CANTOS QUE IMPACTAN

Mario E. Fumero

«BUENO es alabar á Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh, Altísimo; Anunciar por la mañana tu misericordia, y tu verdad en las noches,» Salmo 92:1-2

          La música es un complemento importante en el culto devocional. Con ella expresamos lo que sentimos y lo que vivimos, y forma parte de todo un conjunto de acciones que denominamos «adoración».

          Muchas iglesias tienen grupos musicales que llevan una alabanza muy técnica y metódica, pero ¿Qué es lo que impacta al cantar? Algunos pensarán que lo artístico y técnico, otros la calidad de las voces, pero el impacto del cántico congrenacional no radica en el profesionalismo de los que cantan, sino en el espíritu de los que adoran.

          Muchos grupos musicales de adoración le dan más importancia a lo artístico, que a la preparación espiritual para la ministración de la música. Actúan como actores, no como verdaderos adoradores, pues lo que cala dentro de las personas no es lo armonioso de las voces, aunque tiene su mérito, sino la integridad y el espíritu del adorador. Pero al respecto tenemos que hacer una pregunta; ¿Cuánto tiempo pasan los cantantes en oración antes de cantar? y ¿Cuánto tiempo pasan ensayando? En realidad, lo que más va a impactar en el culto, no es lo artístico del cántico, sino el espíritu del que canta, porque una cosa es cantar para distraer y emocionar, y otra cosa es cantar para llevar al pueblo a adorar al altísimo y preparar el panorama para la predicación de la Palabra.

          En muchos cultos modernos la parte más larga es el devocional, y cuando entran al mensaje, ya los hermanos están cansados. ¿Hasta dónde debemos llevar la parte de adoración? Hasta crear las condiciones receptivas para transmitir el mensaje de la Palabra, siendo esté la parte más importante del culto.

          ¿Qué nos enseña la Biblia sobre la adoración? Que nuestra alabanza debe estar de continuó en nuestra boca (Salmo 34:1[1]) porque Dios no se goza con la hermosura de nuestra voz, ni los acordes de los instrumentos, sino con la actitud del corazón que proclama su grandeza, porque la adoración no es una acción de cantar, es un todo delante de la presencia de Dios. Se adora no sólo cuando se canta, sino cuando expresamos alabanzas y damos testimonio, y nos postramos delante de su presencia, de forma tal, que el adorar no es una parte del culto, es un todo dentro del mismo.


[1]– “Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca”.

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Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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