Mario E. Fumero
Tristemente estamos viendo como la agenda 2030 con su ideología de género se trata de imponer sutilmente dentro de otras leyes que son buenas, pero dentro se meten cápsulas que llevan a imponer una ideología como imposición globalista contraria a los principios tradicionales de la familia hondureña y cristiana.
Primero se trató de aprobar una ley para frenar los embarazos de adolescentes la cual era buena en sí mismo, pero dentro de la misma se camufló una cápsula de terminologías que le harían la puerta a la ideología de género, con conceptos ambiguos como por ejemplo los términos inclusivo, integral y género que abriría la puerta a al fenómeno trans. En esta ocasión el pueblo se manifestó en su mayoría en contra de esta y la presidenta Xiomara Castros, consciente de rechazo popular la ley, la vetó.
Algunos pensaron que todo quedó ahí, pero no, ahora han propuesto otra ley con la misma cápsula, esta vez relacionada con el abuso de las mujeres, y dentro de la misma, volvieron a meter la misma cápsula de la ideología de género y del término inclusión, género e integral, ambos que apoyan abiertamente los movimientos LGTBQ y la ideología trans, que por todos los medios se trata de implementar a nivel mundial.
Debemos tener cuidado y analizar estas dos palabras impuestas por la ONU, que son “inclusión” que lo envuelve todo y “género” que define variedad o diversidad, cuando en el sexo solo hay dos opciones biológicas; “varón y hembra”. Estas palabras muy delicadas se prestan para introducir la ideología de género y el fenómeno trans, de lo cual debemos tener mucho cuidado, ya lo he dicho anteriormente, no podemos usar la palabra contraría para indicar biología y no podemos incluir la inclusión en vez de discriminación, porque ambas palabras al ser ambigua se pueden usar para apoyar todas este corriente de la agenda 2030 en los puntos 4 y 5 de los 17 postulados propuestos por la ONU para imponerlos a nivel mundial antes del 2030.
No estamos en contra de una ley que castigue el maltrato infantil, prevenga el embarazo en menores, lo que no queremos es que se use este instrumento para adoctrinar a nuestros niños en concepto contrarias a la sexualidad biológica, para afirmar que nosotros somos lo que la percepción personal determine. Tampoco estamos contra la percepción que como tú te percibes a ti mismo, pues si siendo hondureño te sientes norteamericano, o animal, o del sexo contrario al que biológicamente eres, es un asunto personal y tuyo, lo cual obedece a una actitud mental, que antiguamente se consideraba de desequilibrio, pero hoy tristemente se considera como algo lógico y normal, pero que dicha concepción entra al plano de la ideología y no de la biología o de la ley natural y por lo tanto NO SE PUEDE IMPONER A OTROS.
Es bueno introducir los términos correctos y no genéricos, y definir científicamente lo que es un hombre y una mujer de acuerdo con las leyes físicas y biológicas. En estos momentos las Naciones Unidas está discutiendo una ley para silenciar a todo aquellos que no piensen igual a los postulados de esta ideología de género. Tal parece que el 22 de marzo de este año se determinará la posibilidad de imponer por las Naciones Unidas una absoluta normativa para silenciar a todos los que disienten de esta ideología.
La lucha de la familia y de los cristianos en Honduras será muy grande para detener el avance de esta agenda, y no me cabe duda de que tarde o temprano la misma terminará imponiéndose, porque son los planes para crear las condiciones de la globalización y el Nuevo Orden Mundial.


