UNA GRAN MAYORÍA DE CREYENTES PREFERIRÍAN…

Ángel Bea

…tener por escrito lo que pueden o no pueden hacer, en cuestiones que no vienen reflejadas en las Sagradas Escrituras, antes que depender de la gracia divina, el Espíritu de Dios y de los principios bíblicos.

Los “códigos” son más fáciles de seguir, debido a que nos evitan tener que pensar, reflexionar y depender de la guía del Espíritu de Dios. Sin embargo, esa forma «legalista» de conducirnos, nos dejan sin crecimiento en la vida cristiana. Además, es muy posible que haya situaciones en las cuales, por seguir nuestro «código» demos de lado al más importante de los mandamientos que es el amor. Sería por eso que el Señor Jesús dijo aquello de, «Habéis invalidado la palabra de Dios con vuestra tradición…» -valga decir: ‘códigos’- (Mr. 7.6-7,9,13) Y también añadió: «Misericordia quiero y no sacrificio» (Mt. 9.13; 12.17).

Entre otros muchos ejemplos de «normas» que había que seguir, pongamos por ejemplo que hace algunas décadas (aunque muchos lo practican todavía) cuando moría algún familiar de un creyente evangélico, éste se abstenía de acompañar a su familia a la hora de celebrar la misa, y se quedaba fuera del templo. Le habían enseñado que como esa ceremonia no era conforme a las Escrituras que no debía “participar” de ella. Y claro, tenía que ser consecuente. Eso producía cierto dolor en los familiares, porque no entendían nada de ese comportamiento. No obstante, para los evangélicos que así se comportaban, eso era “dar buen testimonio”. Lo cierto es que, en la mayoría de los casos el mal era mayor que el bien que se pretendía con el supuesto «buen testimonio». No obstante, se podía ver de otra manera. El estar al lado de la madre o el padre y los hermanos en esos momentos, podía ser de más valor y mejor testimonio que el hecho de “quedar fuera”. Y hacerlo de esa manera, para nada tenía que ver con “participar” de lo que en aquella ceremonia se hacía; la cual no tenía ningún valor para los que no creíamos en ella, ni tampoco nos afectaba para nada de forma negativa.

Por eso, ante ideas y concepciones sobre lo que se debe o no se debe hacer, es mejor no depender de “códigos” dados por hecho; bien sean explícitos o tácitos. En todo caso la dependencia de la gracia de Dios por el Espíritu Santo y la guía de su Palabra siempre nos proporcionará la sabiduría que suele acompañar y producir el verdadero crecimiento espiritual y que, a su vez, nos llevará a la madurez (Heb.5.11-14; 13.8-9). No obstante, esa dependencia exige una entrega, integridad y fidelidad a Dios sin reservas, para no encubrir ni justificar motivos e intereses espurios. Estos serían, en todo caso, un gran estorbo en dicha guía y crecimiento espiritual. Sin olvidar que el amor y la misericordia de Dios, siempre estarán por encima de “las tradiciones de los hombres”

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Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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