“Que con mansedumbre corrija a los que se opone, por sí quizás Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad”
2 Timoteo 2:25
Mario E. Fumero
Uno de los grandes problemas de la sociedad moderna es el abuso de autoridad. Esto ocurre en diversas dimensiones del diario vivir, tanto a nivel del hogar, como del estado, e incluso dentro de la iglesia cristiana.
El abusar cuando se tiene el poder es uno de los males más comunes en la sociedad moderna, principalmente en la política. El acoso físico (bullying[1]) sirve para ejercer poder sobre otras personas, lo que se ha convertido en un serio mal social en todos los aspectos, pero a mí no me preocupa lo que ocurre en lo secular respecto al abuso de autoridad, sino al hecho de ver a pastores y líderes religiosos, que tomando la Palabra del Señor, practican una actitud despótica hacia las ovejas, de lo que denominó “la tiranía de los Santos”, sometiendo al rebaño del Señor a servidumbre y actitudes incorrectas que van desde las amenazas, hasta el chantaje mercantil e intimidación.
La Palabra de Dios nos demanda tratar a las personas con mansedumbre y respeto, aunque no formen parte de la iglesia, y tratarlos con dignidad, aunque los exhortemos por su mal proceder. Es bueno aclarar que la mansedumbre no significa tolerancia extrema, sino condescendencia, o sea, tratar de llevar a las personas a la verdad por medio del camino del amor. Se puede decir la verdad sin ofender, y se puede llevar a los que se apartan del camino correcto, a la senda recta, pero con una actitud condescendiente e impregnada de amor.
El evangelio no es una imposición, ni una dictadura. Para ser firmes, no tenemos que adoptar actitudes déspotas. Debemos tratar a las personas con autoridad espiritual en la Palabra, pero respe-tando su dignidad, mediante la aplicación del amor. Corrijamos sus defectos siendo nosotros, como dice la Palabra, ejemplo en todo (2 Timoteo 2:7).
Recordemos las palabras de Jesús respecto a la conducta que los líderes deben tener con el rebaño. Él dijo “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:11) y las ovejas le siguen, porque el pastor debe tener dos cualidades distintivas en su ministerio; ser amoroso con sus ovejas, además, ser misericordioso con aquellos que no actúan correctamente, como dice la Palabra “no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey” 1 Pedro 5:3.
[1] El acoso escolar es un anglicismo es el acoso escolar y toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre escolares, de forma reiterada y a lo largo del tiempo.


