Mario E. Fumero
Hemos hablado de la metodología que debemos usar en la formación de vidas, sin embargo, debemos añadir la importancia que tiene otras acciones dinámicas para poder enseñarles a nuestros hijos algunas “cualidades”, que son vitales para un crecimiento integral. Las cualidades son virtudes, o normas de conductas, que obedecen a un entrenamiento que va más allá de las palabras. Es fácil ser creyente, piadoso, espiritual, pero ¿será lo mismo a la hora de ser paciente, constante, obediente, integro, fiel y humilde?
LA IMPORTANCIA DE LA OBEDIENCIA
Una de las primeras virtudes que tenemos que desarrollar en los discípulos es la capacidad para obedecer “en la Palabra”, y enfatizo “en la Palabra”, para no dar lugar a algunos que usando mal esta obediencia, cometa abusos en el ejercicio de la autoridad. Si la obediencia es básica en la dinámica formativa, la misma requiere que el discípulo tenga un espíritu impregnado de confianza hacia su maestro, junto a una humildad que nazca de su humillación al Señor. Hay que diferenciar entre una humildad que obedece a un temor, como las que se usa en el ejército, y la humildad que obedece a una entrega y negación, para vivir bajo el Señorío de Cristo.
El apóstol Pablo compara la formación del cristiano con la de un soldado en relación al sufrimiento que experimenta en la misión encomendada, cuando le dice a su hijo Timoteo: “Tu pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo” 2 Timoteo 2:3, haciendo la observación que toda autoridad y sometimiento que apliquemos en el ejercicio de la formación, debe estar revestida de amor, lo cual difiere con la disciplina militar en donde predomina el despotismo, porque todo lo que hagamos debe sustentarse en el amor[1]. Un soldado es entrenado para obedecer, por lo que se le somete a una disciplina rigurosa. Partiendo de este hecho, nosotros estamos conscientes que, de la actitud del discípulo hacia la obediencia absoluta a la Palabra, dependerá su entrega y crecimiento espiritual.
Fue por ello por lo que Jesús dio órdenes y contraordenes a sus discípulos para probarles y enseñarles la obediencia. Si observamos algunos pasajes, descubriremos esta metodología. En Lucas 9:3 Jesús envía a sus discípulos a predicar, y les ordena ir sin nada[2]. La actitud de ellos fue obedecer sin demandar explicación, porque ninguno discutió las órdenes del Maestro, ni preguntaron ¿por qué ir sin nada? En otra ocasión, los envía de nuevo, junto a otros más, eran en total setenta, y les dice: “No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino” Lucas 10:4. Pero ahora podían llevar pan y túnicas, pero no calzado, ni alforjas, además, les ordenó no debían saludar a nadie por el camino, y otras instrucciones más. Ellos obedecieron, aceptaron las reglas del juego como buenos soldados, y cumplieron sus instrucciones. Pero ahí no queda todo, tiempo después, Jesús culmina este mecanismo de órdenes y contra órdenes al hablarles de nuevo y analizar las órdenes anteriores para decirles que ahora lo llevaran todo, e incluso, que vendieran la capa para comprarse una espada[3], pero ¿para que tenían que comprar una espada?
TÉCNICAS PARA FORMAR EL CARACTER
Al analizar estos hechos, y evaluar sus acciones al dar órdenes y contraorden, descubrimos que estaba formándoles el carácter en la obediencia. Pero ¿porque les ordena comprar una espada, si anteriormente predico contra la violencia? El Señor estaba preparando a sus discípulos para su partida, además él tenía que preparar a Pedro para otro entrenamiento, y para ello le debía proporcionar la espada, para que cortara una oreja, a fin de enseñarle el peligro de la violencia y agresividad, ya que Pedro, además de ser prepotente, era por otro lado cobarde[4] y presuntuoso. Entrenar no es otra cosa que someter a prueba a los soldados. Para poder ejecutar esta misión, necesitamos tener autoridad, y saberla usar, para forjar cualidades positivas en nuestros hijos. Jesús fue duro, directo y poco diplomático con los discípulos, pues sus palabras no fueron persuasivas, sino confrontativas[5].
No se puede ejercer una formación para la obediencia, sino sabemos usar la autoridad correctamente. Hay que ser duro, pero no áspero. La dureza equivale a firmeza, la aspereza es igual a grosería, malos tratos, vejación. Es necesario aprender afrontar realidades con valentía. Debemos someter al discípulo a un régimen de disciplina formativa en estas áreas. Hay otras cualidades que están ligadas a la obediencia, como por ejemplo; la paciencia, constancia, persistencia y firmeza. Aprender a obedecer es aprender a ejecutar la misión encomendada, es no dar lugar a mis deseos, sino a los deseos del Señor, es ir más allá de nuestro estado anímico. Los soldados son formados para vencer muchas adversidades, y enfrentar el combate, sin abandonar su puesto. Se les presiona para enseñarles a sufrir, y poder medir su capacidad de aguante en los momentos difíciles.
