«Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis» Juan 13:15
Mario E. Fumero
El término “ejemplo” procede del latín “exemplum” el cual hace referencia a un hecho o conducta que se toma como un modelo a seguir, o para ser evitado de acuerdo con su perfil, ya sea positivo, o negativo.
Durante la vida terrenal de Jesucristo, su accionar y su forma de ser se convirtió en un modelo que debían seguir sus discípulos, fue por ello por lo que al prepararlos para su partida y encomendarles la ejecución de la gran comisión, les dio la orden de que imitaran su ejemplo. Pero ¿Qué ejemplo nos dio Jesús?
Ser ejemplo consiste en demostrar en nuestra forma de ser, “los hechos” todos los aspectos de un estilo de vida. Esto evidencia nuestro carácter, el cual se revela al actuar, hablar, vivir y ser.
No podemos decir que somos cristianos, si no podemos vivir conforme a los postulados proclamados y vividos por el mismo Jesucristo. Es por ello por lo que el apóstol Juan les dice a sus discípulos que: «el que dice que permanece en él, debe andar como el anduvo» (1 Juan 2:6), siendo por lo tanto Jesús el modelo que todos debemos imitar, razón por la cual nos llaman «cristianos», que significa seguidor e imitador de Cristo.
Pero ¿vivimos la entrega, el compromiso y la humildad del maestro? Es fácil ir a una iglesia, decir que soy cristiano, cantar alabanzas y leer la Biblia, pero esto no es suficiente. Para ser un verdadero seguidor de Jesucristo necesitamos actuar como él ordena. La esencia de «ser» radica en el «vivir», esto es encarnar en nosotros el ejemplo que el Señor nos dio cuando estuvo en la tierra. Es por lo que el apóstol Pablo afirmó que somos cartas escritas no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo (2 Corintios 3:3) Además Jesús expresó claramente en el Sermón del monte qué “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo 5:12-16
Tristemente estamos llenos de cristianos, pero faltos de imitadores, por lo cual nuestras vidas se vuelven insuficientes, vacías, y sin contenido sólido para poder impactar al mundo, que se pierde por falta de verdaderos testimonios cristianos.


