Dr. César A. Vázquez Muñiz. Portavoz Puerto Rico por la Familia

El Departamento de Educación pretende implantar la enseñanza de perspectiva de género en las próximas semanas, según solicitado por el Señor Gobernador. Esta ideología afectará a todas las materias que se enseñen en cada grado, desde kinder hasta cuarto año. Será de aplicación transversal y longitudinal. Basan esta acción en la ley 108 del 2006. Dicha ley, sin embargo, lo que ordena es que el Secretario de Educación en coordinación con la  Oficina de la Procuradora de las Mujeres establezca un currículo para enseñar equidad de género, con el propósito de disminuir la violencia doméstica. Aquí hay dos violaciones a esta ley. La primera violación es establecer el currículo sin contar con la Procuradora de las Mujeres. La segunda violación es pretender enseñar perspectiva de género que no fue lo aprobado en dicha ley.

Qué es perspectiva de género? Es una ideología que nace del feminismo radical y que no se basa en ningún hallazgo científico. Tiene una serie de presupuestos teóricos los cuales enumero a continuación. La primera gran mentira que proponen enseñarle a nuestros niños es que “no existe una diferencia esencial o fundamental entre el hombre y la mujer”. Esto implica que el hombre la mujer son intercambiables entre sí. Por ejemplo, que un niño se puede criar igual de bien con dos hombres, dos mujeres, o un hombre y una mujer. Esta idea es contraria, primero al sentido común, segundo a la historia de la humanidad y tercero a la ciencia, particularmente a la neurofisiología. Proponen el absurdo de que las diferencias en el cuerpo entre el hombre y la mujer no se reflejan en sus conductas. Es importante que entendamos que la diferencia sexual no sólo está en nuestros órganos reproductivos sino también en nuestros cerebros. Sin embargo, ser diferente no significa ser inferior. Pero por esas diferencias es que nos podemos complementar.

La segunda gran mentira para sembrar en los niños es “que las diferencias en conductas entre el hombre y la mujer son aprendidas, incluyendo las conductas sexuales”. A esto se le llama la construcción social del género. A base de esta idea llegan a la conclusión de que todas las conductas sexuales tienen igual dignidad, porque no existe conducta sexual normal ni natural. Esto hace que le den el mismo valor al homosexualismo y al bisexualismo que a la relación natural entre el hombre y la mujer. Le van a enseñar a nuestros niños que el homosexualismo y el bisexualismo son alternativas dignas para la vida. ¿Eso es lo que  queremos que nuestros niños aprendan? De hecho, un conocido activista homosexual fue llevado a algunas escuelas para decirle a los estudiantes que debían experimentar con su sexualidad, incluyendo a menores de 16 años que legalmente no pueden consentir a tener relaciones sexuales,. A este momento, el Departamento de Educación nos niega los detalles de estas actividades.

La tercera gran mentira que quieren enseñar es que “cada cual tiene el derecho a crear su propia sexualidad sin  ningún límite externo, entiéndase padres, sociedad o religión”. La conclusión de esta idea es que puedo tener mi cuerpo de un sexo y mis emociones del otro género. Según esta gente, esto es perfectamente correcto. A esta condición se le llama ser transgénero. Si después operamos nuestro cuerpo para parecernos al sexo opuesto seremos transexuales.. Y Carla, anteriormente Carlos…¡será feliz! Y por esto este gobierno está obligando a los patronos a que permitan que los empleados varones que se sientan mujeres usen el baño de las mujeres. Pero les adelanto que los artífices de esta gran mentira pretenden que esto pase también en los baños de las escuelas con los estudiantes y los maestros.

¿Y qué tienen que ver todas estas ideas con disminuir la violencia doméstica? NADA. En los lugares de Europa donde la perspectiva de género se ha implantado no ha disminuido la violencia doméstica. De hecho, Noruega en el 2012, con una población un poco mayor que la nuestra, tuvo más víctimas fatales por violencia doméstica que Puerto Rico. Para que conste, creemos que la mujer y el hombre son iguales en dignidad y valor, deben ser iguales ante la ley y ante las oportunidades que la vida pueda traer.

¿Qué realmente se logra con esta ideología? Se logra quitarle la inocencia a nuestros niños sexualizándolos prematuramente. Se logra confundirlos respecto a algo tan fundamental como lo es la identidad sexual y la sexualidad correcta. Se logra promover en ellos conductas sexuales perjudiciales que ponen en peligro su salud y su vida. Se logra usurpar el derecho natural que los padres tenemos para educar a nuestros hijos respecto a los valores más importantes de la vida. Se logra crear un conflicto entre los niños y sus padres y los niños y la iglesia. Se logra en última instancia fomentar en nuestros niños las conductas que son contrarias al diseño de Dios para el ser humano.

¿Y se lo vamos a permitir al Gobernador? ¿Nos vamos a quedar pasivos mirando como le dañan la mente a nuestros hijos y nietos? Como Dios le dijo a Moisés: “¡DILE AL PUEBLO QUE MARCHE!”