Mario E. Fumero

El peor flagelo que amenaza a la iglesia presente es la llamada manipulación de la fe, la cual consiste en la explotación o distorsión de las creencias religiosas con fines personales, económicos o políticos. Esto ha dado origen al aparecimiento de muchos iluminados que, llamándose profetas, tratan de traer una nueva revelación no fundamentada de las Sagradas Escrituras, sino en caprichos propios. Lo peor es que toman el nombre de Dios en vano^[1], para decir que Dios dijo lo que no dijo, lo que, desde el punto de vista teológico, se considera una blasfemia^[2] pues violenta el segundo mandamiento^[3].

Muchos predicadores modernos usan la profecía de forma arbitraria para manipular a los incautos creyentes, rompiendo el principio bíblico de la misma, por lo cual, es necesario fomentar el pensamiento crítico y el análisis teológico respecto a las diversas perspectivas del hecho profético, para contrarrestar todo tipo de manipulación. Pero analicemos a través de las Escrituras el origen del profeta, y su papel sobre traer revelaciones, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

¿QUÉ ES UN PROFETA?

Los profetas en el Antiguo Testamento eran videntes a los que Dios les mostraba su propósito divino respecto al quehacer de la obra, para formar un pueblo que fuese el canal para llevar a cabo su plan divino. Uno de los primeros profetas con el cual el Soberano trató fue Abraham, cuando lo llamó de Ur de los Caldeos para que fuese a una tierra prometida de donde formaría un pueblo que se convertiría en el escogido de Dios, Israel. A los profetas se le llamaba «videntes» porque podían «ver» y hablar con Dios, el cual les daba una visión respecto a sus planes (1 Samuel 9:9^[4]). Existen profetas que escribieron desde una perspectiva muy amplia sobre el futuro, a los cuales llamaremos «profetas escritores«, como Jeremías, Isaías, Ezequiel, Daniel, Amós y Malaquías, y otros profetas que no escribieron nada, a los cuales llamaremos «profetas no escritores«, como Natán, Samuel, Ahías (1 Reyes 11:29^[5]), Micaías (2 Crónicas 18:7^[6]) y Eliseo (1 Reyes 19:16^[7]) y otros. También existen profetas anónimos en el Antiguo Testamento, como el profeta sin nombre que aparece en Jueces 6:7-10^[8].

La función específica de los profetas se hizo más palpable cuando el pueblo se reveló contra el último juez, Samuel, y le pidió que le pusiera Rey como los demás pueblos paganos^[9], petición que no le agradó a Dios, pero cedió a sus deseos advirtiéndole las consecuencias^[10]. A partir de ahí Samuel deja de ser juez para convertirse en uno de los primeros profetas dentro del reinado de los Reyes de Israel. Su papel era amonestar a los Reyes o lideres del pueblo para que se mantuviesen dentro de los parámetros de la Torá, a fin de que guardaran los mandamientos de Dios dado a Moisés. Después de Samuel, apare en otros como Nathan, Gad, Semaías, Elías, Eliseo y muchos más, cuya función específica era amonestar a los dirigentes para que no se apartaran de la ley de Dios, y declarar juicio cuando el pueblo caía en la idolatría. Podemos afirmar que el papel del profeta era ser un atalaya, o sea, uno que ve el peligro a lo lejos y le advierte al pueblo las consecuencias, para que se preparen a fin de resistir al enemigo. En otras palabras, los profetas señalan el pecado y corrigen los errores, advirtiendo las consecuencias de la desobediencia.

Hay que aclarar que en ninguna parte del Antiguo Testamento se usó la profecía para manipulación económica, ya que la misma sólo era usada para advertir el peligro, reprender el pecado, o amonestar al pueblo en cuanto al hecho de apartarse de las leyes establecidas por Dios.

