LAS RESPUESTAS AL LLAMADO DE JESÚS:

*Lucas 9:59-62 NVI “…A otro le dijo:  —Sígueme. —Señor —le contestó—, primero déjame ir a enterrar a mi padre.   *Deja que los muertos entierren a sus propios muertos, pero tú ve y proclama el reino de Dios —le replicó Jesús.   Otro personaje afirmó: Te seguiré, Señor; pero primero déjame despedirme de mi familia.  Jesús le respondió: Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios”

Mientras recorría Jesús toda Galilea, predicando el Evangelio del Reino, tuvo fundamentalmente, dos tipos de respuestas, al llamar a algunos para que le siguieran:  En estas dos respuestas humanas al llamado divino, encontramos *dos características especiales: 

Primero= Que los llamados, no rechazaron definitivamente la posibilidad de ser algún día sus seguidores. 

Segundo= Que no estaban dispuestos para seguirlo en el mismo instante en que estaban siendo invitados, sino que más adelante, u otro día….

¿Cuál fue La excusa para no seguir a Jesús inmediatamente?  Entre otras excusas estaban algunos deberes para con la familia, que eran considerados más importante y primeros que CRISTO y su obra. Lo sabemos por la incidencia doble de la palabra: primero, en el texto de este pasaje: “Déjame que primero vaya y entierre a mi padre”; “… déjame que me despida primero de los que están en mi casa” …

De las respuestas que CRISTO JESÚS lea brindó a ellos, podemos extraer algunas lecciones respecto a seguir a JESÚS:  Jesús no les estaba diciendo a ninguno de los dos que desatendieran definitivamente a su familia.

Pero sí estaba dejando claro que los compromisos u obligaciones familiares no deben de convertirse en un impedimento cuando se trata de seguir a DIOS.

Jesús es el Alfa y la Omega, “el primero y el último” (Ap. 1:11). JESUS debe de ser el primero en nuestra lista, y después de Él es que se debe de continuar con la lista de *otras prioridades*, porque el *número 1* de nuestras prioridades debe ser precisamente ÉL

– Jesús los estaba llamando a los dos, a anunciar el reino de Dios, a poner “la mano en el arado” …  Nuestros familiares que aún no siguen a CRISTO necesitan oír de nuestra boca el mensaje del reino de Dios, para que resuciten de la muerte espiritual, y entonces, vivan eternamente con EL… Esto es nuestro deber más sagrado para con ellos, si los amamos de verdad…

– JESÚS nos hace saber aquí, que no solo están muertos los que pierden la vida física, sino, que están en peor muerte los que no le han aceptado a Él como su Salvador y Señor…Si los NO creyentes entierran a otros familiares que han partido de este mundo sin Cristo, entonces, los muertos están enterrando a sus muertos… «Jesús está enseñando, que, si alguien parte de este mundo, sin haber respondido a su llamado, no hay nada que se pueda hacer posteriormente a favor de esa alma; tal persona se ha perdido eternamente…

Seguir a Cristo demanda una mirada permanente en el Camino de la fe. Hablando de prioridades entre lo eterno y las cosas de este mundo, Cristo dice: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas (Mt. 6:33). Por tanto, sigamos amando a nuestros familiares y orando constantemente por su salvación.

Pero no olvidemos que el primer favor espiritual que les hemos de hacer es seguir nosotros primero a Jesús en el Camino, y hablarles de Él.

Sigamos el ejemplo de aquellos a quienes Jesús llamó, y de inmediato, lo dejaron todo por servirle. Simón Pedro, y Andrés, su hermano, cuando Jesús les dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres… dejando al instante las redes, le siguieron”. Igualmente, Jacobo, y Juan, su hermano. Cuando el Señor los llamó, “… dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron” ( Mt. 4:18-22). O cuando Jesús llamó al recaudador de impuestos de nombre Zaqueo: LUCAS 19:5. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6) Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.

Nos falta responder esta pregunta: ¿Qué lugar ocupa Jesús en nuestra vida?  

Si Jesús ya es verdaderamente el primero en nuestro corazón, y servirle se ha convertido en la prioridad de nuestras acciones, entonces *se nos ha revelado cuál es el verdadero Discipulado. ¡Que se cumpla en nosotros esta promesa condicionada al creer en el Señor Jesucristo: “… serás salvo, tú y tu casa”! (Hch. 16:31)