Mario E. Fumero
No cabe duda de que la tecnología nos resuelve problemas, pero de la misma manera que los resuelve, también los puede crear, dependiendo en dónde aplicamos la misma. Indudablemente los avances tecnológicos y la inteligencia artificial, nos puede facilitar la vida, pero nos ofrece grandes riesgos, principalmente en el área laboral, ya que desplaza a un segundo plano a la inteligencia humana para sustituirla por una inteligencia fabricada y artificialmente que supera la inteligencia humana.
Sin embargo, hay un área en donde la aplicación de la tecnología representa un grave peligro para la democracia. El magnate Elon Musk hace sonar la alarma al afirmar que las máquinas de votación en EE. UU. están diseñadas para permitir el fraude, y pide que se prohíba el uso de las mismas en las votaciones afirmando que: «El riesgo de ser hackeado sigue siendo demasiado alto» Ya que según investigaciones hecha recientemente se acaba de demostrar ciertas irregularidades en las votaciones primarias en Puerto Rico con las máquinas electrónicas según afirmó Associated Press. Pero afortunadamente, había un rastro de papel que ayudó a identificar el problema y se corrigieron mediante los recuentos de votos. ¿Qué sucede en las jurisdicciones donde no hay rastro de papel y el poder está solo en las máquinas electrónicas?
No cabe duda de que, el uso de máquinas que registren el voto nos puede ofrecer los datos mucho más rápido, pero, sin embargo, es fácil manipularlas y alterar las cifras, no pudiendo tener evidencia de un hacker que altere el cometido, a menos que existe un papel físico que respalde los resultados. Es necesario que en todas las elecciones se use el papel como evidencia física del voto, aunque le podamos encargar a las máquinas tecnológicas el laboral los resultados y las estadísticas, pero siempre debe quedar prueba de un voto físico en papel, que pueda evitar que las máquinas electrónicas puedan ser manipulada para anular y favorecer a algún candidato o partido.
Elon Musk sostiene que se deben eliminar las máquinas electrónicas de votación y apoyarnos como siempre en la boleta escrita, porque existe un alto riesgo de que por medio de la inteligencia artificial se puedan manipular los resultados electorales. El candidato presidencial de los Estados Unidos Roberth F. Kennedy Jr. cuestionó en su cuenta de X lo siguiente: ¿Qué sucede en jurisdicciones donde no hay rastros documentales? Los ciudadanos estadounidenses necesitan saber que cada uno de sus votos fue contado y que sus elecciones no pueden ser pirateadas. Necesitamos volver a las papeletas para evitar la interferencia electrónica en las elecciones. Mi administración exigirá votos en papel y garantizamos elecciones honestas y justas”.
Es cierto que la aplicación de las elecciones electrónicas ofrece rapidez y ventaja, pero también representa un alto riesgo para hacer posible el fraude, ya que al no haber papeleta y forma de demostrar el mismo, quedamos desarmados ante el engaño. Es por ello por lo que no debemos confiar en el sistema electoral electrónico a menos que vaya respaldado por un voto físico en papeleta, la cual pueda ser contada en caso de duda, para respaldar los resultados tecnológicos con evidencia científica, porque como afirmó Poncio Pilato cuando le reclamaron los fariseos el rótulo que había puesto al pie de la cruz afirmando que Jesús era el rey de los judíos, les respondió “lo que está escrito, escrito está”.
No dejemos que el sistema electrónico electoral se imponga sobre el sufragio directo y personal en una boleta. Ya se ha demostrado técnicamente que a través de dichos sistemas se han ejecutado muchos fraudes no sólo en los Estados Unidos, sino en otros muchos países de América latina. Estemos alerta y no dejamos que la tecnología nos anule.
Unidos Contra la Apostasía 