¿Sabías que el 93 por ciento de los niños que son abusados sexualmente conocen a sus agresores?

Según la Oficina de Ofensores Sexuales de Estados Unidos las personas que abusan de niños generalmente son aquellas en las que ellos confían y hasta tienen alguna autoridad o responsabilidad sobre ellos. Las estadísticas asustan pero establecen que “una de cada tres niñas y uno de cada siete niños sufrirá de abuso sexual en algún momento en su infancia”. ¡Horror!

Es difícil de creer pero se han visto tantos casos de padres, tíos, abuelos, vecinos, cuidadores y maestros que han abusado de niños que ya una no sabe ni en quien confiar. De hecho, aunque por años se les enseñó a los niños a que no debían hablar o acercarse a extraños, ahora lo más recomendable es educarlos sobre cómo actuar ante una situación de peligro, fomentar la confianza y que sepan que, no importa lo que pase, le darás credibilidad a sus palabras.

Hace poco leí un caso de un hombre que, al llegar a su casa, descubrió a una persona cercana a la familia abusando de su hijo. El papá le dio tremenda golpiza al supuesto agresor sexual que hasta lo dejó inconsciente. Luego llamó a las autoridades para reportar lo que había pasado. La respuesta de la Policía en este caso fue,” “hizo lo que cualquier padre hubiese hecho”.

También recuerdo el caso de la boxeadora que hizo un vídeo y publicó el nombre del hombre que supuestamente había abusado de ella cuando era una niña. Todavía no salgo de la impresión.

Así que me di a la tarea de buscar información que me ayudara a proteger a mi hijo de personas como estas. Es difícil identificarlos pero siempre hay unas señales que pueden servir de alerta. El pedófilo regularmente…

1. Se excede en el cariño, muestras de afecto o atenciones hacia tu niño.
   2. Suele jugar mucho con el niño para ganar su confianza. Muchas veces esos juegos tratan de guardar secretos.
   3. Trata de buscar tiempo a solas con el niño.
   4. Regularmente trata al niño como adulto y hace expresiones o realiza juego de adultos.
   5. Los hijos de madres o padres solteros son más vulnerables porque ellos creen que carecen de supervisión adecuada. En el caso de las madres solteras, estos ofensores sexuales intentan llenar el vacío de la figura paterna.

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