MÁS SOBRE EL LEGALISMO, LA RELIGIOSIDAD Y EL MERCADEO (VI)

Angel    Bea

ley gracia “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como  habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán  encubiertamente herejías destructoras… Y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas.” (2ªP.2.1-3)

Hace algunos años, nos visitaban en un culto dos mujeres de un país de Latinoamérica. Al terminar la reunión me acerqué para saludarlas y después de intercambiar algunas palabras, con una que parecía  llevar la voz cantante tuvimos la siguiente conversación:

Ella: ¿Sabe? Nuestro pastor no es sólo pastor; es además, apóstol, profeta, evangelista y pastor-maestro. Él tiene los cinco ministerios de Efesios 4.11.

Yo: Vuestro pastor es un hombre muy privilegiado y está bastante completito.

Ella: Sí, y si usted le llamara él vendría aquí para predicar y enseñar.

Yo: Bueno, está muy lejos y no merece la pena…

Ella: ¡Ah, pero eso no importa!. Si usted le llama, él de seguro que vendría.

Yo: Bueno, creo que de momento, no merece la pena. Mejor dejarlo. –y con mucha amabilidad, añadí- Perdón, voy a saludar a otras personas…

Dichas mujeres no las volvimos a ver más.

……………………………….

Luego, hace otros tantos años, recibí una carta de una pastora de otro país de aquellas latitudes, que me contaba la maravillosa experiencia de haber “ungido” a su país con aceite, esparciéndolo desde una avioneta que sobrevolaba la principal capital de su nación:

“Fue maravilloso. El acto fue cubierto por la prensa nacional, porque fuimos acompañados de algunos periodistas de medios importantes de prensa y televisión. Estamos seguros que ese acto traerá mucha bendición sobre nuestro país. Lo que le pido a usted es que si le parece bien, me gustaría visitar su iglesia y compartir lo que hasta ahora el Señor nos está mostrando…”

¿Qué iba yo a responder a tan generoso ofrecimiento? Vaya por delante que estoy de acuerdo en que hemos de orar por nuestro país y no importa desde donde se haga. Incluso desde un avión, con una visión amplia de nuestra tierra… ¿Por qué no? Le contesté diciéndole que en vez de entrar a Córdoba por una “puerta pequeña” como es nuestra congregación, mejor que escribiera al presidente de la Fraternidad de Pastores a fin de que se considere el caso y si la Fraternidad da vía libre, pues así entraría usted –le dije- por “la puerta grande”; pero, en todo caso, cada iglesia tendría la libertad de sumarse a esa decisión en el supuesto (difícil supuesto) de que resultase positiva.

……………………..

Dos casos diferentes, pero independientemente del error que se percibe nada más saber las dos historias, ambos  tienen dos elementos básicos  que, llegado el momento propician circunstancias que darán lugar, si no al legalismo tal y como comunmente lo entendemos, sí a la religiosidad y al “mercadeo” del cual venimos hablando. ¿Cuáles son esos elementos?

 

1.- Por una parte, “el hombre de Dios”, “el gran siervo de Dios”, “el ungido de Dios”. El que no sólo es pastor, sino que además, es “apóstol”; pero no solo es apóstol, además es profeta, evangelista y maestro. ¿Hay quien dé más?. En realidad en la mayoría de los casos, con ser un “ungido apóstol” con eso basta. Pero nos referimos al hecho de la importancia de que se encumbre a un ser humano por encima de los demás hijos de Dios como “el ungido”, sin el cual el pueblo de Dios “está perdido” y no puede ser bendecido en esa medida que Dios puede y quiere  bendecirlo.