LA LUCHA EN LA VIDA CRISTIANA
No podemos negar que la vida cristiana es una continua batalla. Debemos ser entrenados para estar firmes en nuestras luchas diarias, la cual va más allá de lo humano, según afirma Efesios 6:12 y 2 de Timoteo 4:7[6] ya que tenemos una serie de armas espirituales para poder ejecutar esta batalla[7], es por ello que necesitamos un buen entrenamiento, acompañado de una dinámica que nos confronte con nuestros defectos en relación a nuestras acciones. Uno de esos elementos a desarrollar es el “dominio propio”[8] en momentos difíciles, lo cual es una ardua tarea, la cual apela más a la relación que a la teoría, y es una parte esencial del entrenamiento cristiano.
Necesitamos ser probados, no solo por Dios, sino también por el maestro. Saber hasta dónde un discípulo es apto para una determinada labor. El principio de probar a los cristianos y líderes es bíblico[9]. Debemos medir sus fuerzas espirituales y psíquicas, no vaya a ser que le demos una misión para la cual no está capacitado, y terminé derrotado. La confianza, el valor y la capacidad de aguante se miden. Jesús sometió a prueba a sus discípulos, y con ello determinó no solo el grado de orgullo que llevaban, sino también el temperamento que tenían.
Uno de los errores más graves que podemos cometer en la formación de vidas es no capacitar a los líderes para que tengan aguante en los momentos difíciles del diario vivir. Necesitamos hombres “fieles” e “idóneos”, que tengan confianza para resistir al díablo[10], porque indudablemente, en la vida cristiana tendremos luchas y tenemos que estar siempre listos para tomar toda la armadura de Dios y poder resistir en los días malos[11]. ¿Pero cómo puedo probar la confianza de un discípulo? A través del sometimiento a la obediencia. Siempre que he pensado en delegarle a un discípulo una responsabilidad, le he pedido a Dios sabiduría para probar su integridad, a fin de saber que espíritu lo mueve. Debemos saber distinguir y probar los espíritus, a fin de detectar quienes tienen ambiciones, quienes buscan lo suyo propio[12], quienes se someten sinceramente al Señorío de Cristo, y quienes lo hacen fingidamente[13].
Es necesario saber quiénes son Pedros, Judas o Juanes. ¿Es posible esto? Si hay relación, ¡SÍ!. Existen pequeños detalles que revelan las cualidades del discípulo. Si es fiel en las cosas naturales, lo será también en las espirituales[14]. Si supo respetar a sus padres, te sabrá respetar a ti. Si acepta órdenes duras, también aceptara pruebas duras. Si es obediente en lo práctico, lo será en lo espiritual, si sabe cuidar lo suyo, sabrá cuidar lo de otro[15]. En muchas ocasiones he tenido dudas sobre la fidelidad de un discípulo, entonces el Señor me ha iluminado para probarle. No creo que debamos establecer mecanismos de pruebas continuas, ni programas de este tipo, pero a veces, el Señor nos ilumina para probar los espíritus[16] y someter a prueba a algunos discípulos, antes de darles una misión especial. Es bueno aceptar que incluso al nombrar diáconos, se nos recomienda someterlos a prueba por un tiempo[17].
Si se prueban a los diáconos[18], cuanto más aquellos que quieren alcanzar un ministerio. Es esencial considerar este aspecto en la formación de los discípulos, pues sin sometimiento y confianza no será posible una relación profunda y de delegación, que produzca una capacitación integral en la vida del discípulo. Quizás lo más importante sea que el discípulo aprenda a ser fiel en trasmitir la enseñanza que recibió[19] a su manera, pero sin alterar el fundamento de esta. Tristemente una de las carencias más grandes en los lideres del cristianismo moderno es la falta de integridad en nuestro diario quehacer[20] sobre el trasmitir la verdad recibida, modificando la forma, pero sin alterar el fondo.
BIBLIOGRAFÍA
[1]-1 Corintios 16:14 “Todas vuestras cosas sean hechas con amor”.
[2]– Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas”.
[3]-Lucas 22:35-36. “Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, sin alforja, y sin calzado, ¿os falto algo? Ellos dijeron: Nada. Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una”
[4]– Lucas 22:31-34 “Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Él le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no solo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.
[5]– Mateo 8:21-22 “Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos” Juan 6:66-69 “Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya n andaban con él. Dijo entones Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”
[6]– Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. 2 Timoteo 4:7. “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera he guardado la fe”
[7]-2 Corintios 10:4. “…porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”
[8]– 2 Timoteo 1:7 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2 Pedro 1:6 “al conocímiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad”
[9]–1 Timoteo 3:10“Y estos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles”.
[10]– Santiago 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.
[11]– “Efesios 4:11-13 “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”.
[12]–Filipenses 2:21 “Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús”
[13]– Romanos 12:9 “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno”.
[14]– Lucas 16:10 “El que es fiel en lo muy poco, también en lo mas es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo mas es injusto”
[15]–Lucas 16:10 “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto”
[16]–1 Juan 4:1 “El Espíritu de Dios y el espíritu del anticristo. Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”
[17]– 1 Timoteo 3:10. “Y estos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejercerán el diaconado, si son irreprensibles”
[18]– 1 Timoteo 3:10 “Y estos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.
[19]– 2 Timoteo 2:2 “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”.
[20]– Tito 2:7 “presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad”


