CUANDO LA PIEDAD ES SOLO UNA MÁSCARA

Asnaldo Álvarez García

2 Samuel 15:7 “… Absalón dijo al rey: Yo te ruego me permitas que vaya a Hebrón, a pagar mi voto que he prometido a Jehová.”

 En nuestro caminar cristiano, nos encontramos con muchas figuras bíblicas que simbolizan las tentaciones, desafíos y peligros que enfrentamos en el camino hacia una vida piadosa. Absalón, el hijo del rey David, es una de esas figuras.

En el libro de 2 Samuel 15:7-9 leemos que, Absalón, quien era un hombre astuto y ambicioso; no dudó en aprovecharse de la confianza y el amor de su padre David para conspirar contra él y usurpar su trono. Para ello, se valió de una estratagema que le permitió engañar a su padre y a muchos de los israelitas que le seguían. Absalón le dijo a David que quería ir a Hebrón a cumplir un voto que había hecho al Señor. David, que amaba a su hijo y deseaba reconciliarse con él, le dio permiso para ir y le bendijo. Pero Absalón no tenía ninguna intención de honrar a Dios, sino de rebelarse contra su padre.

En Hebrón, se proclamó rey y envió mensajeros por todo Israel para convocar a la gente a su lado. Este relato bíblico ilustra un problema que persiste hasta hoy: la tendencia de algunos a ocultar su sed de autoridad, grandeza y prominencia con una capa de santidad espiritual. Estos «Absalones» modernos pueden ser los más fervientes en adoración, los más apasionados en oración y los que más generosamente dan.

Aparentemente, su corazón se quebranta con facilidad delante de Dios en humillación. Sin embargo, en su interior, como el ambicioso príncipe, pueden estar albergando aspiraciones de grandeza, usando su devoción como una mera máscara para su verdadero objetivo: el poder. Absalón resultó ser un manipulador magistral. A través de sus palabras halagadoras, su hermosura y su carisma, capturó los corazones del pueblo, apelando a sus emociones y deseos. A pesar de que David, su padre, había luchado en batallas y derrotados gigantes, la gente terminó prefiriendo a Absalón, porque les hacía sentir importantes y comprendidos y porque abrazaba, besaba y hacía promesas a cuantos cruzaban por su lado.

Tristemente la gente suele olvidar con facilidad los favores recibidos en el pasado, para enfocarse únicamente en los posibles beneficios del presente o futuro inmediato. Como cristianos, debemos estar atentos y discernir el “espíritu de Absalón” que puede infiltrarse hoy en la iglesia y en nuestras relaciones.

No nos dejemos seducir por sus palabras dulces, por sus gestos afectuosos, por sus promesas, o por su belleza exterior, porque todo eso puede ser una máscara que oculta una realidad muy diferente. Niégate abandonar o traicionar a tu David (líder, pastor etc) por alguien que te ofrece algo quizás “mejor”, pero que no tiene el respaldo ni la bendición de Dios. Recordemos que Dios no se deja burlar ni manipular por nadie. Antes bien confiemos en que Él defenderá y vindicará a los que, como David, son fieles, humildes y sobre todo _“con un corazón conforme al Suyo”_.

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Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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