Un día un joven le preguntó a su abuelo: «¡Abuelo! Cómo pudieron vivir antes…
– Sin tecnología, – Sin internet, – Sin ordenadores, – Sin drones, – Sin TikTok, – Sin Instagram, – Sin Facebook,
El abuelo respondió: «Al igual que tu generación vive hoy…- Sin oraciones, – Sin dignidad, - Sin compasión. – Sin vergüenza. – Sin honor. – Sin respeto, – Sin personalidad, – Sin carácter, – Sin amor propio, – Sin modestia, – Sin honra.
Nosotros, las personas nacidas entre 1950 y 1989 somos los bendecidos, nuestra vida es una prueba viviente. • Cuando montábamos en bicicleta, nunca usamos el casco , si nos hacíamos daño , la mercromina lo curaba todo. • Después de la escuela, hacíamos los deberes y salíamos a jugar a la calle hasta el anochecer. Cada padre nos llamaba con su particular silbido y sin rechistar para casa. • Jugábamos con amigos de verdad, no amigos de internet. • Si alguna vez nos sentíamos sedientos, bebíamos agua del caño, no agua embotellada u osmotizada. • Nunca nos pusimos enfermos compartiendo el mismo vaso con nuestros amigos/as. • Nunca ganamos peso comiendo platos de arroz todos los días y chocolate con pan. •No le pasó nada a nuestros pies a pesar de andar descalzos durante horas. • Nunca usamos suplementos alimenticios para mantenernos saludables. • Solíamos crear nuestros propios juguetes y jugar con ellos. • Nuestros padres no eran ricos. Ellos nos dieron amor, no materiales mundanos. •Nunca tuvimos , teléfonos móviles , DVD, Play Station, Xbox, videojuegos, ordenadores personales, iPhone , iPad , Netflix ,internet… pero sí tuvimos amigos/as de verdad y no amigos/as virtuales. • Visitábamos las casas de nuestros amigos/as sin haber sido invitados y disfrutamos de la comida con ellos. • Los familiares vivían cerca para disfrutar el tiempo con la familia.
• Es posible que hayamos estado en fotos en blanco y negro, pero podemos encontrar recuerdos muy coloridos en esas fotos. • Somos una generación única y más comprensiva, porque somos la última generación que escuchó a sus padres …
…y también la primera que tuvo que escuchar a sus hijos.
¡Somos una edición LIMITADA!


