Mario E. Fumero
Efesios_6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires”.
La lucha espiritual es un constante en la vida diaria del cristiano desde el momento en que aceptamos a Jesucristo, porque entramos a una dimensión espiritual, desde donde el diablo ha trabajado a través de los años. ¿Qué podemos esperar cuando dejamos de servir a Satanás, para unirnos a su enemigo? Lo más lógico es que cuando nos salimos del reino de las tinieblas, el príncipe de este siglo trate de hacernos la vida imposible para que no perseveremos en los caminos del Señor, es por ello que el apóstol Pablo establece, que todo cristiano, tiene que estar luchando continuamente con los gobernadores de este siglo y las huestes malignas, que nos van a estar atacando para hacernos la vida imposible, y para llevarnos de nuevo a ser esclavo del pecado.
La nueva teología, llamada “guerra espiritual”, no tiene nada de nuevo, pero sí mucha especulación y exageración, pues se han inventado métodos que supuestamente sirven para espantar a Satanás, a través de gritos, vueltas, y otra serie de estrategias inventadas por los hombres, o copiada de la película “los caza fantasmas”. La guerra espiritual no es sino, la simple lucha del cristiano contra los ataques del maligno, el cual usa diversos medios para amedrentarnos, y apartarnos de los caminos del Señor. La Biblia enseña que la única manera de vencer en esta guerra contra las huestes de Satanás consiste en dos cosas: estar firme (1Pedro_5:9), y resistir al diablo cuando nos tiente (Santiago 4:7).
Sería una necedad creer que con un simple grito, salto, o dando vueltas, el enemigo va huir de nosotros, más bien se va a reír, porque para poder vencer a Satanás y sus huestes, tenemos que obedecer la Palabra y apartarnos del pecado, porque es a través del pecado, como el enemigo toma control sobre nuestras vidas.
CONTINUARA


muy bueno