Mario E. Fumero
No podemos negar que la tecnología y la inteligencia artificial se han convertido en herramientas muy útiles en muchos aspectos de la vida. Pero, tristemente, también se han transformado en medios destructivos y generadores de bullying, donde ya no podemos saber si lo que leemos o vemos es falso o cierto. A través de la inteligencia artificial, todo puede ser manipulado, haciendo que las personas aparenten decir o hacer cosas que jamás dijeron o hicieron, generando así noticias engañosas.
Últimamente hemos visto una avalancha de videos en TikTok difundiendo noticias falsas y manipulaciones electrónicas de imágenes. Utilizando la figura de personajes políticos —principalmente autoridades de gobierno— se les hace decir o hacer cosas que no han hecho, creando un bullying mediático y una manipulación que distorsiona la verdad, levantando falsos testimonios contra los gobernantes. Todo esto se logra mediante imágenes procesadas con IA, en las que se les muestra emitiendo expresiones vulgares e incluso ofensivas. Esto no solo representa una falta de respeto, sino una acción de descrédito descarado y engañoso contra quienes ejercen autoridad.
Pero además del bullying, circulan noticias absurdas y falsas que, lamentablemente, algunas personas terminan creyendo. Recientemente, salió un video en el que se muestra al presidente de los Estados Unidos ingresando a un hospital, supuestamente por un infarto. Está tan bien diseñado que cualquiera podría aceptarlo como verdadero. Al revisar redes sociales como X, TikTok, Instagram o Facebook, nos encontramos con esta clase de desinformación, que genera confusión al no saber si lo que se dice o se ve es real o falso. Esta desinformación atenta muchas veces contra la integridad de las personas, violando incluso el mandamiento bíblico que prohíbe dar falso testimonio.
Ante esta terrible realidad, la Federación Internacional de Periodistas —organización que representa a 600,000 comunicadores sociales en todo el mundo— considera pertinente abrir una discusión que trace pautas para elaborar legislación orientada a esclarecer y regular el fenómeno de las fake news. Esta normativa serviría de guía para que los periodistas puedan identificar lo falso de lo verdadero, evitar su reproducción y, además, desmentirlas.
También se está solicitando a los gobiernos que legislen para evitar el uso de inteligencia artificial en la manipulación de fotos o videos con el fin de desprestigiar o divulgar mentiras que vulneren la intimidad y dignidad de las personas. Algunos ya han sido víctimas de bullying visual, donde aparecen haciendo o diciendo cosas que nunca han hecho ni dicho, lo que provoca conflictos que afectan su integridad.
Es preocupante que hoy cualquier usuario de teléfono pueda comprar una aplicación capaz de manipular fotografías, darles vida artificial y hacer que parezcan realizar actos que nunca sucedieron. Esto puede generar conflictos familiares, afectar la credibilidad y el testimonio social de la persona manipulada. ¿Hasta dónde vamos a permitir que la inteligencia artificial convierta la mentira en verdad?
Tristemente, el avance tecnológico está superando la capacidad de nuestras leyes, dejándonos desarmados frente a una manipulación intelectual que puede anular no solo nuestro testimonio, sino también nuestros derechos individuales. Que Dios nos ayude en esta área.
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