Autor desconocido
Un liderazgo narcisista, egocéntrico y nocivo, será una matriz que solo reproducirá discípulos propios, adoctrinados y configurados para hacer el deseo, el capricho, el antojo humano. Nunca un líder nacido del Espíritu Santo permitirá que, a nombre de la obediencia, tú comiences a caminar en lo que él desea de ti, tampoco permitirá a que le dé honra, en tal caso tú te conviertas en una mente incauta, sin capacidad de pensamiento autocritico, y mucho menos que le tributes culto a su personalidad, lo que se traduciría en convertir a tu líder en un Ídolo.
Cuando humanizamos lo divino y divinizamos lo humano, no podremos evitar caer bajo las tretas babilónicas de los hombres que tienen el Espíritu de Error y de engaño.
Las ovejas heridas por rechazo y marcas de experiencias negativas pasadas siempre sufrirán la necesidad de ir buscando un líder que intercambie con ellas aceptación, a cambio de lo que ellas buscan: Promoción, exaltación, reconocimiento etc. etc… Donde esa ovejita no encuentre eso, no va a poder estar, porque está buscando solo aprobación humana.
Por eso, los líderes manipuladores siempre van a captar ese prototipo de ovejas que puedan ceder a lo que ellos quieran, con tal de que les reconozcan, les acepten y las coloquen en el epicentro de la atención. ¡Esos son los círculos donde por lo general usted puede observar una tendencia a lo que se observa en esta gráfica! Es triste y lamentable que esto ocurra, porque el corazón de la gente que busca a Dios termina siendo robado, capturado y secuestrado.
Los hombres de Dios cuando son Genuinos NO tienen súbditos, no tienen seguidores humanamente hablando, no tienen la meta de formar gente que siga su instrucción humana, ni los atraen hacia ellos mismos. Hay una línea escritural y claramente sana enseñanza de la palabra de Dios, para caminar en relación con una autoridad que viva lo que predica. Yo creo que todos los principios de la escritura edifican, construyen y expanden el Reino de Dios, y no el trono de nuestros Egos.
Creo que podemos guiar y ayudar, pero NO enseñorearnos de las personas, pues el hombre. desde Génesis fue creado para gobernar sobre todo lo creado, pero siguiendo el su diseño original, el cual no fue hecho para ser sojuzgado por otro semejante. La autoridad que ejercemos sobre pueblo es delegada y limitada, por lo que debemos ejercerla acorde a las líneas que ya han sido emanadas por el trono del Padre. La autoridad no es para otra cosa que, para guiar, y llevar a una generación hacia el cumplimiento de su destino en Dios. Nunca hacía nosotros mismos. Fuera de eso, todo sería un nivel muy bajo de conciencia, tanto en el liderazgo, como en la gente que se denominan ovejas.