En el Nuevo Testamento, profetizar era proclamar las verdades anunciadas por los profetas, y las enseñanzas proclamadas por Jesucristo y sus apóstoles^[11]. Ninguna profecía podía sobreponerse como una nueva revelación sobre lo ya establecido, porque la misma no puede ser manipulada, ni interpretada privadamente, como una persona quiera^[12]. Sin embargo, dentro de los dones del Espíritu Santo, hay un don de profetizar en la iglesia, pero este don no consiste en traer una nueva revelación, sino manifestar situaciones puntuales dentro del quehacer de la Iglesia en cuanto al mover del Espíritu Santo dentro de su localidad y la misma puede ser juzgada por los ancianos^[13]. Tiende a ser más bien un don que revela lo oculto, y no un don que trae revelaciones bíblicas nuevas. 

Tristemente la profecía se está usando actualmente para producir a los creyentes incautos el chantaje e intimidación, a fin de obtener dividendos, o presionar a las personas para que aporten dinero, ofreciendo vendas mágicas^[14]. A veces en las profecías se usan palabras que infunden temor, como, por ejemplo, “si no da lo que Dios demanda por medio del profeta, vas a caer en maldición y enfermedad”, y muchos de estos falsos «profetas» usan hechizos venidos del espiritismo, muy generalizada en nuestros días, para implantar la teología de la sumisión incondicional a un supuesto profeta, que proclama una autoridad absoluta (de apóstol, profeta, o pastor) prohibiendo toda crítica.

La biblia nos advierte que debemos cuidarnos de los falsos profetas, que son lobos vestidos de ovejas^[15] a los cuales podemos conocer por sus frutos, y no por su palabrería espiritual. Según Juan 7:24 Jesús nos manda «juzgar con justo juicio» (Lucas 7.43; 12:57); y Pablo exhortó a los corintios a «juzgad vosotros mismos» (1 Corintios 10:15; 11:13) y les avisa que «el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie» (1Cor 2:15; 1 Jn 2:27).

No quiero concluir este capítulo sin hacer conciencia del peligro que hay cuando se usa la profecía para fines políticos, como ha ocurrido y está ocurriendo en muchos lugares de Latinoamérica^[16], dónde encontramos el aparecimiento de pastores que profetizan dentro del mundo de la política partidista, involucrando a la iglesia en los negocios de este siglo, tales personas son una vergüenza y un escarnio para la iglesia evangélica, y para el testimonio cristiano.

BIBLIOGRAFÍA

[1]– Éxodo 20:7 “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano”.

[2]–. Una blasfemia es un dicho que ofende o ultraja a un ser o a algo sagrado. El concepto proviene del término latino blasphemĭa, que a su vez deriva del griego “blasphēmía”.

[3]–Éxodo 20:7“No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano”

[4] ^-“Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a Dios, decía así: Venid y vamos al vidente; porque al que hoy se llama profeta, entonces se le llamaba vidente”.

[5]– “Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jeru-salén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita, y este estaba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo”.

[6]– ^“El rey de Israel respondió a Josafat: Aún hay aquí un hombre por el cual podemos preguntar a Jehová; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre mal. Este es Micaías hijo de Imla. Y respondió Josafat: No hable así el rey”.

[7] “A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar”.

[8]– Jueces 6:7-10 “Y cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los madianitas,Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre. Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra;y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz”.

[9]– 1 Samuel 8:4 “Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel,y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones”.

[10]– 1 Samuel 8:9 ^“Ahora, pues, oye su voz; mas protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos.

[11]–1 Corintios 14:31“Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados”.

[12]–2 Pedro 1:20-21“entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.

[13]– 1 Corintios 14:29-33 “Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero. Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz.

[14]– Ezequiel 13:20 “Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra vuestras vendas mágicas, con que cazáis las almas al vuelo; yo las libraré de vuestras manos, y soltaré para que vuelen como aves las almas que vosotras cazáis volando”

[15]-Mateo 7:15-20“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapace. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.Así que, por sus frutos los conoceréis.

[16]-El pastor Roy Santos, de Honduras, profetizo a favor del partido nacional, y dio la profecía que decía del expresidente Manuel Zelaya: “Dios lo quitó en 2009 porque carga una semilla maligna, y si insiste en meter sistemas totalitarios, podría morir” Pastor Roy Santos insta a ‘Mel’ a que se haga a un lado, para evitar una caída estrepitosa del gobierno. Publicado por Publicado por  HCH M. Torres, septiembre 18, 2023-