Mario E. Fumero

Las técnicas de manipulación se han perfeccionado a través de los años. Durante la Guerra Fría (década de 1970), los Estados Unidos desarrollaron el lavado de cerebro a través de la propaganda, presentando al comunismo como un peligro, mientras que la extinta Unión Soviética utilizó la técnica de la repetición de consignas como método de adaptación mental a su ideología. Hoy, esta dinámica ha evolucionado hacia una dimensión más sofisticada.

¿Cuál es la técnica moderna para manipular las mentes y anestesiarlas? No cabe duda de que es el uso de la tecnología. A través de las redes sociales y la inteligencia artificial se tiene el poder de convertir lo falso en verdadero, lo negativo en positivo, y lo que no es, en algo que parece ser. Por medio de la desinformación se manipula la mente hasta el punto de hacernos creer lo falso como verdadero, al grado de que ya no sabemos qué es real y qué es mentira.

¿Te has dado cuenta de que, a través de los celulares inteligentes, de Alexa y de otras tecnologías, van descubriendo nuestros gustos y deseos, invadiendo nuestra intimidad, hasta el punto de que nos llega propaganda de aquello que hablamos en privado y, al poco rato, se manifiesta en público por medio de las redes?

La invasión a la intimidad crea las condiciones para saber no solamente lo que queremos, sino incluso lo que pensamos. Somos espiados por todos lados y, en algunos países como China, hay cámaras capaces de leer nuestro rostro y controlar nuestros movimientos aun cuando caminamos por las calles.

¿Y qué decir de nuestros hogares? Los nuevos televisores que salen al mercado se convierten en “inteligentes”. Mientras vemos un programa de televisión, podrían estar espiándonos. ¿No te has dado cuenta de que, cuando deseas algo, inmediatamente aparece en tu WhatsApp, teléfono o correo electrónico un anuncio con ese producto? ¿Cómo saben lo que te gusta? ¿Y cómo es posible que tres hombres que hablaron de cometer un asesinato por WhatsApp fueran capturados?

La inteligencia artificial y los algoritmos tecnológicos no sólo controlan nuestros movimientos y gustos, sino que incluso pueden programar nuestra percepción y pensamiento. Ya no hacen falta consignas ni propaganda: la tecnología tiene los medios para manipular nuestra percepción, modificar nuestros gustos y llevarnos a aceptar lo que el Nuevo Orden Mundial quiere imponer.

Por ello, es necesario controlar la información que circula en las redes sociales y analizar cuidadosamente lo que se dice antes de aceptarlo o creerlo. La gran mayoría de lo que se transmite por estos medios está plagado de falsedad y tiene la intención de anular nuestro razonamiento, haciéndonos creer que lo falso es verdadero y condicionándonos a los planes de la Agenda 2030.

Cuidado con el peligro de las redes. Cuidado con la información falsa. Cuidado con la manipulación y la programación psicológica por medio de la inteligencia artificial. No dejemos que nos anestesien nuestra capacidad de razonar, para poder juzgar y discernir hasta qué punto la información difundida es cierta o falsa. Existe un grave peligro, no sólo en que invadan nuestra intimidad, sino también en que programen nuestros pensamientos y gustos de acuerdo con los modelos trazados por los planes del Nuevo Orden Mundial.

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