Mario E. Fumero
(Tomado del Libro “un futuro decepcionante”)
Dejando atrás los imperios Persas, Asirios y Caldeos, que eran unas hegemonías impositivas; aparece en escena el imperio romano[1], el cual evolucionó en dos sistemas políticos diferentes de gobierno, ya que tuvieron épocas en que prevaleció como una república romana republicana y democrática, que después dio pasó a una monarquía impositiva; pues, aunque tenía un senado y un emperador, este último absorbió el poder absoluto, hasta el extremo de proclamarse “KYRIOS”, qué significa soberano absoluto.
Lentamente el poderoso imperio romano cae en las garras del poder absoluto de hombres ambiciosos que se creían dioses, y la política del sistema se volvió tan corrupta que, se acentuaron las divisiones de clases sociales[2], las conspiraciones, la lucha por el poder, y la sojuzgación de aquellos países que habían sido conquistados, sometiéndolos a los capricho del César de Roma.
POSICION DE JESUCRISTO FRENTE AL INVASOR ROMANO
Fue dentro de este panorama en que aparece Jesucristo, proclamando un reino dentro de otro reino, y aunque respetó el sistema dominante de su época, que era injusto, proclamó una verdad que liberaba a los hombres de la esclavitud[3], sin atentar contra la política imperante en esta etapa de la naciente iglesia, la cual fue víctima de una cruenta persecusión.
Es entonces cuando Jesucristo define su posición frente a los poderes políticos dominantes de su época, al confrontarlo los judios con varias preguntas relacionada a su forma de pensar sobre el dominio romano de palestina. En una ocasión le cuestionaron maliciosamente, a quién se le debe dar tributo, si a Diós, o al César, y su declaración estableció claramente la separación de la iglesia frente a los poderes dominantes, afirmando que hay que “darle a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”[4] Pero, ¿Qué es lo que debemos darle a Dios, y qué le debemos dar al César? Las epístolas dan respuesta a esta pregunta, y también la historia de la iglesia desde el año 35 al 300 d.C. evidenciando cual fue la posición de la misma frente a la política[5] del imperio romano, porque claramente Jesús definió que no se puede servir a dos señores[6], ya que la amistad con el mundo se constituye enemistad para con Dios[7].
DE SER PERSEGUIDA A SER PODEROSA
Hasta el año 313 d.C la iglesia fue perseguida por el imperio romano, pero a partir de esa fecha los cristianos, frente a las prebendas que Roma les otorgara por el Edicto de Tolerancia[8]; se aliaron con el sistema romano, y el cristianismo empezó a deteriorarse y corromperse; alineándose políticamente al lado de los poderes dominantes. Desde ese momento, la iglesia se divorció del verdadero evangelio de jesucristo, para comenzar su juego político, llevándole a un cristianismo corrupto en la Edad Media, el cual se engendró dentro de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Ellos creyeron que desde una plataforma política podían cambiar la situación inherente en la naturaleza humana, sin entender que el Nuevo Nacimiento no puede operarse por medio de leyes humanas, ni de ideologías políticas; sino a travez de una experiencia personal y profunda con Jesucristo, la cual produciría lo que teológicamente definimos como una Nueva Criatura[9]. Esto está clarificado cuando Jesús le dijo a Nicodemo que era necesario nacer de nuevo, estableciéndose que hay dos nacimientos, uno que es biológico y otro que es espiritual[10].
[1] -Aparece sobre el año 27 a. C. y el imperio cae en el año 476 d. C. Su dominio abarco el Occidente, y el Oriente.
[2]– Las clases sociales prevalecientes en el imperio eran cinco: patricios, plebeyos, esclavos, clientes y libertos.
[3]–Lucas 4:18-19 “El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas á los pobres: me ha enviado para sanar á los quebrantados de corazón; para pregonar á los cautivos libertad, y á los ciegos vista; para poner en libertad á los quebrantados: Para predicar el año agradable del Señor.
[4]– Mateo22:21.
[5]-Para ello debemos de estudiar la historia, y los escritos de los padres de la iglesia en este periodo.
[6]-Mateo 6:24 “Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón”.
[7]-Santiago 4:4 “Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
[8]-El Edicto de Tolerancia de Nicomedia (Edictum tolerationis Galerii) del 30 de abril del año 311 puso un punto final a las medidas represivas instituidas en el Imperio romano en contra de los cristianos por el emperador Diocleciano. Tomado de Wikipedia
[9]– 2 Corintios 5:17 “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
[10]– Evangelio de San Juan 3:1-4-


