Mario E. Fumero

Quizás éste sea el aspecto más importante de este libro, ya que indudablemente la manipulación de las emociones produce falsas experiencias que muchas veces nos llevan a la frustración y el fracaso. Pero definamos el concepto de manipulación.

Manipular es la acción de aprovecharse de otros para conseguir beneficios propios, o crear un ambiente propicio para un fin determinado, por medios de exacerbar las emociones. Por regla general, las personas que hacen esto son “histriónicas”[1] y tiene un ego muy exaltado, es por ello que, una de las demandas más importantes dentro del cristianismo, para poder ser salvo, es el negarnos a nosotros mismos, que es quitar el yo[2], el cual es la causa de la mayoría de nuestros problemas, a fin de que no seamos esclavos ni del pecado, ni de las manipulaciones del maligno, porque a libertad nos llamó el Señor[3].

CARACTERISTICAS DEL MANIPULADOR

La manipulación emocional ha tomado fuerza dentro de las técnicas psicológicas y mercantiles del mundo moderno, pero existe una serie de rasgos en aquellas personas que son manipuladores mentales, ya que los mismos tienen ciertas características que describiré a continuación:

1. Son personas egocéntricas que dan siempre prioridad a sus necesidades, pasando por encima de las de los demás.
2. Nada empáticas, son incapaces de ponerse en la piel de los demás, y no consideran a los demás como personas, sino como meros instrumentos que les permiten conseguir ciertos fines preconcebidos.
3. Irresponsables y con pocos escrúpulos, por lo que el manipulador emocional no siente remordimientos de lo que hace, o no es consciente de ello, ya que considera que manipular y beneficiarse de las debilidades de los demás no es nada importante, ni censurable. Cuando el manipulador detecta el “talón de Aquiles, o el punto débil de sus víctimas, no duda en aprovecharse, utilizando diferentes artimañas para alcanzar su objetivo.
4. Gran habilidad para detectar las debilidades de los demás, por lo cual explota los puntos débiles de las persona. Se aprovecha del lado sensible y amables, con deseo de buscar experiencias, para obtener sus objetivos, ya que son conscientes de que este tipo de personas son más fáciles de manipular.

LA MANIPULACIÓN EN LA IGLESIA

La manipulación emocional puede darse en diferentes contextos, tanto dentro de la pareja, la familia, el trabajo, la política o en la amistad, pero es más preocupante cuando se usa dentro de las iglesia, para producir experiencias espirituales y emocionales inducidas, sin que las mismas tengan un contenido basado en un encuentro personal y profundo con Dios, y  fundamentadas en los principios solidos de las  Sagradas Escrituras, lo cual puede originar consecuencias negativas, que desencadenen una falsa religiosidad, forjando una apariencia de piedad fingida[4]. Este tipo de cristiano se siente salvo por religiosidad, pero carecen de seguridad y convicción, por lo que vive buscando emociones.

Por medio de la manipulación se trata de influenciar en las personas, para obtener ciertas reacciones o comportamientos determinados dentro del culto, a fin de conducirlos a falsas experiencias, con las cuales muchas veces se explota la fe y manipula los sentimientos de las personas. Muchos son manipuladores inconscientes, o sea, cayeron sin saber que fueron manipulados, pero en realidad estos también fueron víctimas de otro manipulador que sí sabía lo que hacían, y buscaban.

La manipulación emocional es una forma de influir en los sentimientos, pensamientos y comportamientos de los creyentes para obtener beneficio, sin tener en cuenta sus necesidades o intereses de estos. Los manipuladores ocultan sus verdaderas intenciones o sentimientos, mostrándose como personas ungidas, iluminadas, encantadoras, amables y con una falsa apariencia de piedad, aunque con sus hechos evidencian lo contrario[5].

¿CÓMO PODEMOS IDENTIFICAR A UN  MANIPULADOR DE FORMA GENERAL?

(no solo en lo religioso):

Veamos algunas características:

• El manipulador busca las vulnerabilidades o debilidades de la persona, y las usa para generar culpa, miedo, dependencia o inseguridad.
• Utiliza diferentes estrategias, como el chantaje, la mentira, la crítica, el halago, la amenaza, el silencio o la indiferencia, para conseguir lo que quiere.
• No asume su responsabilidad, ni se disculpa, ni reconoce sus errores, sino que culpa a las personas, o a las circunstancias.
• No respeta los límites, ni los derechos, ni las opiniones de la otra persona, sino que intenta imponer su voluntad o su punto de vista.

• No sigue una regla bíblica en los casos religiosos, sino que trae su propia revelación.

Dentro del quehacer de la Iglesia, la manipulación emocional tiene diferentes facetas, por lo general tiende a ser repetitiva y programable. Uno de los elementos que usa en el manejo de la enseñanza bíblica es la descontextualización de los textos, para hacerle decir lo que en realidad el escritor bíblico no quiso decir. La técnica más popular dentro de la llamada “LA RED APOSTÓLICA”[6] es la manipulación de líderes y pastores que se sienten ungidos o iluminados, y por medio de sus visiones o profecías, trazan pautas que se establecen como dogmas, las cuales carecen de respaldo bíblico. Estos dogmas manipulativos se imparten por medio de seminarios, usando en los mismos una programación psicológica, en la cual adoptan metodologías seculares, introducidas en los métodos de adoración y crecimiento, en donde lo artístico predomina. Entre las muchas técnicas manipulativas que se introducen dentro de la Iglesia evangélica las que más sobresalen son las siguientes:

Manipulación profética: El usar profecías o revelaciones personales para obtener beneficios o manipular el quehacer y los sentimientos de las personas.

Manipulación económica: Usar técnicas de chantaje espiritual para que la persona de con fines muy puntuales.

Manipulación de adoración: Establecer un culto de adoración donde todo lo que hago se me dice, matando la espontaneidad y con canticos que carecen de contenido teológico.

Manipulación de crecimiento: Buscar métodos que atraigan a las personas al culto, ofreciéndoles esquemas imitativos a los del mundo secular, con un mensaje motivacional y de distracción.

Sin embargo, estas técnicas manipulativas aquí señaladas las vamos a desarrollar en otros capítulos, ya que las mismas tienen formas y manifestaciones diversas, y debemos analizarlas a la luz de las Sagradas Escrituras.

BIBLIOGRAFÍA

[1]– Son persona con trastorno de personalidad histriónica aquellas que busca llamar la atención, habla dramáticamente y tiene opiniones marcadas, con estados emocionales rápidamente cambiantes, y busca relaciones personales más íntimas de lo que realmente son y se deja influenciar fácilmente.

[2]– Mateo 16:24 “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Ver: Marco 8:34, Lucas 9:23

[3]–Gálatas 5:13 “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros”.

[4]– 1 Timoteo 1:5 “Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida”

[5]–2 Timoteo 3:5 “que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita”

[6]– Peter Wagner, dotado de un talento notable para crear terminología altisonante, clasifica estos fenómenos innovadores como «La Nueva Reforma Apostólica» y «La Tercera Ola del Espíritu Santo» en la historia de la iglesia. Wagner ha sido uno de los mayores líderes y promotores de las nuevas doctrinas apostólicas. Fue el fundador y «Apóstol Presidente» (Presiding Apostle) de la Coalición Internacional de Apóstoles, que reúne a unos 500 apóstoles bajo su dirección.