El Evangelio de Juan fue escrito originalmente en griego, y desde entonces ha sido traducido a casi todos los idiomas que se hablan hoy. Al examinar el texto en su idioma original, puedes descubrir significados ocultos e interpretaciones ¡que se hayan perdido en las traducciones en el transcurso de los siglos!
El Evangelio de San Juan utiliza una palabra única para describir el Espíritu Santo: El Abogado. Por ejemplo: » Pero el Abogado, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, hará que ustedes recuerden cuanto yo les he enseñado y él se lo explicará todo» (San Juan 14:26). Estamos acostumbrados a pensar en el Espíritu Santo como entidad de Consuelo, facilitador de orientación y consolación…
La palabra «Abogado» que generalmente se refiere a un vocero oficial de la causa, no parece ser el titulo adecuado para el Espíritu de Dios. ¿De qué manera refuerzael griego original nuestra apreciación de este único término? San Juan usa la palabra παράκλητος (parakletos), un término prestado del ámbito legal, que significa un abogado defensor. San Juan Eligio esta palabra por su significado de compartir el sentido de responsabilidad. Si dividimos la palabra en dos, obtendremos: «lado, costado» (para) y «persona que llama» (kletos). En lugar de simplemente «abogar» y estar en el centro del escenario, el Espíritu Santo esta «al lado», insistiendo con nosotros y agarrando nuestra mano en tiempos difíciles.
Viendo el griego original, podemos entender ahora porque algunas recientes traducciones al inglés prefieren utilizar el más accesible «ayudante» que el legalista término de «abogado». Pero, aquellos que prefieren el término tradicional de «abogado», pueden estar seguros que esta palabra significa básicamente lo mismo que paraklete en Latín: «alguien a quien llamamos» (ad + vocatus).
Al aprender Griego Bíblico, podrás interpretar los textos por ti mismo – leer manuscritos antiguos en el idioma que fueron escritos originalmente y volver a descubrir la Santa Biblia.

