Mario E. Fumero
Las amenazas contra el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández (JOH) tienen lógica. Siempre que un mandatario atente contra los poderes dominantes en la corrupción, lo mas lógico es que estos poderes, al verse acosado, traten por todos los medios de eliminar a los que les causan estragos y por ende, desestabilizar al Estado para obtener así sus malévolos propósitos.
Desde que el presidente JOH comenzó su política abierta para combatir el narcotráfico, un mal enquistado por años en la sociedad hondureña, se han dado certeros golpes a ciertos capos de las drogas que operaban el país. Sin embargo estos capos tienen secuaces y aliados, así como testaferros, que lucharan para revertir todas las medidas establecidas contra el narcotráfico, y trataran por todos los medios de eliminar a aquellos que les sean obstáculos, o les traicionen. Es por ello que actualmente hay una ola de asesinatos por encargos, que posiblemente estén vinculado a las reacciones de los que al ser deportados, siguen manejando desde lejos algunos hilos a través de sus secuaces, que trataran de llevar al gobierno un estado fallido, y no descansaran de buscar eliminar a los que consideran sus enemigos, y entre ellos está el presidente del país como su primer objetivo.
Siempre que un gobernante se dispone a luchar contra los poderes corruptos, los riesgos se hacen evidentes, y no solamente corre riesgo el presidente de la nación, sino también corren el mismo riesgo los jueces y ejecutores de la seguridad del Estado, porque hay una guerra secreta entre un Estado que ha sido dominado por el narcotráfico, y los que a través de los carteles, han obtenido el poder económico y político dentro del gobierno.
En la Biblia se registra un hecho muy parecido. Fue cuando el Apóstol San Pablo llegó a Éfeso, ciudad dominada por la idolatría y cuyo negocio mayor era la fabricación de imágenes de la diosa Diana. Cuando Pablo predico la verdad, y la gente comenzó a tomar el camino del evangelio, y los podres dominantes, al ver en peligro su negocio, pues eran los artífices de imágenes, crearon una gran confusión y se lanzaron contra Pablo y sus seguidores, persiguiéndoles y corriéndolos de Éfeso (Hechos 19:23-40). Siempre que se lucha contra los poderes del mal, el mal también luchara contra los que tratan de desmantelarlos, porque al fin y al cabo, el príncipe de este siglo es Satanás y el cuenta con más recursos que los buenos para impedir el bien.
Todos sabemos que los narcos tienen un poder económico, logístico e incluso de tecnología superior al del Estado. En cierta ocasión el famoso narco colombiano Pablo Escobar le propuso al gobierno de Colombia cancelarle toda la deuda externa si le dejaban tranquilo. Este hecho mide su capacidad de recursos que tienen los narcos frente al mismo Estado. No debemos olvidad que ciertos poderes ocultos patrocinaron las muerte del Presidente John F Kennedy, algo que quedó en un profundo misterio, porque nunca se supo quien estuvo detrás del asesinato de un presidente que gobernaba uno de los países más poderoso del mundo.
Gracias a Dios nunca en Honduras, en los últimos 100 años, se ha asesinado a un mandatario. No obstante cuanto más sea la firmeza del gobierno hacia el poder de los narcos, más riesgos de acciones violenta tendrá que enfrentar, sin embargo vale la pena el riesgo con tal de salvar al país en convertirse en un narco Estado.
Cuando luchamos contra el mal, tenemos que estar dispuesto a afrontar las conse-cuencias, pero vale la pena hacerlo.
Email mariofumero@hotmail.com
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Estimado Hno. Fumero. Es muy logico y razonable que un ciudadano que enfrente este mal muy arraigado, sobre todo si es el presidente, corre el riesgo alto de sufrir un atentado a su vida. En lo particular no crea que este sea el caso, con el Sr, presidente Hernandez. Esta situacion en mi opinion esta mas relacionado a que el ciudadano presidente, sea directa o indirectamente, ha estado ligado a estos grupos de narcotraficantes y del crimen organizado y al ser traicionados por el, buscan la manera de cobrar su deslealtad. Lastimosamente la corrupcion y el delito se ha encarnado en la clase politica que nos gobierna. y desde el mismo estado se alienta la injusticia y la impunidad, y nosotros como ciudadnos lo toleramos, ya sea por indiferencia o por miedo.
Ahora Mario fumero es el nuevo evelio reyes, ya se acomodo al poder