 

Eso que decimos es muy delicado y ha sucedido a lo largo de la historia de la iglesia. Por eso el cristiano debe conocer lo que dice la Palabra de Dios y los que tenemos la responsabilidad de enseñarla, debemos ayudar a los creyentes a cumplir con eso que en el protestantismo se recuperó a partir de la Reforma del Siglo XVI: el sacerdocio universal de los creyentes. No necesitamos “sacerdotes” que nos administren los “sacramentos” y sin los cuales estamos desasistidos de las bendiciones de nuestro buen Dios. Pero tampoco necesitamos “ungidos apóstoles” por medio de los cuales recibamos “bendiciones especiales”. Hoy se nos dice por algunos desde el moderno “movimiento apostólico” que una iglesia no está completa ni puede funcionar bien, si no está bajo la autoridad apostólica de “un apóstol” (¿?)

Pero lo que necesitamos son buenos maestros de la Palabra que nos enseñen y nos guíen  a que seamos todo cuando nuestro Dios nos ha dicho y se ha propuesto que seamos. Necesitamos guías que nos respeten como personas y no nos traten como niños/as, inmaduros/as apoderándose de nuestra mente y voluntad, pensando ellos y decidiendo ellos por nosotros mismos.  Aquello está en la Biblia; lo otro es propio de los que quieren abusar espiritualmente de la gente de sus iglesias. ¡Qué bueno lo que dice el apóstol Pedro! (1ªP.5.1-5) A un matrimonio muy cercano a nosotros, se les dijo una vez que habían entrado en un grupo al frente del cual estaba  un “apóstol” así: “Si os hacéis miembros  de esta iglesia, nos vamos a meter hasta debajo de vuestra cama”. Eso era una forma figurada de decir que se iban a meter en todos los asuntos particulares del matrimonio y de su vida familiar. Perdón, pero yo a eso digo, de una forma “figurada” que cojo un palo y saco al tal de debajo de nuestra cama y lo pongo “en lo ancho de la calle” que diría mi madre “que en gloria está”. La cosa parece de broma, pero aquellos que han pasado por la experiencia del abuso espiritual y sus consecuencias, saben del sufrimiento que han experimentado.

2.- La otra cuestión que es necesario mencionar se deriva de lo primero. Si tenemos al “ungido de Dios con nosotros” y así le prestamos “obediencia incondicional”, ya se ha preparado el terreno propicio para que se aprovechen de nosotros. No importa si la congregación se reúne en un lugar de una ciudad determinada, como si es virtual. No importa si el “ungido” es líder de una o muchas congregaciones o si habla por radio o aparece en  la televisión. Ni  mucho menos queremos decir que todos cuantos usan estos medios son así. ¡Nada de eso!. Los medios de comunicación modernos son herramientas maravillosas y muy útiles para comunicar el mensaje de las buenas nuevas del evangelio. Sin embargo, estos medios también han sido aprovechados por muchos “hombres de Dios ungidos”, sin escrúpulos, para despellejar económicamente a muchos sencillos creyentes, hombres y mujeres sin mucho conocimiento y sobrados de credulidad. Otros sí tienen conocimiento, (¡o deberían tenerlo!) pero se engañan a sí mismos, siguiendo al “gran hombre de Dios”.

Claro, nadie engaña a otro si primero no le presenta un mensaje que “vine de Dios”. Para eso usan la Biblia. Ahí está lo que se conoce como “la Teología de la Prosperidad”. Ellos hablan y hablan y repiten hasta la saciedad, que si tú apoyas “su” ministerio (“este  ministerio”, “nuestro ministerio”, “el ministerio”) con un 10% de tus ingresos, Dios te bendecirá 100 veces más, o las veces que sean. Argumentos no les faltan. Claro el “gran siervo de Dios”, “el ungido” se “basa” en la Palabra de Dios, que no dice lo que él pretende. (Mat.19.19.29). Así, una combinación de Palabra de Dios y de codicia (digámoslo bien claro) por parte de los miembros de sus congregaciones virtuales o no, proporcionan a aquellos la base de su “mercadeo” y enriquecimiento  personal, para que ellos vivan al estilo de los artistas de Hollywood, viviendo en mansiones maravillosas, usando coches último modelo y alojándose en hoteles de los más costosos y lujosos.

