Mario E. Fumero
Según un informe difundido por la organización “CitizenGO”, “un grupo que defiende los derechos de la fe cristiana” se analiza las declaraciones hechas por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro en donde hace alusión a su posición con relación a los planes de la ONU, respecto a restringir la libertad religiosa cuando los predicadores señalen lo malo de la ideología de género, la cual se trata de imponer por la fuerza como algo bueno según el punto 5 referente a la agenda 2030.
El informe, que salió a luz pública el pasado 27 de octubre, por el Secretario General de la OEA expreso lo siguiente: «Preocupan los casos de instrumentalización del discurso religioso, con el objetivo de legitimar prácticas de discriminación. Finalmente, se requiere trabajar en la concreción de regímenes de laicidad y la profundización de Estados laicos». Según estas declaracionesel Sr. Almagro se olvida del artículo 12 de la Convención Americana de los Derechos Humanos la cual juró cumplir y hacer cumplir la libertad religiosa, pues nadie puede sufrir restricciones a su fe. Esta actitud rompe con todos los principios tradicionales, ¿Y no es esta expresión una restricción que consideran a nuestra religión SOSPECHOSA DE DISCRIMINACIÓN? Almagro se olvida de defender la libertad religiosa, como es su obligación, ya que en su declaración insta a las religiones a evitar la discriminación y a los estados a “profundizar en el laicismo”, despojando todo aspecto religioso de la vida política y educativa.
¿Qué les espera a las iglesias cristianas si todas estas propuestas de silenciar su mensaje se llegarán a implementar? De seguro, comenzaría una nueva inquisición, entonces se comenzaría a prohibir la Biblia, y posiblemente quemarlas, junto con el encarcelamiento de todos aquellos pastores o sacerdote que prediquen contra el pecado de la depravación sexual, etiquetándonos como que están haciendo una apología al odio, e ignorando el postulado y el derecho de que cada persona tiene una libre conciencia y creencia que debe ser respetada, así como el deber de también tolerar a los que creen y piensan diferente a nosotros.
No podemos permanecemos en silencio, y no prestar atención a todos estos fenómenos que se están dando a nivel mundial, pues existen manos oscuras detrás de la agenda 2030 que nos quieren obligar a desechar el mensaje bíblico y moral en favor de la familia y de las normas biológicas y científicas establecidas por el creador para llevarnos a lo que podríamos denominar un “estado profano”.
En cuanto a la agenda 2030, y la imposición de la ideología de género, poca polémica o reacciones tenemos dentro de los grupos evangélicos, y debemos prepararnos apologéticamente para hacer frente a lo que viene, ya que el silencio y la indiferencia nos puede pasar factura en el futuro, por lo que tenemos que tomar conciencia y preparar a nuestras congregaciones y a nuestros hijos para una avalancha de imposiciones inmorales, que no tarda mucho en imponerse jurídicamente, principalmente en aquellos países que decidan acoger y adoptar las normas impuestas por las Naciones Unidas y la OEA.
Tristemente estos organismos internacionales dicen defender las libertades, pero con dicho cuento, se dedican a socavar, para dar paso a toda una corriente que contiene el macabro plan de reducir la población mundial mediante la destrucción del núcleo y la esencia de la sociedad, que es familia. Debemos oponernos al adoctrinamiento de la ideología de género y la implementación de la pederastia como normal legal, tanto en las escuelas como en la sociedad, y defender la inocencia de los niños, pues todas estas ideologías supuestamente están infiltrándose dentro de la educación y la ciencia. Debemos ser conscientes que, si no aceptas su ‘nueva religión’ que será impuesta en el futuro, ¡indudablemente que estaremos expuestos a inquisición laica que nos llevará a la hoguera!
Unidos Contra la Apostasía 