Mario E. Fumero
En realidad la mentira es más atractiva que la verdad. ¿Porque la mentira prevalece sobre la verdad? Porque somos propensos a satisfacer la concupiscencia, que significa los deseos de la carne.
Cuando le ofrecemos a la gente salud, riqueza y bienestar, indudablemente que van a correr a donde se ofrezcan estas cosas, porque todos deseamos y buscamos la prosperidad, el bienestar y la salud. Hacer estas ofertas es la carnada para atraer a la gente a las iglesias que les ofrece dejar de sufrir, siendo ésta una mentira que produce un efecto contradictorio a las enseñanzas del evangelio de Jesucristo.
¿Donde dice la Biblia que al ser cristianos, vamos a dejar de sufrir y vivir un evangelio de riqueza y prosperidad? Más bien Jesucristo proclamo todo lo contrario, nos dijo que en el mundo tendríamos aflicción (Juan 16:33), que el mundo nos aborrecería y por ello seremos bienaventurado (Mateo 5:11). Que los enviaba al mundo como ovejas en medio de lobos, (Juan 17:14) y cuando hizo el llamado, nos mando negarnos y tomar su cruz (Mateo 10:38). Esto de tomar su cruz no es cargar un crucifijo en el pecho, sino está dispuesto a padecer como buenos soldados de Jesucristo (2 Timoteo 2:3).
Las iglesias que predican el evangelio de la prosperidad tienden a crecer más en el número de asistentes, pero este crecimiento no es en base al sometimiento al evangelio, sino a la atracción de una oferta que cala en la vida de aquellos que buscan el bienestar y la ambición.
¿Qué pasaría si en vez de decir «pare de sufrir», dijera «prepárese para sufrir»? ¿Entrarían la gente a esa iglesia? ¿No somos más propensos a buscar siempre lo atractivo, esquivando lo confrontativo y difícil? Es ahí la realidad de las iglesias que con la mentira se engordan, predicando un evangelio que no tiene nada de cristiano, y nos lleva a la perdición y frustración, porque el ser cristiano y dejar de sufrir, es imposible.

