EL ORIGEN DEL DIEZMO

Mario E. Fumero           

No podemos terminar este estudio sin explicar cómo debe la iglesia obtener sus fondos para financiar el reino de Dios en la tierra.

            La obra de Dios se sostiene de los ingresos de sus miembros mediante las ofrendas y los diezmos. El diezmo es actualmente cuestionado por muchos debido a su imposición, y a mal uso hecho por algunos ministros que se lucran del mismo, siendo este una parte muy importante en el quehacer de la iglesia moderna pero que causa escándalo por los abusos que hacen ciertas iglesias.

            Para combatir el diezmo en la iglesia, sus detractores afirman que pertenece a la ley, y que la iglesia, según las enseñanzas de Jesús, no está obligada a ciertas partes de la ley mosaica, porque vive bajo la gracia, y que la ley no es impositiva en cuanto a ritos, ceremonias y costumbres para los cristianos, aunque sí debe aceptar los valores de las leyes morales representado en los diez mandamientos.

            Es cierto que en el Nuevo Testamento sólo se menciona la palabra diezmo 2 veces y lo hace Jesús en relación al reclamó que les hace a los judíos por su conducta hipócrita[1] y como un argumento para justificar su falsa religiosidad[2]. También es cierto que en la iglesia primitiva los cristianos no daban el diezmo, por una sencilla razón, lo daban todo[3], sometiéndose de esta forma al Seño-río de Cristo pues aún ellos mismos le pertenecían al Señor.

            Pero la pregunta que nos hacemos en este escrito es ¿Pertenece el diezmo a la ley? En realidad, el diezmo no es el producto de la ley, ni de una imposición, ni tampoco es un impuesto, sino que apareció espontánea-mente, mucho antes que la ley. Se menciona por primera vez en Génesis 14:20[4] como una muestra de gratitud por parte de Abraham (Hebreo 7:1-20[5]) hacia el rey de Salem llamado Melquisedec, al cual le ofreció pan y vino, siendo esta una Cristofanía[6], y después le dio el diezmo de todo. Tiempo después Jacob como muestra de gratitud, edificó un altar y dio el diezmo, estableciendo no como una obligación, sino como una expresión de gratitud como dice Génesis 28:20-22

E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, Y si tornare en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios, Y esta piedra que he puesto por título, será casa de Dios: y de todo lo que me dieres, el diezmo lo he de apartar para ti.

Es entonces que esta costumbre prevaleció hasta que Moisés la estableció por ley. 

            Cuando Dios por medio de Moisés establece el diezmo lo hace para sostener la tribu de Levi, que era la encargada de la parte espiritual y de salud del pueblo. A partir de ahí fue un mandato imperativo y requiriendo como expresión de gratitud por todas las cosas que el Eterno había hecho.

Ya en el Nuevo Tes-tamento este concepto toma un significado más amplio, porque al convertirse el cristiano y formar la iglesia, se establece el reino del Señor Jesús como So-berano, por lo que todos nosotros termi-namos siendo siervos, y nada de lo que tenemos nos pertenece, ya que como dice la Palabra, al negarnos a nosotros mismos, sometemos todos nuestros bienes y derecho al dueño del reino, que es el Señor Jesucristo.

            Concluyó afirmando lo siguiente; el diezmo no es un impuesto ni una carga tributaria que se debe aplicar por la fuerza, sino una expresión de gratitud qué evidencia la forma en que nosotros hemos entregado al Señor todo, según el concepto de servidumbre. Así que, si Jesucristo es hoy mi Señor, y tengo un automóvil, ahora este automóvil es del Señor, y yo soy su chofer, y lo uso para servirle. De manera que ahora “no vivo yo, si Cristo vive en mí”, todo lo que tengo es de él y hasta yo mismo le pertenezco, por lo tanto, el dar no es solamente una expresión material, sino integral, cuando doy mi dinero, mi tiempo, mi servicio, mi entrega y mi familia a él, hoy evidenciando esa realidad de la Palabra de que ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí.



[1] – Mateo 23:23 “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo que es lo más grave de la ley, es a saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro. 

[2] –  Lucas 18:12 “Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo. 

[3] – Hechos 2:45 “Y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartían las a todos, como cada uno había menester”.

 Hechos 4:34 “Que ningún necesitado había entre ellos: por-que todos los que poseían heredades o casas, vendiéndolas, traían el precio de lo vendido”, 

[4] -Génesis 14:17-20 “Y salió el rey de Sodoma a recibirlo, cuando volvía de la derrota de Chêdorlaomer y de los reyes que con él estaban, al valle de Shave, que es el valle del Rey. Entonces Melchîsedec, rey de Salem, sacó pan y vino; el cual era sacerdote del Dios alto; 19 Y bendíjole, y dijo: Bendito sea Abram del Dios alto, poseedor de los cielos y de la tierra; 20 Y bendito sea el Dios alto, que entregó tus enemigos en tu mano. Y dióle Abram los diezmos de todo.

[5] Hebreos 7:1-10 “7 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo. 2 A quien asimis-mo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz. 3 Sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.4 Consi-derad, pues, cuán grande era este, a quien aún Abraham el patriarca dio diezmos del botín.5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque estos también hayan salido de los lomos de Abraham. 6 Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas. 7 Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor.

[6] -Una teofanía es una manifestación de Dios en la Biblia, que es tangible para los sentidos humanos.

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Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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