Para poder justificar (¿se puede justificar algo así?) la ofrenda que cada uno puede enviar, en muchos casos se les envía a los donantes objetos “ungidos” por el “ungido siervo de Dios”. Estos objetos o elementos, pueden ser por ejmplo, un tarrito de “aceite ungido”. Con él podrás ungir a tu familiar enfermo y será sano. Por supuesto, ellos nunca asumen su responsabilidad por la muerte del enfermo, si no se sana; eso   será, en todo caso, por la falta de fe del que le aplica el aceite o del propio enfermo. ¡Sinverguenzas!

Otros objetos pueden ser “pañuelos ungidos” que se recomiendan aplicar a los enfermos, con la misma finalidad. También agua del río Jordán, pero no al natural, sino “ungida” ya que ha pasado por las “manos santas” del “ungido hombre de Dios” que le ha transmitido cierta “virtud”.

Hoy como antaño, con las indulgencias que ya mencionamos en otro escrito, los mercaderes de almas, están activos. Todos éstos individuos, así como otros  muchos que no creen eso de la “unción”, pero que también abusan de las iglesias, son de los que el predicador y bueno de David Wilkerson decía: “Huid de los que picotean vuestro bolsillo”. Precisamente, el hermano David Wilkerson, recibió una maldición por uno de estos falsos apóstoles, “obreros fraudulentos” –que diría el apóstol Pablo- “cuyo dios es el vientre y cuya gloria es su propia vergüenza, que solo piensan en lo terrenal…” (2ªCo.11.13-15; Filp.3.17-19). Fue Benny Jim el que dijo: “Yo maldigo a todo aquel que hable mal de ‘este ministerio’”. Eso está por ahí en Yoou Tube.

Otro tanto podríamos decir de algunos “cantantes cristianos” que cuando son llamados, para organizar lo que ellos llaman “conciertos de adoración y alabanza”, lo primero que hablan es de su caché. En fin, de los miles de euros que cobrarán, del hotel de categoría donde exigen ser alojados, de la marca de agua que quieren usar y pare usted de contar… Ese es otro tipo de mercadeo que usa la alabanza y la adoración de forma inadecuada e inaceptable.

 

Pero Dios lo ve y no creo que esté nada  contento con todo eso. Leí hace algunos meses, acerca de uno de estos “cantantes cristianos” que salió por pies de una ciudad de un país latinoamericano, y a punto de ser apedreado. Al parecer lo que había pedido por su actuación, no se había podido recaudar, excepto hasta la mitad. En una zona deprimida, con un nivel de pobreza bastante extremo, qué generoso hubiera sido de su parte haber actuado gratis y haber aprovechado con su actuación para consolar, animar y bendecir a su auditorio con su ministerio musical. Cuando lo leí, pensé que si hubiera estado por aquí cerca le hubiera llamado para urgirle a volver sobre sus pies, pedir humildemente perdón y actuar gratis. Estas cosas son muy tristes. Luego, no creo que esté bien apedrear a nadie, porque la falta de amor y sabiduría tendrá siempre consecuencias en la vida de aquel o aquella que le falten. Y eso ya es suficiente castigo.

 

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Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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1 Response to MÁS SOBRE EL LEGALISMO, LA RELIGIOSIDAD Y EL MERCADEO (VI)

  1. Avatar de Yosef Daniyel Yosef Daniyel dice:

    Definitivamente estamos vviviendo tiempos de APOSTASIA, las costumbres catolico-romanas cada dia se estan metiendo en las iglesias sin encontrar resistencia y la iglesia DURMIENDO.
    No se dan cuenta que en el RAPTO no se van a ir las super y mega iglesias, se van a ir los que han guardado verdaderamente la Palabra y esto habla de un REMANENTE, la biblia menciona siempre a un REMANENTE, La Cristiandad cada diá se parece mas a los CATOLICOS que creen que con PACTOS ya la hicieron, que con sus SIEMBRAS ya pueden mandar a Dios.
    CRISTIANOS NO ABUSEN DE LA GRACIA.
    ¡¡¡¡¡¡Si!!! Dios es AMOR pero tambien es FUEGO CONSUMIDOR

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