Mario E. Fumero

La constitución de la república de Honduras estable e que el estado es laico. El término laico según el diccionario es: Del lat. laĭcus). adj. Que no tiene órdenes clericales. Independiente de cualquier organización o confesión religiosa. Esta definición establece que aunque el Estado admite los valores tradicionales del cristianismo, como trasfondo cultural, no se inclina ni favorece a una u otra religión, dando una absoluta libertad de culto. No debemos confundir un estado laico (con respecto a las creencias del pueblo) a un estado profano, que promueve lo inmoral.

La pregunta que hago sobre el gobierno y Estado Hondureño es si en verdad es un estado laico. Porque aunque la constitución lo establece, la realidad lo contradice. Vemos que para cualquier evento patriótico o religioso los representantes del pueblo, a nivel ejecutivo y municipal participan en ciertas ceremonias religiosas de forma oficial en una determinada iglesia (y digo oficial, porque personalmente cada miembro del gobierno debe practicar su fe sin protagonismo político). Además, porque nunca se reconoció a la iglesia evangélica como una entidad religiosa, sino que se le clasifico jurídicamente como una Ong, por  lo que legalmente en Honduras solo hay una iglesia reconocida como tal  por el Estado.

Estoy en contra de que la Iglesia  Evangélica intervenga en política, pero a la vez, estoy en contra de que el Estado no exprese con hecho su laicismo, y no equipare a las Iglesias Evangélica con la Católica. En Honduras la Iglesia  Evangélica cuenta con más de un 40% de la población,  y con una historia que data de de más de ciento cincuenta  años, en donde ha realizado una gran labor social. En el Dpto. de Gracias a Dios la Iglesia Evangélica es predominante mayoritaria por el trabajo de la misión morava.

Si el estado mantiene una posición laica, deberá tratar a todos por iguales, y no permitir propaganda sectaria en su diario quehacer. He visto automóviles del Estado, incluso de la policía, con logos pegados en sus vehículos  que los identifican a una determinada religión. No estoy en contra que se pongan textos bíblicos, porque Honduras es una sociedad cristiana, y la Palabra de Dios no es posesión absoluta de ninguna religión. Una cosa es difundir principios dentro de escuelas y oficinas del Estado, a otra cosa es hacer propaganda sectaria de una determinada denominación o iglesia. Los valores comunes de la fe cristiana deben formar parte de la educación pública, pero no animando a nadie a favor de un grupo determinado. El Estado siendo laico, no deja de ser cristiano en su filosofía y conducta. La igualdad no elimina los principios tradicionales de la sociedad. Es necesario que los gobernantes sean más coherentes en su participación oficial en eventos religiosos, y si actúan en ellos, lo hagan a nivel personal, nunca como gobierno, al menos que lo haga hacia ambos lados, para demostrar igualdad de derechos y privilegios.

Han pasado más de 150 años de historia de la iglesia evangélica en Honduras y más de 500 años del surgimiento de la Reforma Protestante en Europa, que dio origen al movimiento evangélico, y  sin embargo en Honduras las Iglesias carecen de personería jurídica como iglesia, y se les trata como una Ong.

Espero que los miembros del Congreso consideren esto, y equiparen a los evangélicos dándole los mismos derechos que tienen los católicos. Espero que la Corte de Justicia vele por  mantener un Estado Laico, y al poder ejecutivo que actué con coherencia a la hora de participar en un evento religioso, y piense que como representante de todos los hondureños, deben actual con igualdad y respeto a las diversas creencias del pueblo, porque Honduras es un estado Laico.