¡¡VAMOS DE PASO… HACIA LA ETERNIDAD!!

Pastor Héctor Hernán Castro Canales

Fue una noche de verano en mi tierra natal, en la campiña sureña. Era la década de los 80’s; inolvidables años aquellos en los que, paradójicamente, las noches eran iluminadas por la oscuridad. Sí, al no tener energía eléctrica uno podía ver y hacer muchas cosas que hoy el entretenimiento tecnológico nos impide apreciar y realizar.

El cielo lucía espléndidamente despejado y sus miles de brillantes estrellas invitaban a contemplarlo. Me recosté sobre una gran piedra fuera de nuestra casa y contemplé el firmamento.

De pronto, el cielo se iluminó y pude ver como fugazmente un cuerpo celeste surcó el espacio. Era amarillo brillante en su centro y verde azulado en sus bordes. ¡Era un hermoso cometa que muy pronto se perdió en el horizonte… todo un espectáculo celeste! Confieso que he deseado mucho ver de nuevo un cuadro igual, pero eso no ha sido posible. Esa inolvidable noche de verano contemplé por breves instantes un espectáculo irrepetible.

Recordando ese evento, pienso en lo fugaz que es nuestra vida en esta tierra. Justo ayer, 2 de agosto, como seguramente todos en mi familia, yo estaba melancólico, recordando el cumpleaños de mi hermano mayor, José Alfonso. Es que el Señor decidió llevarlo a Su presencia el 15 de septiembre de 2018, con los altos honores de un héroe que ofrendó su vida para salvar a su familia en las aguas del Océano Pacífico. ¡Su vida física se apagó inesperadamente, pero por haber confiado en Jesucristo espera su gloriosa resurrección!

Y antes de que la luz del día de ayer declinara, otra impactante y muy triste noticia nos sacudió: Ema Beatriz, una encantadora niña de 9 meses, a quien conocí y ví solo por breves momentos la semana anterior en nuestra casa sureña, fue también llevada por el Señor a Su presencia.¡ Tampoco imaginé que aquel momento sería irrepetible!

De la misma forma como contemplé brevemente aquel cometa fugaz en los años 80’s, así ví por breves momentos una niña lozana, increíblemente tranquila, que podía ser tomada en brazos por cualquier persona sin manifestar ningún tipo de molestia. Justo ayer Ema cumplía sus 9 meses (nació el 2 de noviembre de 2022) y Dios soberanamente decidió sacarla de este mundo en sufrimiento y llevarla a un lugar de descanso y paz (Isaías 57:1,2.)

En Lucas 18:16,17 dice: «Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.» En base a estas palabras de Jesús, podemos afirmar con absoluta certeza que Ema Beatriz está en el Reino de Dios y que Él desea y espera que todos tomemos conciencia de lo frágiles, transitorios y dependientes de Dios que somos.

¡Ella reposa ya, pero su familia llora su ausencia! Nuestros corazones y oraciones están con su madre Yanelly y con todo su entorno familiar que experimentan tan profundo dolor. Sólo Dios conoce el propósito de tan impactante experiencia; sólo Él quiere, puede y sabe consolar los corazones que experimentan tal nivel de aflicción. En estos tiempos tan duros no hay palabras humanas que llenen la necesidad de un corazón que sufre, pero la gracia y la Palabra de Dios nos ofrecen un refugio en la tormenta, un hombro sobre el cual llorar y una segura esperanza en la cual descansar.

Cuando el rey David sufrió la muerte de su hijo (2 Samuel 12:15-25), dijo: «Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí.» (2 Samuel 12:23.) Estas palabras reflejan aceptación de la soberana voluntad de Dios, la imposibilidad de que los muertos retornen a la vida física en esta era, la certeza de nuestra futura muerte y la esperanza del posterior y eterno reencuentro cuando el Señor venga. 

¡Jesucristo es la clave!

En Juan 11:25,26 dice: «Le dijo Jesús: Yo Soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?» El Señor continúa haciéndonos la misma pregunta: ¿Creemos eso? Creerlo o no hace la diferencia en cómo afrontamos nuestro proceso de duelo.

¡Ánimo familia… ¡Dios les sostiene, consuela y ofrece sólo por medio de Jesucristo la gloriosa esperanza de una futura y feliz reunión sin final!  Les acompañamos en oración.

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Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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