Mario E. Fumero
El 25 de junio de 1962 fue firmado el decreto que prohibió la oración en las escuelas de los Estados Unidos, y a partir de esa fecha comenzó la decadencia moral de esta nación. Dios fue echado de un plumazo de los centros educativos por la lucha feroz de una atea llamada Madalyn Murray O’Hair, y con ello, todos los valores cristianos que fueron del fundamento de la Constitución y de la sociedad norteamericana hasta este momento.
Una vez desalojado a Dios de los centros educativos, ese espacio fue invadido por las drogas, la libertad sexual, las armas, las prácticas orientales de yoga y ahora el satanismo. Como fruto de ello, se incrementó el fenómeno de la drogadicción, la delincuencia y la violencia en los centros educativos, a tal grado, que ahora ya no llevan una biblia, sino que cargan pistolas, condones y drogas.
Pero no satisfecho con eliminar a Dios de los centros educativos, ahora y durante la presidencia de los demócratas, se ha comenzado a legalizar todo lo que antiguamente era inmoral, como es la libre convivencia sexual sin matrimonio, la aceptación e imposición de la ideología de género, y hasta sacar de los centros educativos la Biblia de las bibliotecas juzgando dicho libro como promotor del odio.
Pero ahí no termina todo, se está fraguando una ley para catalogar a los evangelios y el Nuevo Testamento como un libro que promueve el odio hacia los judíos y hacia los movimientos LGTBQ, y por lo tanto, llegará el momento en que ese ataque a los evangelios llegue también a las iglesias que prediquen contra un pecado que ya está institucionalizado, y se luchará que no se predique contra el pecado, el cual al estar legalizado jurídicamente, puede ser motivo de persecución y encarcelamiento a los que persistan en ello, ya que no podremos decir que la homosexualidad es una aberración y que las drogas son una depravación.
En estos tiempos es más fácil tener un arma de fuego para matar, que una biblia para edificar. Dios ha sido desalojado de las escuelas y ahora está siendo desalojado de la política del gobierno norteamericano, y se trata de prohibir también el uso de la Biblia en los sistemas de justicia, sobre el cual la gente juraba o prometía decir la verdad y solamente la verdad. Proto quitaran de la moneda la palabra “In god we trust” “en Dios Confiamos” Pero lo peor no es que los Estados Unidos desalojen a Dios de su cultura, sino que tratare de imponer ese principio a los países del tercer mundo, condicionando su ayuda a el hecho de que acepten sus nuevos esquemas de valores, que atentan contra Dios y sus mandamientos.
Todos estos fenómenos contra Dios no es nada más que el desalojo del creador de la sociedad para dejar el espacio listo para que reine uno que se proclamará Dios, y se objetó de culto, al cual la Biblia lo menciona como el hijo de perdición y también con el nombre del anticristo y dice que “se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” 2 Tesalonicenses 2:4
¿Estaremos preparados, nosotros los cristianos, para la gran persecución que se avecina? El plan de los globalistas abarca tres aspectos, 1°, es destruir la economía para introducir una moneda mundial, 2°, es incrementar el hambre para reducir la población, creando pandemias que como la guerra biológica fin de reducirán al 25% de la población mundial (Apocalipsis 6:8) y 3°, crear las condiciones de un caos mundial mediante la guerra, para dar paso a una nueva estructura de un reseteo mundial, que establecerá las bases de un gobierno único y universal como está escrito en la Sagrada Escrituras.


