Mario E. Fumero

En las iglesias modernas, y con una nueva teología neo-liberal,  se han introducido conceptos, ideas y enseñanzas carentes de apoyo bíblico, así como de toda lógica teológica, inventándonos terminologías completamente errada que desvirtúan los conceptos correctos, creando una serie de falsos ministerios que están muy alejados de las enseñanzas de las Iglesia Neo testamentaria, o de los primeros 300 años en que nació el cristianismo.

Hoy a todo le llamamos «ministerio», aun a aquellas acciones que no son bíblicas, aunque si tienen raíces culturales dentro de los pueblos. Por ejemplo, hablamos de «ministerio musical»,  «ministerio de danza», «ministerio de teatro»,  «Ministerio de títeres» y así en lo sucesivo le etiquetamos a cualquier quehacer de la iglesia el término «ministerio» distorsionando el sentido bíblico de este concepto. ¿En donde parece en el N.T. referencia a otros ministerios excepto los 5 mencionados por Efesios 4:11? ¿Donde se menciona un ministerio de danza o de música en la biblia?

Pero definamos primero este concepto: ¿Qué significa la palabra ministerio en la Biblia? Este vocablo procede del concepto de «administrar» o «ejecutar una acción de dirección en un área  de responsabilidad». De administrar se depende la palabra ministrar, o sea, ejercer una función de autoridad. En el caso secular, (gobiernos humanos) es aquella persona nombrado ministro para ejercer un cargo o una cartera dentro de la estructura administrativa de un Estado. En lo religiosos es aquel que fue llamado para ejercer un servicio de entrega a la predicación del evangelio, ya sea como maestros, evangelista, pastor, profeta o apóstol. Debajo de ello están los diáconos, o servidores, que cumplen lo dispuestos por los ministerios, que también son llamados «ancianos» en relación a su madures espiritual, y no a su edad biológica.

El ministro tiene la autoridad de llevar a cabo el gobierno de Dios en las congregaciones, mientras los diáconos son el de apoyo a los ministros. «La palabra griega di·á·ko·nos se emplea muchas veces en la Biblia con el sentido de “ministro”. Sin embargo « The Encyclopedia of Religion»  dice que esta palabra indica “no una posición, sino la relación de servicio del ministro con la persona a quien sirve: seguir el dechado de Cristo […][1]. Es la esencia del quehacer cristiano en el gobierno eclesial. Sin embargo, la Biblia indica que lo que hace a alguien ministro cristiano no es un atuendo distintivo, el cantar o danzar, ni un ritual elaborado, o un salario o certificado estatal, sino su labor desinteresada de proclamar el evangelio de Jesucristo y hacer discípulos, siguiente las instrucciones de la gran comisión de Mateo 28:16-20.

En la Biblia se habla en 2 Corintio 3:7-9 del «ministerio» como de un sistema de principios. Se menciona el «Ministerio de muerte» y el «Ministerio de condenación» haciendo referencia al sistema mosaico de «la Tora», y usa la expresión de «Ministerio del Espíritu» y «Ministerio de la justificación» para indicar la función de los ministerios eclesiásticos, cuyo fin es predicar, doctrinas y formar el carácter de los discípulos, pero no aparece esos nuevos ministerios que son mas talentos o métodos culturales injertados dentro de los cultos, muchas veces imitativo de los esquemas del mundo, y que son para entretener a los espectadores, que tristemente, no son actores de la gran comisión.

La danza y la música son expresiones artísticas ligadas  a la cultura de los pueblos. No podemos llamar «ministerio»  a los talentos, don natural o método de distracción. Debemos analizar las palabras dentro de su exegesis y dentro de su contexto, para no desvirtuar las terminologías.

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[1]. Tomado de la enciclopedia de la religión.