Mario E. Fumero
Para poder entender la realidad actual de la iglesia se hace necesario definir dos términos o conceptos que se usan en la Biblia. En el mundo que vivimos existen dos tipos de iglesias. Unas son aquellas congregaciones que se convierten en potreros, y otras que se convierten y funcionan como un rebaño, pero ¿¿Cuál es la diferencia entre un potrero y un rebaño?.
El Potrero es un terreno cercado, con una extensión de tierra en la cual no se ha construido nada, y en el mismo solamente hay pastos para el ganado, y el mismo está cercado, razón por lo cual el ganado que allí se encuentre, no necesita que nadie lo vigile o lo cuide. El propósito es amontonarlos para engordarlos, sin requerir ser pastoreado, por lo tanto, no requieren de un pastor, solo engordarlo y explotarlo para fines comerciales. Esta extensión de terreno está en posesión de alguien que eficiente es el dueño de la hacienda, por lo tanto es un empresario.
Definamos ahora el concepto de rebaño. Un rebaño es una manada de animales que se mueven libremente bajo el cuidado de una persona que los pastorea. En este caso nos referimos un pastor y específicamente a un rebaño de ovejas que forman la iglesia. Estas ovejas están juntas y que se desplazan libremente bajo el cuidado de un pastor que las guía, cuida y protege. Frente a estas dos realidades cabe hacer la pregunta ¿es tu iglesia un potrero o un rebaño?
Una iglesia se convierte en potrero cuando almacena gente por cantidad, engordándolos y entreteniéndolos con mensajes superficiales pero sin conocerlos por nombre y necesidad. Una iglesia potrero es aquella en la cual lo más importante no es la calidad sino la cantidad. Una iglesia potrero es aquella en donde no se necesita un pastor que esté detrás de las ovejas, porque viven encerrada en un determinado espacio en donde se retiene el ganado sin posibilidad de moverse libremente. Lo más importante es engordarlo para después venderlos.
El fenómeno de las iglesias que se convierten en un potrero radica en que el pastor no conoce al rebaño, y estas viven encerradas dentro de una actitud personalista y ególatra, en donde su líder actúa mas como empresario que como un pastor, amigo y compañero del camino. Los que asisten a estas Iglesia muchas veces no son conscientes de su responsabilidad multiplicadora, ni tampoco del valor que tiene el aprender a vivir sujeto a un pastor que les guíe por el camino correcto, pero en libertad, porque a libertad nos llamó el Señor( 2 Cor 3:7).
En realidad que en el mundo en el cual vivimos lo cuantitativo vale más que lo cualitativo, y por esa razón muchas iglesias se convierten en potreros, almacenando, masificadas y encerrando en un majestuosos templos a los que quieren ser cristianos, pero dichas iglesia se asemejan más a un potreros que a rebaño. Es por esa razón que muchos cristianos actúan sin libertad de conciencia, atados a un cerco en donde le entretienen, y vive alejados de las normas establecidas dentro de la palabra de Dios. Debemos evaluar el significado simbólico de la Palabra de Jesús cuando dijo en Juan 10:11-13 » Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.» Y ahora razona ¿Te sientes pastoreado o amontonado en un edificio llamado «iglesia?




o sea que los que tienen iglesias potreros no son pastores sino vaqueros, debe ser como la iglesia vaquera que están proponiendo en algunos lugares, no hay que apacentarlas sino arrearlas
Me gustaría que alguna vez se hablara de las iglesias mata pastores, las hay, esas que ven al pastor como su empleado, que lo humillan, que tienen juntas directivas donde los que llegan piensan que sus diezmos son acciones que les dan crédito de estar allí, iglesias que no velan por su pastor, que le dan salarios de hambre, que dañan a la esposa y a los hijos, donde la palabra del pastor no vale nada, donde aunque el pastor predique sana doctrina para los demás eso no importa, donde la palabra de Dios no es autoridad, la autoridad es la personería jurídica, porque hay muchas de estas y ha sido injusto que solo se hable de pastores que despilfarran y predican herejías, lo cual es cierto, pero también hay una mayoría de estos que escribo los cuales padecen y sufren por caer en iglesias donde otros que no tienen la visión dirigen sin la pasión de un llamado