Marcos Andrés NehodaBasándonos en Gálatas 6.10, que dice: «Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”, entiendo que la iglesia debe ayudar monetariamente en algunos casos bien comprobados, dar ideas para conseguir trabajo o para crearlo, y encontrar soluciones prácticas en estos tiempos de gran necesidad.
Por ejemplo, hay familias que por las noches no cenan; si instalamos un buffet con bebidas gratis y alimentos a bajo costo, estamos ayudando a esas familias luego de la finalización de nuestros cultos. Y el dinero recaudado vuelve a ellos; ya que, con el mismo, podemos pagar los gastos de viaje, comidas y alojamiento en una salida o paseo para adolescentes y jóvenes.
Hay viudas y huérfanos que sólo se sostienen con el dinero que cada semana les entrega la iglesia local, en aquellos casos donde por la enfermedad no les es posible trabajar.
Otra idea es la llamada “feria americana” donde por poco dinero se puede adquirir una prenda de vestir.
De ninguna manera significa que no exhortemos al trabajo digno y honesto; tampoco estas ideas representan una gran solución, ya que sólo “paliamos” una situación que favorece mayormente a los de la familia de la fe y también a inconversos o simpatizantes que se acercan a la iglesia.
Esto, sin olvidar que mucha ropa usada -limpia y en buen estado- juntamente con el calzado y un buen almuerzo entregados a familias de simpatizantes y no simpatizantes en zonas de mucha pobreza, es una buena obra y, de paso, un buen testimonio a favor de la iglesia cristiana y evangélica.
Si todas las iglesias locales obraran al respecto, de ninguna manera sería “la gran solución”; pero ayudaría un poco y sería mejor que no hacer nada.

