Recientemente, el periodista Mario Flores Ponce expuso en uno de sus comentarios el grave problema de los accidentes en motocicleta, así como la política errada de donar dinero a COPECO para facilitar cascos a los motoristas. Según él, lo que realmente se necesita es más apoyo a la educación vial, mayor control y más recursos en los hospitales para atender a los accidentados en motos.
Siempre que viajó a Tegucigalpa, por regla general, presenció algún accidente entre motocicletas y autos. Algunos son graves, otros leves, pero casi todos son causados por la imprudencia, ya sea del motorista o del conductor del vehículo. Sin embargo, es cierto que moverse en moto dentro de la ciudad es más rápido, especialmente en un sistema de tráfico desbordado. La circulación vehicular está tan colapsada que quienes se movilizan en moto corren un alto riesgo de sufrir un accidente. Y lo más terrible es que, en la motocicleta, la carrocería es el propio cuerpo del conductor, por lo que las probabilidades de muerte son muy altas, especialmente cuando algunos cascos no están homologados y son de simple plástico.
Es lógico que se incremente el uso de motocicletas, ya que movilizarse en auto por Tegucigalpa es un martirio y requiere mucha paciencia. La forma más rápida de desplazarse en la ciudad es en motocicleta. Esto ha incrementado la circulación, ya que muchas personas optaron por este medio de transporte. Sin embargo, debido a la falta de educación vial, la carencia de un sistema de control eficiente y el uso de cascos de baja calidad, se han producido numerosos accidentes, y los hospitales públicos se han visto colapsados por este tipo de pacientes.
Lo más lamentable es que, cuando estos accidentados llegan a un hospital publico, generalmente presentan fracturas, y deben comprar hasta los insumos básicos de emergencia. Si requieren cirugía, muchas veces tienen que adquirir todo lo necesario por su cuenta, o quedan abandonados en la sala de emergencia.
Recientemente, un joven del Proyecto Victoria se cayó de un árbol y se fracturó el codo. Fue llevado al Hospital Escuela y permaneció más de dos semanas en emergencia porque no contaban con los insumos básicos para atenderlo. Para que pudiera ser atendido, tuvimos que pagar todos los exámenes, y para su operación, fue necesario proporcionar todo el material requerido. Esto refleja la calamidad en la asistencia médica pública, especialmente en el área de traumatología.
No entiendo cómo se pueden destinar millones para resolver el problema de los accidentes en motocicleta, y al mismo tiempo no se invierte en la capacitación de los conductores, ni en el control y la asistencia médica para los accidentados. El problema número uno en Honduras es la falta de educación vial, tanto para motoristas como para conductores de automóviles. Por ello, es urgente aplicar de manera estricta las leyes de tránsito, generar respeto y temor por la ley, y así frenar el alarmante índice de accidentes. En el interior del país, la situación es aún peor: hay un completo descontrol. Se circula sin casco, y a veces se puede ver hasta cuatro personas en una sola motocicleta. Es momento de aplicar la ley, y evitar que más jóvenes sigan muriendo ante la apatía de un sistema que debe frenar estas irregularidades. Ha llegado el momento en que mueren más personas por accidentes de tránsito que por causa del crimen organizado



Los conductores de motocicleta no son concientes, de que no tienen protección ante un siniestro vial y los hospitales no pueden hacer nada ante tanto traumatizado que llega diariamente, se estima que diariamente mueren 5 personas al día por accidentes en motocicleta, comprar cascos no es la solución, lo primordial sería orientar, dirigir y controlar el sistema vial, luego hacer conciencia en todos los conductores para evitar siniestros viales