Augusto Cesar Destephen Rossi
El capitulo 5 del Libro de los Hechos en el nuevo testamento nos enseña mucho respecto al quehacer de la iglesia y algo que se aprende es la acción disciplinaria de Dios cuando un creyente peca en forma voluntaria, la acción de Dios no se hace esperar para evitar una mayor contaminación ya que «un poco de levadura leuda toda la masa» lo que nos indica que la santidad no es una opción, sino la unica forma de la vida cristiana. Sin embargo, no hay que perder de vista que la disciplina no es una opción humana de castigo del pecado en un creyente, sino el ejercicio del amor divino en la limpieza de los cristianos para su restauración (Hebreos 12:7).
La disciplina es una forma de gracia y no de sanción. El problema es que cuando la disciplina se ejerce bajo la disposición del LEGALISMO se produce un problema muchas veces insuperable por quien se ve castigado por una acción personal, la disciplina se establece para restaurar y no para destruir. Por otro lado la disciplina no debe ser duradera, cuando eso sucede ya pierde su característica de restauradora y se vuelve sancionadora.
Es un grave pecado disciplinar a un hermano o hermana POR NO SUJETARSE A LAS COSTUMBRES O SISTEMAS LEGALISTAS QUE LIDERES CARNALES IMPLANTAN EN LAS IGLESIAS, con ello se quiere indicar que la verdadera disciplina se aplica en aquello que sea contrario a la enseñanza bíblica. Fuera de ello es un acto pecaminoso y destructivo, sin base bíblica y se vuelve en castigo inmisericorde. Cuidémonos de asistir a ese tipo de Iglesias o de tener esa clase de líderes aunque estén REPELLADOS DE SANA DOCTRINA.

