Rodrigo Ricardo. Antropología

¿Quién era Max Weber?

Dependiendo de la medida en que haya estudiado el campo de la sociología, probablemente haya encontrado una gran variedad de libros y ensayos que sirven como base del campo. Entre todas estas contribuciones, sin embargo, hay pocos sociólogos que hayan contribuido tanto a la sociología como el sociólogo alemán del siglo XIX Max Weber . A menudo citado como el “padre de la sociología”, el trabajo de Weber introdujo conceptos fundamentales de la investigación social que son, en muchos sentidos, tan relevantes hoy como lo eran cuando los escribió por primera vez.

Entre las contribuciones más significativas de Weber al campo se encuentran su colección de ensayos de 1904 y 1905, conocidos colectivamente como La ética protestante y el espíritu del capitalismo , estos han sido durante mucho tiempo lectura obligatoria para cualquier estudiante de sociología. En términos generales, el libro explora los orígenes del capitalismo moderno, particularmente en lo que se refiere a la creencia protestante de que los seguidores deben ejercer sus oficios en el mundo secular.

TEMAS Y TEORÍAS

Basándose en sus teorías relacionadas con las intersecciones de la religión, la sociedad y la economía, el libro explora los orígenes del capitalismo, particularmente en términos de los procesos humanos internos que llevan a una persona a perseguir el capitalismo.

Weber rastrea el capitalismo moderno hasta la reforma protestante de la Europa del siglo XVI. Durante este tiempo, varias variantes de las religiones protestante y cristiana se separaron de la iglesia dominante, incluidos los calvinistas , que son una rama del protestantismo que siguen las enseñanzas religiosas de Juan Calvino y creían que todo en el mundo estaba predeterminado por Dios. Predeterminado significa que Dios ya había elegido quién iría al cielo y quién no. Debido a que esta creencia tenía serias implicaciones para el resto de la vida de una persona, los calvinistas enfocaron una gran atención en buscar evidencia sobre quién fue “salvo” y quién fue “condenado”.

Según Weber, la búsqueda calvinista de evidencia de la aprobación o desaprobación de Dios los llevó a ver sus éxitos en el mercado como una señal de que se estaban adhiriendo a las expectativas de Dios, que remodelaron las economías al identificar al capitalismo como una búsqueda digna de su tiempo. Cabe señalar que los calvinistas no eran el único grupo que sostenía estas creencias, pero era uno de los pocos que las había articulado tan claramente.

Para ilustrar su punto, Weber se basó en gran medida en los escritos de Benjamin Franklin ., Uno de los padres fundadores de Estados Unidos, así como escritor y diplomático, entre muchas otras cosas. Según Weber, el énfasis de Benjamin Franklin en acumular e invertir dinero no era solo una obsesión por acumular riqueza; fue una lección de moralidad, que enfatiza la importancia de usar las habilidades y habilidades propias para contribuir a la sociedad.

Aunque identifica los orígenes del capitalismo como un producto de la Reforma, Weber señala que a medida que las sociedades progresaron y se volvieron más seculares, el marco económico permaneció porque sirvió bien a los sistemas sociales. Esto simplemente significa que cuando la gente dejó de asociar el éxito capitalista con la evidencia de Dios, todavía valoraba mucho el capitalismo como un factor social impulsor, al que Weber se refiere como el espíritu del capitalismo .

CONCLUSIONES DE WEBER

La ética protestante y el espíritu del capitalismo es, como Weber señala con frecuencia, una exploración de los orígenes y las implicaciones del capitalismo, pero no atribuye el surgimiento del capitalismo únicamente a la religión. Tampoco fue su intención hacer una declaración definitiva; más bien, el propósito de su trabajo era comprender cómo había evolucionado el capitalismo hasta el punto en que se encontraba durante su época.

A finales del siglo XIX y principios del XX, la mecanización del trabajo había comenzado a tener efectos profundamente negativos en la sociedad, particularmente en la creación de amplias divisiones entre clases sociales. Desde su perspectiva, Weber atribuye algo de esto al hecho de que el capitalismo se había alejado de sus orígenes protestantes, que entendían el capitalismo como una búsqueda moralmente justa y positiva. Según Weber, cuando los aspectos religiosos del capitalismo desaparecieron, dejó en su lugar un sistema poderoso y a menudo corruptor, lo que condujo a abusos laborales y la explotación de los trabajadores.

CRITICAS

Si bien el trabajo de Weber ha sido bien recibido y sigue siendo relevante en muchos sentidos, no está exento de críticas. Lo más importante es que el libro depende en gran medida de la interpretación de Weber de la comprensión del capitalismo de Benjamin Franklin para poder exponer su punto. A lo largo de las décadas que siguieron, la percepción de Weber de Franklin ha sido cuestionada por algunos que afirman que es inexacta. Si de hecho su percepción es incorrecta, entonces la tesis puede cuestionarse fácilmente porque se basa tanto en la intención de Franklin.

RESUMEN DE LA LECCIÓN

La ética protestante y el espíritu del capitalismo fue una exploración de los orígenes del capitalismo moderno. Fue escrito por el sociólogo alemán del siglo XIX y considerado el “fundador de la sociología”, Max Weber . Según Weber, el capitalismo fue un producto de la Reforma protestante, particularmente los calvinistas , que son una rama del protestantismo cuyos seguidores creían que todo estaba predeterminado por Dios. Predeterminado significa que Dios ya había elegido quién iría al cielo y quién no.

Desde la perspectiva de Weber, los calvinistas pusieron gran énfasis en encontrar evidencia de predeterminación, eventualmente interpretando sus éxitos económicos como tal evidencia. Dado eso, Weber creía que los calvinistas veían las contribuciones al capitalismo como algo positivo y aplicaban sus operaciones en los mercados seculares. Como una de las principales formas en que ilustra su punto, Weber se basó en los escritos de Benjamin Franklin , quien creía que alentaba al capitalismo como moralmente justo.

A medida que las sociedades se volvieron menos seculares, los aspectos religiosos del capitalismo desaparecieron, pero el marco permaneció, dejando lo que Weber denomina el espíritu del capitalismo. Desde su perspectiva, Weber ve la asociación en declive entre religión y capitalismo como una de las formas en que el capitalismo evolucionó de ser un elemento positivo de la sociedad a ser negativo.