proclamación del Evangelio de Jesucristo.

Un pastor debe ser discreto no solo en los asuntos de este mundo, sino también en sus relaciones con la problemática de los hermanos, y debe saber guardar los secretos de problemas íntimos cuando en sus funciones pastorales reciba confesiones que comparten los creyentes para recibir sanidad emocional. Debemos ser discretos, sabios y entendidos a la hora de hablar, porque dice la Biblia que de «toda palabra ociosa tendremos que dar cuenta» y es necesario para que nuestra grey nos tenga confianza, por lo que tenemos que aprender a ser buenos confidentes, y mantener la unidad evitando expresiones de causen división. mariofumero@hotmail.com www.contralaapostasia.com