Rom_8:28 «Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados«.
Mario E. Fumero
La vida está llena de adversidades. No todas las cosas son como quiero, y muchas veces hay reveses que nos afectan y no frustran, principalmente en nuestra vida cristiana, pero se ha preguntado alguna vez ¿por qué Dios permite que tal situación que me lleva a la adversidad y desgracia? El apóstol Pablo nos llama a la reflexión. Si Dios es soberano, y tiene el control de todas las cosas de aquellos a los cuales él ama, porque le amamos, nada malo no va a ocurrir, aunque aparentemente las cosas que para mí no son buenas, quizás para Dios en su propósito lo sea.
La confianza se hace fuerte en la adversidad. Cuando tenemos problemas y las cosas no son de mi gusto, debo confiar en que el Soberano sabe el por qué lo permite, y en vez de lamentarnos y quejarnos, deberíamos de obedecer el mandato de Pablo cuando nos dice en 1 Tesalonicenses 5:18 que debemos dar «gracias a Dios en TODO«, y ese «todo» es un término absoluto, como también lo es el TODO referente a que nada que nos ocurra escapa a su control, y por lo tanto, obra para bien.
Transforma la adversidad en victoria, la dificultad en bendición y la tribulación en gozo. No sigamos practicando más la quejabanzada en los momentos difíciles, «si amas a Dios, todo lo que te ocurra tiene un propósito».


Amén, cuando la adversidad nos muestra la fidelidad de Dios, nuestra fe se fortalece. Estar siempre gozosos, orad sin cesar, dar gracias en todo, amén !!!