Mario E. Fumero
No cabe duda la menor duda que las elecciones recientes en los Estados Unidos de Norteamérica en donde el expresidente Donald Trump derrotó abiertamente a su rival demócrata Kamala Harris evidencio una serie de hechos trascendentales que revela la capacidad de los electores para votar usando su cabeza, y no las influencias de los medios de comunicación.
La campaña política de Kamala Harris tuvo el apoyo de casi todos los medios de comunicación poderosos de la nación, los cuales abiertamente atacaban a Tromp y defendían, de forma aleatoria a su contrincante, como ocurrió con el diario «The New York Times» la revista «The New Yorker» uniéndose además las principales cadenas de televisión como CNN, NBC y otras muchas, así como las grandes empresas de comunicación. Además, muchos de los famosos artistas de Hollywood, entre ellos los héroes de películas, se declararon abiertamente a favor de Kamala, descalificando a Trump y llamándole dictador y delincuente, pensando que con esos calificativos se podían sacar del ruedo electoral a Tromp, para lograr una amplia para los demócratas, y de eso forma influenciar en el voto. Todos sabemos lo que proponen este partido demócrata en su plan político, el cual consiste en apoyar lo inmoral, con el objetivo futuro de legalizar, la pederastia, junto a las drogas, aborto y cambio de género en los niños, como actualmente ocurre en los algunos estados gobernados por ellos.
Por otro lado, George Soros, Bill Gate y las grandes empresas norteamericanas aportaron millones y millones de dólares que se gastaron en la campaña de Harris, en comparación con la de Trump. Para ello usaron todas las técnicas persuasivas y de desprestigio contra su oponente, y se daba por hecho, que, según las encuestas, la gran victoria sería para Kamala hacia la presidencia.
¿Pero qué fue lo que ocurrió? Lo inesperado, frente a todos los pronósticos, y a la propaganda de descrédito que sufrió Donald Trump, más la persecución jurídica y los intentos de asesinatos, y todos los escándalos ejecutados, esté ganó las elecciones por una amplia mayoría, incluso, en los estados péndulos que clásicamente eran demócratas, evidenciando la capacidad de los votantes a la hora de ejercer el sufragio para razonar su voto, pues al hacerlo no pensaban solo en el hombre, sino en el futuro de sus hijos y de la familia.
¿Y a qué se debió esto? Al hecho de que los ciudadanos usando su discernimiento y pensando como cristianos, optaron por defender sus valores, frente a la agenda liberal de defienden los demócratas, la cual representaba un alto riesgo al promover, la ideología de género, al aborto y la imposición del Nuevo Orden Mundial, que son los objetivos de las élites globalistas encabezada por la ONU, y el Nuevo Orden Mundial frente al cual Tromp es un fuerte oponente. al igual que el presidente de Argentina y los países árabes.
Estas elecciones no las ganó el poder económico, ni la propaganda, sino la razón y la lógica de una sociedad consciente que tenía que proteger a sus hijos y a sus valores tradicionales, frente a una postura que no sólo destruya la vida, sino la esencia de la familia, porque los votantes razonaron su voto para proteger a sus hijos, y a los hijos de sus hijos hacia el futuro.
Todos sabemos que el dinero lo puede comprar todo, y que la propaganda puede imponer antivalores, pero sobre todas las cosas, la razón y el amor a los hijos y a la vida nos hará tomar las decisiones correctas en el momento oportuno, porque si hay algo que la propaganda no puede borrar, ni el dinero puede comprar, son los valores que nacen de una convicción producto de experiencias profundas con Dios y de los valores establecidos en las Sagradas Escrituras, cuyo principio radica en la sabiduría que nace del temor a Dios.


