Mario E. Fumero
Una de las áreas de mayor tensión en el mundo en estos momentos es el Medio Oriente. Tal parece que en los acontecimientos en esa región se está fraguando lo que algunos expertos consideran las bases para el inicio de la tercera guerra mundial.
Cuando nosotros analizamos los que ocurre en el presentes entre Siria, Irán, Irak, Arabia Saudí e Israel, y los comparamos con las profecías bíblicas de Ezequiel 38, encontramos las evidencias de que en esa región del mundo se desencadenará los acontecimientos que precederá a la guerras del Armagedón, y por ende, a la Segunda Venida de Jesucristo.
No sólo hay tensión con los países occidentales, sino también entre los mismos islámicos, pues existe una división religiosa que se agudiza, y la violencia se generaliza. La historia de la división del islam entre sunitas y chiítas se inició tras la muerte del profeta Mahoma, en el año 632 después de Cristo, cuando sus seguidores empezaron a cuestionarse quién sería su sucesor en el Gobierno del califato islámico, y actualmente envuelve una tensión entre los países Islámicos del mundo árabe.
Lo peor de todo es que en medio de esta trifulca entre las dos corriente islámicas, se está desestabilizando los países occidentales, los cuales están siendo amenazados por el movimiento radical Islámico ISIS.
La guerra ha comenzado el económico, al aumentar la producción en Arabia Saudí del petróleo, lo cual está colapsando la economía de Irán, su enemigo acérrimo, y al permitir que los precios del petróleo bajen en América a cifras alarmante, que están llevando a la ruina la economía maltrecha de Venezuela que depende del petróleo.
Hay una guerra económica que no durará mucho, porque de un momento a otro la situación convulsiva del Medio Oriente puede disparar los precios del petróleo a dimensiones inimaginable. Solamente se podrá superar esta crisis si los países industrializados desarrollan, de forma rápida y efectiva, la energía alternativa, la cual se ha detenido para favorecer a los grandes monopolios del petróleo.
Honduras está lejos de los conflictos del Medio Oriente, y aunque las implicaciones bélicas no son una amenaza, ni tampoco el terrorismo de Isis, por qué no somos un país muy involucrado en los conflictos del Medio Oriente, sí tenemos que prepararnos para enfrentar en los próximos meses una escalada de los precios del petróleo que nos puede colocar en una situación muy delicada en la economía.
Todos sabemos que la bajada de los combustibles es circunstancial, y la subida será imprescindible, por lo tanto, tenemos que ir desarrollando medidas de austeridad e ir pensando en energía sustitutiva porque los tiempos proféticos que se avecina son tiempos muy peligrosos para la humanidad.
Sería bueno, y prudente, que los lectores de este artículo analizarán los capítulos 37 y 38 del libro que Ezequiel, para que tuviera una idea más clara de lo que está ocurriendo en el mundo, y conocer lo que se avecina en los próximos años, porque aunque no lo crean, estamos viviendo tiempos proféticos muy peligrosos.
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